Capítulo 14

1.9K 92 6
                                    

Al despertar y ver a mi pequeño a mi lado me hizo enternecerme hasta la última fibra de mi ser, este abrió sus ojos y me sonrió dándome un hermoso "buenos días mami"

Gine: vamos a desayunar cariño, falta poco para tus pruebas. -bajamos los dos para desayunar encontrándonos con que Bardock estaba en el sofá dormido acurrucado.

Raditz: ¿Porqué esta ahí papa?

Gine: eso da igual, corre a desayunar.-desayunamos los dos tranquilamente, observaba como Bardock hacia muecas de tristeza, me daba igual, no tendría que haber llegado en esas condiciones.

Escritora.

Llegada la hora Gine llevaba a su hijo de la mano hacia la central, el pequeño Raditz vestía con unas mallas ajustadas las cuales eran muy cómodas para pelear, una nueva armadura como la de su padre pero en gris, era reluciente, recién estrenada. El niño se encontraba eufórico, se había preparado mucho todo este tiempo y le quería demostrar a su madre los frutos del entrenamiento.

Finalmente llegaron, le asignaron el numero 23, cada niño daba lo mejor de si, a cada cual le asignaron un escuadrón, y a Raditz le tocó un escuadrón con 2 niños y dos niñas, se veía muy contento y para celebrarlo mandaron a los niños a purgar, los mandaron a un planeta un tanto débil solo para hacerles ver como era ese trabajo.

Gine

Al despedirme de mi hijo caminé a casa, con las palabras que le había dicho en mi mente "No mates sin conciencia, mata con los pies bien puestos en la tierra, piensa lo que haces". Entré en casa y lo primero que vi fue a Bardock sentado en una silla muy serio.

Bardock: tu y yo tenemos que hablar.

Gine: ¿Tu y yo? Para nada, con lo que hiciste anoche me lo dices todo. -comencé a recoger y arreglar la casa-

Bardock: Gine no hice nada, solo que se me acercó y no se me quitaba de encima, créeme mi amor, yo nunca te haría algo así, eres la única mujer que me ha hecho sentir cosas diferentes, la única que entiende lo que yo necesito, te amo.

Gine: -al notar la sinceridad en sus ojos sonreí- Yo también te amo -nos dimos un beso lleno de cariño- Raditz se ha ido a pulgar.

Bardock: -esbozó una sonrisa de medio lado- mmm tenemos la casa para nosotros solos. -llevándome hacia la habitación no pudimos evitar unirnos el uno al otro, demostrarnos lo que nos amamos.


𝐁𝐚𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤 𝐲 𝐆𝐢𝐧𝐞 • 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora