The Allen's [SL5] #PremiosGomitas2016

Capítulo 9.

Me daba miedo, ¿por qué mentir? 

Había pasado por alguna que otra experiencia pero nada como ver a alguien como Isaac. Había dudado de mi cordura cuando él me había curado el tobillo pero desde luego que la llama que había salido de su mano había aclarado mis pensamientos. 

Isaac era peligroso, estaba empezando a darme cuenta de ese hecho. 

No sólo peligraba mi estancia allí si mis padres - sobretodo mi padre - se enteraban de que andaba con un "chico malo" sino que también estaba en juego mi vida. Quería creer que Isaac no me iba a hacer daño, había tenido oportunidades y no me había hecho nada pero los "poderes" que tenía eran algo desconocido, no sabía cuándo o cómo podía utilizarlos. O si alguna vez se le habían ido de las manos.

Desde luego que nadie más - aparte de sus hermanos obviamente - sabían de sus habilidades, quizás incluso habían tenido que cambiar de ciudad si alguien lo había descubierto. Podía ser que Isaac hubiera estado en peligro, me imaginaba a una pequeña versión de él asustado, un pequeño niño que no sabía por qué había nacido con sus poderes o sin ser consciente de que podían existir personas que quisieran llevárselo para ultilizar sus habilidades. 

Puff, mejor dejaba de pensar en eso. 

Oí a mi bisabuela llamarme desde el piso desde abajo así que corrí escaleras abajo y me presenté en la cocina encontrándome con un señor con el pelo canoso en contraste con sus vivazes ojos azules. Era un poco más alto que yo y parecía tener menos años de los que seguramente tendría.

Debía ser el "enamorado" de mi mormorsmor. 

-  Cielo - me llamo mi bisabuela. Me acerqué a ella y sentí como sus manos acariaban mi cabello, la misma manía que tenía mi padre -. Él es el señor Charleston.

Con que sí que era el pretendiente de mi mormorsmor.

-  Encantada de conocerle, señor Charleston. He oído a mi bisabuela hablar cosas muy buenas de usted.

-  Ah, ¿sí? Me encantaría saber que ha dicho Lena, cielo, es una mujer de lo más misteriosa en cuanto a ella misma.

Miré a mi bisabuela divertida mientras ella empezaba a sonrojarse, parecía que el señor Charleston podía hacer que hasta mi mormorsmor  se convirtiera en toda una adolescente enamorada. Se la veía feliz, me gustaba eso.

También era consciente de que necesitaban tiempo a solas, para eso no había que ser muy lista.

Así que era el momento de la retirada.

-  Bueno, yo...tengo que irme ya al instituto así que...Adiós, mormorsmor.

Mi bisabuela se despidió sin mirarme ya que estaba mirando al señor Charleston. No la culpaba, parecía que había encontrado a esa persona que la hacía sentir querida. En cierto modo tenía envidia de mi mormorsmor, quería encontrar a "mi señor Charleston".

O ya lo has encontrado, dijo una voz en mi cabeza haciendo que frunciera el ceño.

Anduve hasta la casa de Gale y saludé a su madre para después esperar hasta que ella nos llevó en coche al instituto. Durante todo el viaje intenté seguir la conversación con Gale pero en algún momento me perdí en mis pensamientos.

-  Dak, ¿estás bien?

Me giré encontrándome con un confundido Gale.

-  ¿Sí?

-  ¿Me has oído?

Podría haberle mentido para relajar el ambiente, pero odiaba mentir. Era una de las cosas que más me asqueaba que la gente hiciera.

-  La verdad...- dije atrayendo todavía más la atención de mi amigo -...es que no. Lo siento, Gale.
Estaba distraída.

-  Ya lo veo. Pero, ¿qué es lo que tiene a tu cabezita tan ocupada?

Pensé en decírselo pero sentía que la existencia de los poderes de Isaac era un secreto que no debía ser contado, a menos que él en persona lo hiciera. Si la gente se enteraba, Isaac seguramente corría peligro. Y eso era lo que yo menos quería que pasara.

-  Nada. Suelo quedarme en blanco, me pasa mucho.

Gale no sonrió por mi broma pero dejó pasar el hecho de que no le había contado el tema de mis pensamientos. Le agradecía que me dejara mi espacio sin presionarme por no decir nada, no quería tener que estar obligada a mentirle, pero tampoco quería contarle sobre las habilidades de Isaac Allen.

Llegamos al instituto y nos encontramos con Anna quien miró con ojos brillantes a Gale. Me había dado cuenta unos días antes de que Anna estaba colada por mi amigo pero parecía estar bien con la idea de no decírselo, o quizás le asustaba la idea de que él pudiera rechazarla.

Ojalá pudiera ayudarlos, ambos harían una buena pareja.

Anna nos habló de la llegada de su hermano al instituto y nos dijo que nos lo presentaría a la salida ya que él estaba en otra clase distinta a nosotros y no coincidíamos en ninguna clase aquel día. Tenía ganas de conocer al famoso Darcy, me resultaba gracioso que tuviera de nombre el apellido de Mr. Darcy, uno de los protagonistas de Orgullo y Perjuicio, mi novela favorita. Me lo imaginaba con levita y pantalones ajustados, era una visión muy graciosa.

***

Las clases pasaron volando hasta que me vi arrastrada por Anna a la salida hasta donde se encontraba un chico de espaldas.

-  ¡Darcy! - gritó mi amiga haciendo que él se girara.

Tiró de mí hacia él justo cuando nuestros ojos se encontraron. Me quedé quieta como un pasmarote, estaba mirando sus labios como una tonta mientras él hablaba con su hermana. Pero, lo más vergonzoso, fue que Dracy me pilló in fraganti.

-  Esperádme, tengo que decirle una cosa a una compañera - dijo de repente Anna y se fue a la velocidad de un rayo dejándome sola con su hermano.

¿Y ahora qué se suponía que tenía que decir?

-  Emmm...soy Dakota Rönngren - me presenté tendiéndole la mano y esperando a que Dracy la estrechara pero, en vez de hacer eso, se llevó mi mano a sus labios y dio un beso en la palma.

Me quedé de piedra, ¿acaso estaba imitando a Mr. Darcy? Sino no me lo explicaba.

-  Señorita Bennet, es un placer conocerla al fin después de haber oído hablar tanto de usted a través de mi hermana.

Lo dijo con un acento inglés bastante gracioso y lo acompañó de una reverencia por lo que acabé estallando en carcajadas. Las voces a nuestro alrededor cesaron por lo que me giré aún sonriendo y vi como Isaac se estaba acercando a mí con rapidez hasta que estuvimos enfrente del otro. Me miró un segundo antes de besarme con...pasión, con fuerza, haciendo que lo que había a nuestro alrededor desapareciera, incluído Darcy.

¿Alejarme de Isaac?

Desde luego que iba a ser más difícil de lo que esperaba.