El vuelo fue tranquilo, grabe algunas cositas y después de eso me dormí hasta llegar a Madrid. La señora que estaba a mi lado me dijo que habíamos llegado, yo le agradecí y me levante cogiendo a Aiden, salí del avión y fui a buscar mis maletas en la cosa esa que da vueltas con todos los bolsos y eso. Después de esperar unos minutos a que saliera mi última maleta salí y tomé un taxi, no sin antes darle la dirección de mi nuevo departamento.
Saque la cámara de mi bolso y comencé a grabar...
-Ya estoy en Madrid, señoras y señores – dije haciendo el acento español - Aiden está muy preocupado - lo enfoque – está en plan: ''¿Qué ha pasao' tioh'?'' – dije intentando imitar el acento andaluz de algunos españoles mientras hacía zoom a la cara de Aiden – Ya, basta de hacerle bullyng al pobre gato – dije para enfocarme a mí de nuevo – Lo poco que he visto que me parece muy lindo, Madrid is life, mother fuckers – apague la cámara porque ya había llegado a mi destino – Gracias – le dije al señor mientras le pagaba con una sonrisa.
- No es nada, y bienvenida – me dijo con una sonrisa para luego arrancar el auto.
Entre y una joven me atendió de muy mala gana, parece que alguien no tuvo un buen polvo anoche. Cogí las llaves y tome el ascensor para alejarme de esa mujer, que amargada dios.
Cuando ya estaba en la puerta de mi nueva casa me puse algo nerviosa, y emocionada a la vez. Abrí muy entusiasmada la puerta y entre para luego arrodillarme y besar el suelo... Necesito un psicólogo urgente.
Tire las maletas por alguna parte y comencé a grabar una vez más.
-Y mágicamente estoy en mi nueva casa – dije mientras enfocaba a la sala en donde había un sofá-cama con un televisor al frente de este – les enseñare un poco, porque estoy súper emocionada por saber cómo... ¡MIERDA, AIDEN SIGUE EN LA CAJA! – grite y fui hacia esta para sacarlo y que fuera a explorar, pero solo se fue al sofá y se durmió – Maldito vago – dije mientras reía.
Mientras grababa iba conociendo mi departamento. No era la gran cosa, pero me gustaba. Tenía dos habitaciones, una de ellas con baño, una cocina ni tan grande, ni tan pequeña, era perfecta. Y un baño al lado de la última habitación. Amo mi nueva casa. Decidí despedirme de mis suscriptores para poder arreglar la ropa y hacer todo lo que se hace en una mudanza. Por suerte, lo más pesado, como la cama, muebles, armario y de más, ya estaba en casa.
-...-
-Que puta pereza – dije cuando termine de arreglar todo, por suerte nada se rompió. Esta vez mi torpeza no salió a la luz. Mire la hora y ya eran las ocho de la noche, así que decidí pedir una pizza, ya que no tenía comida, mañana saldré a comprar cosas que me faltan.
Mientras esperaba la pizza tome una ducha y me relaje bastante. Minutos después salí y me coloque una pijama de pikachu, era de cuerpo completo y en la capucha tenía la cara de pikachu, súper mona.
Encendí el portátil para editar el video, estaba muy cansada, pero quería editarlo para subirlo mañana en lo que me levantara. Escuche tres golpecitos en la puerta de entrada, así que fui y cogí la pizza, le pague al chaval, que me miro raro al verme.
Pues claro, a cualquiera le parece extraño ver a una chica de cabello rosa con una pijama de pikachu.
Yo solo le sonreí y cerré la puerta, sé que es de mala educación, pero tenía hambre, joder.
