Bendito fantasma.

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Lo he escrito basándome en la historia que cuenta Calum de cuando vio un fantasma y acabó durmiendo en la cama de Ashton. (El vídeo donde cuenta todo eso se encuentra en la multimedia del capítulo).

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Eran las tres de la mañana cuando abrí los ojos y me encontré con la silueta de una capucha y unos hombros en mi habitación. Mi primera reacción fue tirarle mi sábana y correr escaleras abajo. Una vez abajo, me metí en la habitación de Ashton, cerré la puerta y me senté con mi espalda apoyada en ella. No sabía el motivo, pero fue el primer lugar seguro que se me ocurrió.

El rubio me observó desde la cama sorprendido, esperando una explicación de mi visita a su habitación tan tarde. Yo no podía hablar, estaba terriblemente asustado, cosa que Ashton tuvo que notar, porque se levantó y se acercó lentamente a mí, para luego ponerse en cuclillas, quedando así a mi altura. Me sentía avergonzado por estar tan acojonado, así que simplemente metí mi cabeza entre mis piernas e intenté calmarme. Pude sentir como el chico que llevaba un rato observándome con curiosidad me abrazó sin previo aviso. Al principio me mantuve en mi posición, pero poco después acabé apoyando mi cabeza en su pecho, con mis piernas pegadas a mi cuerpo, sintiendo las de Ashton a mi alrededor, junto con sus brazos, que me acariciaban la espalda. Cuando por fin me calmé, le miré por fin.

-Perdón por despertarte y actuar así. –Intenté apartarme, pero él apretó más el agarré.

-No hay problema, si hubiese sido Luke o Michael los hubiese echado a patadas, pero sabes que tú nunca molestas.

Los latidos de mi corazón empezaron a acelerarse y empecé a dudar de si había sido una buena idea ir a su habitación. Sabía que mis sentimientos respecto al rubio eran confusos, y luego él decía esas cosas y me entraban ganas de besarle. Lo cual, sabía perfectamente que no estaba bien.

-Cal, ¿podrías explicarme el motivo de tu visita nocturna?

-Prométeme que no vas a reírte de mí.

-Eh, bebé, yo nunca me reiría de ti. –Dijo eliminando cualquier tono de broma en su voz. Intenté controlarme.

Le conté toda la historia mientras mantenía mi mirada en su camisa de Kurt Cobain. Técnicamente era mía, pero le había gustado tanto que me la había pedido y yo no me pude negar. Nunca me podía negar siendo él.

Cuando terminé de contar la historia, tapé mi cara esperando que se riera de mí. Lo que hizo, fue algo que definitivamente no me esperaba. Noté como se levantaba, así que lo observé mientras abandonaba la habitación, no sin antes sonreírme. Volvió a los pocos minutos con una almohada, la cual dejó en su cama.

Me obligó a levantarme, yo le hice caso, pero no me atrevía a mirarlo aún.

-Calum, por favor, mírame. No me pienso reír de ti. –Le miré. Seguía avergonzado, aunque un poco menos gracias a que no se había reído.

-¿Me crees?

-No creo en fantasmas, pero confío en ti, por lo cual, te creo. Agradezco que hayas venido a mi habitación y no a la de Luke o Mike. Posiblemente esos estúpidos se hubiesen reído.

-La verdad es que no lo tuve que pensar mucho. Me dije que necesitaba un lugar seguro, y tu habitación me pareció el lugar más seguro.

Ashton se acercó más a mí, y aunque mi cerebro mi gritaba que huyese, que eso solo iba  a hacerme más daño, le decidí hacer caso a mi corazón que gritaba que me quedase, que arriesgase.

El rubio se siguió acercando, con cautela, como si tuviese miedo de que huyese. Mandé a la mierda todo y le besé. Para mi sorpresa, fui correspondido al momento. Ashton puso sus manos en mi cabeza, jugando con mi pelo, y yo mantenía las mías en su cintura. Sabía a melocotón, justamente como esperaba, ya que es lo que habíamos comido una hora antes en mi habitación mientras veíamos vídeos. Sus labios eran suaves, y juro por dios, que era el mejor beso que había dado nunca. Cuando nos separamos fue cuando empecé a arrepentirme de haber sido tan tonto.

-Lo siento. De verdad, lo siento. Puedes odiarme, da igual, lo entiendo. Me voy. –Me estaba dirigiendo a la puerta cuando sentí como me agarraba y me giraba, para a continuación besarme. Si decía que me lo esperaba, mentiría. Si decía que estaba deseando que lo hiciera, diría la verdad. Continuamos un rato, hasta que tuvimos que separarnos por la falta de aire.

-No te odio. Por dios, Calum, llevo perdiendo el culo por ti desde el primer momento que te vi. Si no me besabas tú, te iba a besar yo de todos modos.

-Espera, ¿te gusto?

-Me gustas muchísimo. Michael y Luke se dieron cuenta hace muchísimo. Decían que yo también te gustaba, que éramos estúpidos por no darnos cuentas.

-Vaya si lo somos. –Me reí y le besé otra vez, esta vez sin prisas, simplemente disfrutando de los labios del otro. Sonreí y nos separamos.

-Quédate a dormir, por favor. –Me pidió suplicando. Me era imposible negarme.

-Por supuesto, no pienso volver con el fantasma.

Nos encontrábamos tumbados después de haber estado un rato hablando. Escuché como me daba las buenas noches y se giraba. Me acerqué y enredé mis piernas con las suyas para luego abrazarlo por la espalda y dejar un beso en su cabeza.

-Bendito fantasma. –Fueron sus últimas palabras antes de caer en los brazos de morfeo.

-Bendito fantasma. –Le respondí con una sonrisa.

One shots (Cashton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora