Capítulo 8

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Enredados entre las sábanas se encontraban nuestros saiyajins, sin dejar tiempo a coger aire para volver a besarse, enredaban sus colas y las hacían danzar entre beso y beso, Bardock aprovechó para besar los pechos de la hembra haciéndola suspirar y gemir.

Bardock: ¿Qué me estas haciendo? -dijo mientras seguía disfrutando de ese cuerpo que lo estaba volviendo loco.

Gine: y-yo.. es que...

Bardock: no hace falta que me lo digas, iré con cuidado, ya se que eres virgen. -sin decir una palabra más entró en ella de una fuerte embestida que la hizo chillar y soltar algunas lágrimas. Esperó hasta que ella le dio su aprobación, comenzó a hacer movimientos lentos, sensuales hasta tal punto que la hembra clavaba sus uñas en su espalda, gimiendo su nombre, sintiéndose llena y feliz de estar de esta manera con su capitán. Los movimientos aceleraban hasta que llegaron al clímax. Satisfechos de ese encuentro se dispusieron a abrazarse, darse besos y susurros hasta que por el cansancio quedaron dormidos.

Mañana siguiente (Gine)

Desperté lentamente moviendo mi mano por las suaves sábanas al percatarme que el hombre con el que tuve un encuentro tan íntimo anoche no estaba, resignada me levanté y tomé una ducha, comencé a pensar que Bardock solo se aprovechó de mi.

𝐁𝐚𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤 𝐲 𝐆𝐢𝐧𝐞 • 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora