Capitulo 7 - "De Pelos o sin"

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ATENCIÓN De ahora en adelante el contenido de esta obra no es apta para personas con fallas cardíacas, ya que el contenido empezara a subir la temperatura del lector, no me hago responsable luego de la lectura lo que suceda...  


Al salir de mi habitación con mi bolso de mano, en donde va todo lo necesario para hacer compras. Tomo mis gafas de sol junto con la tarjeta de habitación, voy al ascensor llamo para poderme subir; tengo que esperar unos cuantos minutos, al abrirse la puerta me encuentro con el bocazas, bueno ya sé que se llama Chris pero no es merecedor de mi buena voluntad, esta vestido con una camisa gris clara, unas bermudas color azul oscuro y unas sandalias de cuero, sería la versión romana si llevara capa, jajajaja... eso me causa una ligera sonrisa, cosa que desconcierta a él bocazas, no le doy tiempo de decirme nada porque entro al ascensor cuando el sale; cierro rápidamente las puertas, su desconcierto me causa gracia.

- eso te pasa por bocón, jajajaja... no puedo creer que haya hecho eso, donde me siga está perdiendo su tiempo, no hay cosa más tediosa que acompañar a una chica a hacer compras, pobre poli bocazas.

Así en dos minutos logro llegar a la primera planta, sana y salva, salgo por los grandes arcos tomando un mapa de la ciudad para ubicarme no vaya y me pierda e ir a hacer compras, no quiero tomar un taxi quiero caminar un rato por la playa, me pongo los lentes emprendiendo camino. La playa no está muy concurrida en la mañana, un chico pasa por mi lado y me observa de forma misteriosa el bello de mi cuerpo se pone en filo me da esa sensación de que no es una buena persona, me siento agradecida cuando sube a un auto, ver el mar me tranquiliza un poco, pero me cuestiono si será que él me conoce de algo.

Al caminar unos treinta minutos encuentro un puesto de helados, pedir uno de tamarindo e ingresarlo a la boca eso es glorioso, como cuando eres chiquillo y te dan lo que más quieres no puedo evitar cerrar los ojos al sentir su frescor ¡dulce sabor!, pago, el tendero me obsequia una sonrisa de lo más tierna, aunque le falte un diente.

Calles más arriba encuentro la primera boutique cuyos vestidos veraniegos me hacen coqueteo, y me dejo seducir; descubrir el paraíso de los vestidos desde cortos hasta largos, vaporosos y ceñidos, los quiero todos, una joven morena muy guapa ella se acerca.

- Buenos Días en que te puedo colaborar

- hola como estas, ando buscando vestidos creo que llegue al lugar correcto, ¿podrías mostrarme lo último en moda?

- claro, la verdad la moda está en lo más natural; ven te muestro

- ¡mira que bello vestido!- un vestido color verde con bordado en flores diminutas amarillas, tiritas delgadas para los hombros un precioso volado cuya caída da sobre el borde de las rodillas- ¿me lo puedo medir?

- claro sígame hasta el probador

Al ponerme el vestido me siento una mujer segura y sexi, mis pechos caben perfectamente en la copa, su corte me forma una perfecta cintura para luego ampliamente caer, ¡me encanta! Mis ojos se ven más azules yo me veo y siento maravillosa, salgo del probador...

- ohhh... mira que este vestido fue hecho para ti, deseas llevártelo puesto- ante la tentación claro que si

- si claro pero quiero ver más, ¿me puedes enviar las compras al hotel? tengo que comprar infinidad de cosas y no traigo coche.

La dependienta feliz de mi observación me regala una amplia sonrisa y me muestra más de los vestidos, llevo en total dieciséis vestidos, de todos los estilos, hasta enterizos de pantalón sueltos largos, y dos enterizos de short uno en solo tono y el otro de marinero, se ve tan sexi que no lo pude evitar.

Perdida en mi Mundo - Primera entrega de la saga PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora