Capítulo 32

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Black: nada mal para ser un simple humano. -sonriendo descaradamente sacudiendose el polvo- bien, te daré una recompensa que será digna de elogio -elevando su Ki a uno morado oscuro, hacia un pequeño esfuerzo para llegar a ese poder oculto, hasta que al fin, un destello rosado se cruzó entre las nubes, sorprendiendo a todos, el aura de Black Goku ahora era rosa, y no se sentía su ki.

Black: mirad este color, ¿no es hermoso? -dijo presumiendo-  dado a los nombres que ustedes ponen, yo lo llamaría... rose... super saiyajin rose. Deberías darme las gracias Goku,  gracias a mí llegaste a ese nivel de hermosura.

Goku: que tipo más raro... no te entiendo... 

Black: lo suponía ya que eres un necio humano. 

Vegeta: tú, ¿dónde estás mirando? Tu oponente soy yo.

Black: tu momento de gloria ya pasó. -pero Vegeta era necio y seguía peleando, hasta que Black lo atravesó con una rosada espada de energía.- ¿llamabas al sufrimiento? pues recíbela- dejándolo caer al suelo desapareció llevándose consigo a la saiyajin, tomándola por sorpresa.- Baja tu Ki si no quieres morir ahora mismo. -la tocaba, la acariciaba, quería disfrutar de ella en esa casa solitaria de todo aquel desastre de ciudad. A la hembra se le saltaron las lágrimas, su cuerpo no respondía, su mente decía "vete" pero su cuerpo no la dejaba. Sintiendo como esos fríos labios pasaban por su cuello hasta el hombro pensó que hacer, si no se podía mover no le quedaría otra que hacerlo creer que estaría con el para darle una pequeña sorpresa. Siguió su juego, besando su cuello sin llegar a marcarlo, mientras pasaba sus manos por ese pelo ahora en estado normal. Black ya se sentía excitado, al ver esa pequeña hembra correspondiendole su juego, estaba totalmente ciego, tanto que no se dio cuenta cuando ella se separó transformándose en ssj3, tratando de elevar al máximo su Ki para que los demás la encontraran al mismo tiempo que le propinaba un puñetazo en la cara logrando aturdirlo, cuando el hombre quiso contraatacar ya habían llegado Goku y Bardock.


𝐁𝐚𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤 𝐲 𝐆𝐢𝐧𝐞 • 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora