Amor Suicida (gay)

Capitulo 1

Narra Mateo~

Estaba sentado en una banca cerca de mi casa, debajo de un árbol viendo como el viento movía sus hojas suavemente.
Lo único que pensaba era en desaparecer... morir.

-Mateo!! Nos vamos- me grito mi madre.

-Si no vienes rápido te dejaremos- Ahora grito mi odiado hermano, Carlos.

-Ya voy - dije con un hilo de voz.

En mi familia todos me odian y yo a ellos igual, siempre le prestan más atención a mi hermano dejando me a mi por un lado.

Bueno es hora de presentarme; mi nombre es Mateo Cortéz, edad 17 tengo el cabello negro un poco largo, ojos verdes y piel blanca; soy el hijo de uno de los mas grandes empresarios y una excelente abogada, vivía en Miami en los mejores departamentos de la ciudad, pero por el trabajo de mi padre tenemos que mudarnos a los Ángeles.
Eso para mi es horrible ya que entro a un nuevo colegio y no soy muy sociable, también me va muy mal en casi todas las asignaturas.
Lo bueno de mudarnos es que dejare a todos eso malos chicos que me hacen bullying y esperar que en el nuevo colegio
sea diferente... Aunque no lo creo.

El viaje fue de lo más aburrido solo me dediqué a escuchar música ya que mamá hablaba y hablaba de lo buen hijo que era mi hermano.
En el avión mamá se quedo dormida lo que al fin era paz y tranquilidad.
Cuando llegamos a los Ángeles pude apreciar un clima frío al parecer estaba en época de lluvias lo que me agradaba
Ya que la lluvia siempre me relajaba y me hacia olvidar de todos los malos pensamientos.

Después de viajar cuarenta minutos en taxi llegamos a nuestra nueva casa era enorme y bonita; bajamos del taxi entramos a casa y nuestras cosas ya estaban ahí y dos señoras las estaban organizando como mi madre les decía.
Fui a la planta de arriba para mirar que habitación me gustaba estuve una hora mirando y mirando hasta que al fin me quede con la que estaba al final del pasillo, era la mas pequeña de todas pero me agradaba tenia un ventana grande la cual abrí para que entrara aire y pude ver una habitación de la casa de al lado. Parecía ser la habitación de un chico ya que tenía posters de futbolistas, estuve mirando toda la habitación por un largo rato hasta que aparición un chico alto de cabello castaño, pude apreciar sus músculos porque lleva una toalla en sus caderas, tenia la piel morena. Me quede como un tonto mirándolo hasta que volteo a verme y me dio una sonrisa, ahí fue cuando pude ver sus hermosos ojos ámbar.

Deslizo su ventana hacia arriba para poder hablarme.

-Hey!- Me dijo aun con una sonrisa es sus labios.

-Ho... Hola - tartamudeo, por alguna razón estoy nervioso.

-Así que...¿ Eres mi nuevo vecino?.

-Ha... Sí, lo soy.

-Que bien... ah por cierto me llamo Andrés,¿cual es tu nombre?.

-Me llamo, Mateo.

-Es un gusto; Mateo.

-El gusto es mio- Dije un poco mas tranquilo.

-Andrés!! - Escuche el grito de una mujer llamándolo.

-Ah me llaman, mas tarde hablamos, Mateo.

-Oh si claro- Dije y con esto último me guiño un ojo y se fue.

Entre mis cosas a mi nuevo cuarto y las empecé a acomodar, de vez en cuando mi mirada se desviaba a la habitación de Andrés por alguna extraña razón quería conocerlo más.
Estuve una hora organizando mi cuarto lo hice lento para ver si Andrés aparecía y me hablaba pero no habían señales del él, me acomode en mi cama quedándome dormido por mucho rato; desperté por el fuerte sonido de mi celular anunciando la llegada de un mensajes de mi amiga Sandra diciendo me como estaba y como me había ido en el viaje, mire la hora y eran las 10pm
-Dios he dormido mucho tiempo, iré a comer algo- me acomode en la cama y me dirigí a la cocina.

Cuando llegue vi la luz de la cocina y voces me acerque cautelosamente abrí un poco la puerta y pude ver a mis padres teniendo una pequeña discusión... Al parecer se trataba de mi.

-No quiero que siga viviendo aquí - dijo mi padre furioso.

-Pero cariño es solo un niño, no sobrevivirá aya afuera- dijo mi madre suavemente para que mi padre no se alterara más.

- ya no es un niño, pronto Mateo cumplirá 18, que se consiga un trabajo y se largue de aquí!! - Dijo mi padre con más enojo
-Pero cari...

-¡Nada de peros!, ese hijo tuyo se ira de aquí.

Salí corriendo hacia mi cuarto con lágrimas en los ojos
Abrí un cajón y saque a mi amada navaja.
La puse en mi muñeca he hice presión, poco a poco comenzó a salir sangre me sentía mal. ¿Por que mi padre me quería echar de casa? No lo entendía
La navaja seguía haciendo mas presión haciendo la herida mas profunda, hasta que Andrés... Me hablo.

-Pero que haces, Mateo!! - lo escuche gritar me y haciendo me dar un brinco que hizo que soltara la navaja cayendo al piso y llenado este con pequeñas gotas de sangre.

-Andrés...- dije llorando cada vez más.

-Voy a entrar - dijo acomodándose en la ventana sin esperar respuesta mía y saltando a mi ventana para así entrar y ... Abrazarme se lo correspondía escondiendo mi cara en su pecho y quedarme dormido con los latidos de su corazón.