Capítulo 1.

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Nada más llegar a Riverview me di cuenta de que ya no estaba más en Londres, Canadá no era mi hogar y tampoco un lugar al que planeara ir de viaje pero las cosas habían resultado de esa forma y habría que apechugar con las consecuencias.

La despedida había sido un tanto amarga ya que parecía que mis padres habían cambiado de opinión en cuanto habíamos pisado Riverview pero aún así me habían apoyado y no habían comentado nada al respecto, quizás mi cara de "es demasiado tarde para volver a Inglaterra" les había dejado las cosas claras. La cuestión era que ahora estaba andando hacia la casa de mi bisabuela porque resultaba que se había mudado la semana anterior por problemas de mantenimiento. Mis padres parecían desconocer ese hecho por lo que ahora estaba en medio de la carretera cargada con mi maleta y mi mochila y sintiendo el congelado viento en mi cara mientras intentaba no alterarme escuchando Stone Cold. Según andaba no veía a nadie, las persianas de las casas estaban echadas hasta abajo y los porches eran todos un conjunto de nieve y ramas que se caían de los árboles. Esperaba que mi bisabuela tuviera a alguien que se encargara de quitar la nieve, esperaba no tener que hacerlo yo pero si se requería de mi ayuda, mi bisabuela la tendría. No es que ella tuviera más ayuda pues recordaba haber oído a mi padre decir que era una mujer hogareña habituada a no salir mucho a la calle - por lo que no conocería a muchas personas - y a encargarse de la limpieza y demás cosas de la casa. Yo era cierto que no la recordaba mucho porque la última vez que la había visto tenía ocho años o así pero pensar en ella me traía un sentimiento de cariño, me hacía sentir querida ya que gracias a ella no nos faltaba ningún postre sueco en casa, siempre nos estaba enviando comida casera y a mi madre eso le encantaba ya que sólo tenía que ocuparse del papeleo de la oficina.

En un momento de mi caminata sentí como un charco de agua congelada me dejaba empapada y, cuando miré al coche que lo había provocado, solo pude atisbar unos ojos azules y un destello de pelo castaño. Después sólo me quedó contemplar como aquel memo se iba sin tan siquiera bajar la ventanilla y disculparse.

Si todos eran así en Riverview, no iba a durar mucho en paz.

Me quité el agua estancada de la cara y seguí andando ahora sintiendo como no podía haber empezado peor en aquel lugar, solo faltaba que alguien me robara. Y con la suerte que tenía seguro que me pasaba justamente lo que había pensado, por estúpida.

Por fin parecí reconocer el nombre de Lena Rudolfsson en el buzón así que me di prisa y llegué a la entrada esquivando la nieve que parecía una trampa mortal. Llamé a la puerta sintiendo las bajas temperaturas nada más sacar la mano del bolsillo y esperé hasta que una señora con el cabello castaño lleno de canas y de unos ochenta y muchos me recibió con una sonrisa y un abrazo de lo más reconfortante después de lo que había pasado para estar allí.

- Dakkie, hija, ¿por qué estás mojada? - preguntó utilizando el mote que me habían puesto mis hermanos.

- Porque un loco me ha mojado, mormorsmor. ¿Conducen de una forma tan imprudente aquí?

- No, cielo, sería alguien de paso, no te preocupes. ¿Qué te parece si subes a tu habitación y te das una ducha para quitarte el olor a perro mojado?

Me reí de su broma y le di un beso en la mejilla antes de cargar con mis cosas y subir las escaleras. Mi habitación era de un color azul muy claro, como el cielo en un día despejado, y los muebles parecían nuevos, mormorsmor se lo había currado. Dejé mi maleta y la mochila sobre el escritorio y saqué el aseo para entrar en mi baño. Mormorsmor ya lo había equipado con toallas nuevas y esas cosas y parecía estar reformado a juzgar por lo impecable y sin estrenar que estaba.

Me metí en la ducha y pensé en el gilipollas del coche. Ahora que lo pensaba, había sentido algo extraño cuando sus ojos se habían encontrado con los míos aunque sólo había sido un segundo. Como un escalofrío en mi columna, algo lejos de lo normal pero, como había dicho mormorsmor, seguro que era una persona de paso así que no me tenía que preocupar por encontrármelo por la calle y hacer de las mías. Lo que provocaría que acabara en problemas, como siempre.






A la mañana siguiente decidí dar un paseo por las casas de alrededor y ver la caminata que me esperaba al colegio todas las mañanas. A medida que me iba alejando sentía como una corriente que me hizo caminar hacia una casa situada en el bosque. Parecía una mansión ya que se trataba de una casa moderna y también parecía que no había nadie hasta que oí voces en el jardín. Intenté huir pero ya me habían visto, aún así, corrí con todas mis fuerzas de vuelta a casa. Sentí a alguien a mi espalda por lo que no paré en ningún momento hasta que estuve dentro de casa. Me apoyé sobre las rodillas recuperando el aliento y vi como mi bisabuela estaba preparando el desayuno. Me senté en la mesa y se me hizo la boca agua cuando el olor de las galletas horneadas de mormorsmor llegó a mis fosas nasales. Fui a coger una y terminé quedándome como usualmente me pasaba ya que no tenía nada de paciencia.

- Dakkie, cielo, deberías saber que no es bueno cogerlas recién hechas, ¿no has aprendido la lección todavía? Siempre hacías lo mismo cada vez que venías a mi casa.

- Parece que no, mormorsmor - susurré enfurruñada y vi como ella sonreía.

En verdad me encantaba la sensación de seguridad que se respiraba y sentía en esa casa, era como si ningún mal o problema pudiera usurpar nada de eso.

- Por cierto, Dakota, antes de que se me olvide - dijo Lena mientras me servía el chocolate caliente en mi taza -. Los vecinos de al lado, los Williams, se han ofrecido para llevarte el lunes al Instituto, ¿te parece bien?

- Claro, mormorsmor, si tú confías en ellos está bien.

Ella asintió y sonrió y lo que restó de la mañana nos valió para que mi bisabuela me hablara de los sitios que podía visitar antes de empezar las clases.







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mormorsmor : bisabuela en sueco.

Holisss

Tenía ganas de que viérais como era Dakota un poco más y que avanzara la historia.

Comentad qué tal empieza, estoy deseosa de oír vuestras opiniones.

Besos.

Kat

The Allen's [SL5] #PremiosGomitas2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora