Capítulo 7.

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Oí unas pisadas y después levanté la mirada para encontrarme con Isaac Allen, tenía una expresión de algo parecido a la sorpresa, o eso parecía.

Se puso de cuclillas frente a mí y, de un segundo a otro, sentí como me cogía en brazos y me levantaba del suelo que estaba bastante congelado. Lo miré a los ojos nerviosa por la posición en la que estaba pero él se limitó a agarrarme más fuerte para que no me cayera y a andar en dirección a su casa.

¿Qué me iba a pasar ahora?

Sentía mi corazón latiendo rápido por su cercanía y la piel que él estaba tocando se me había erizado. Aparte de todo, estaba temblando. El suelo donde me había caído estaba congelado y sólo estar unos segundos en contacto con la nieve había provocado que ahora estuviera temblando. Isaac me miró a los ojos antes de entrar en la casa, no estaba segura de si sentía mi miedo, mi miedo por él. Tampoco sabía si notaba mis ganas por conocerle, ni yo misma me había dado cuenta de que las tenía aunque en verdad quería saber más de él, saber por qué actuaba de esa forma tan fría o por qué era uno de los Allen más antipatico.

Me llevó hasta una habitación y me dejó con delicadeza encima de una mesa. Miré alrededor y pensé que aquella debía de ser la habitación de Isaac : las paredes eran oscuras y tenía las sábanas de la cama y los muebles del mismo color, parecía que se encontraba a gusto entre las cosas lúgrubres como aquella habitación. En el fondo daba la sensación de que estabas en una noche eterna, aunque las luces estuvieran encendidas. Isaac se agachó y abrió un cajón del que sacó un botiquín. Se volvió a acercar a mí mirándome de una forma tan intensa que sentí como mi garganta se secaba de repente, su sola presencia dejaba extragos en mi cabeza y cuerpo, todo mi ser reaccionaba a él y todavía no tenía ni idea del por qué.

Sin decir una sola palabra me agarró el tobillo con delicadeza y empezó a quitar el zapato poco a poco, aún así no pude evitar gemir de dolor. Isaac me miró con algo parecido a la compresión y, de un segundo a otro, dejé de sentirme nerviosa, solo podía ver sus preciosos ojos azules. Su mano se movió hasta mi rostro y me metió un mechón rebelde de pelo detrás de mi oreja haciendo que su contacto me dejara sin respiración.

 Su mano se movió hasta mi rostro y me metió un mechón rebelde de pelo detrás de mi oreja haciendo que su contacto me dejara sin respiración

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Las yemas de sus dedos se detuvieron en mi mejilla y me acariciaron antes de que un ruido en la puerta nos ditrajera. Dylan, el Allen de la clase de Educación Física, apareció detrás de Isaac y me miró sorprendido, quizás tan sorprendido como yo de estar en esa casa rodeada de los Allen. Miró a Isaac que había apartado la mirada y la había centrado en mi tobillo. Acabó de quitarme el zapato e hizo lo mismo con el calcetín para después comprobar que estaba tan hinchado que parecía a punto de explotar.

-  ¿Qué te ha pasado, Dakota? - preguntó Dylan a la vez que Scott también aparecía.

Me estaba dando la sensación de que iba a tener que enfrentarme a todos los "roba alientos" a la vez así que forcé una sonrisa y los miré tranquila - algo que no estaba en ese momento -.

-  Salí a correr y, cuando estaba cerca de aquí, me tropecé - dije sin querer hablar más de la cuenta.

-  ¿Cerca de aquí? - intervino Scott. Se puso detrás de mí y miró el tobillo que estaba entre las manos de Isaac para depués posar una mano en la pare superior de mi cabeza -. No te preocupes, señorita compañera, Isaac es...muy hábil en la medicina.

-  Sí - asintió Dylan con una sonrisa amistosa -. Estás en buenas manos.

No sé yo, pensé mientras sentía el dedo índice de Isaac en mi tobillo y como clavaba su mirada en ese punto. Empecé a sentirme cansada, los ojos se me cerraban cada dos por tres mientras oía a los Allen hablar sin entenderlos hasta que vi una especie de resplandor en mi tobillo antes de caer en la inconsciencia.







Me desperté y cuando abrí los ojos me quedé de piedra, Isaac Allen estaba tumbado a mi lado en la misma cama - que era nada más y nada menos la de su habitacion - y tenía su mano entralazada con la mía. Miré su pelo desordenado y sus rasgos relagados mientras dormía y no pudo pasar desapercibido el vuelco que dio mi corazón, Isaac me hacía sentir cosas hasta ahora desconocidas para mí.

Me levanté con la mano aún entrelazada con la de Isaac y miré mi tobillo sintiendo un escalofrío, estaba como siempre. No estaban los moratones que me había hecho al caerme y la hinchazón había desaparecido, estaba magicamente curado. Las imágenes de como Isaac había concentrado su mirada en la parte herida y de como había aparecido un replandor después de que él posara su dedo índice en el hizo que dudara de mi cordura, aquello no podía estar pasando pero, ¿cómo podía haberme recuperado tan rápido cuando aún no se había hecho de día?

Aquello me hizo pensar en mi bisabuela, estaría tirándose del pelo preguntándose donde estaba. Aparté mi mano provocando que Isaac abriera los ojos y se levantara al verme despierta.

-  Tengo que irme - dije dirigiéndome a la puerta pero él apareció frente a mí bloqueando la puerta. Sus ojos me atraparon otra vez y sentí una especie de tirón para que me acercara a él pero reuní todas mis fuerzas y me quedé donde estaba -. Déjame pasar, Isaac.

-  No puedes irte ahora, Dakota. Todavía no - dijo en a penas un susurro.

-  No lo entiendes, tengo que... - pero me quedé callada cuando él me acalló, me acalló posando sus labios en los míos.

Sentí su mano en la parte baja de mi espalda acercándome a su cuerpo a la vez que sus labios se movían sobre los míos

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Sentí su mano en la parte baja de mi espalda acercándome a su cuerpo a la vez que sus labios se movían sobre los míos. Me agarré a sus hombros sintiéndome una gelatina humana y me puse de puntillas para profundizar el beso. Su lengua se hizo paso en mi boca haciendo que mi corazón latiera más rápido y que mis manos no pudieran resistirse a ir hasta su pelo y enterrar los dedos entre sus mechones.

Pero, ¿era verdad que Isaac me estaba besando o me había vuelto completamente loca?

The Allen's [SL5] #PremiosGomitas2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora