Salí de mi última clase antes del almuerzo y me fui a la cafetería, busqué a Mery, pero no la encontré. Así que fui a formarme a la fila, sola, como toda chica nueva.
Mientras estaba haciendo la fila llegó un chico y se metió en mi lugar, toqué su espalda y se volteó. Era un chico guapo, de cabello castaño, ojos hermosos y una sonrisa que podría cautivar a cualquier chica. Sin embargo no despertaba ningún interés en mi.
-Disculpa, yo llegué antes- le dije con una mirada fría.-Oh, de verdad? -Me dijo en un tono sarcástico.
-Si, y por si no te han enseñado la fila va atrás- le contesté
Frunció en ceño.
-Eres nueva?-Dijo evadiendo el tema.
-Si, llegué ayer a este lado de la ciudad.- contesté fríamente.
-Mi nombre es Cameron, Cameron Dallas.- Dijo extendiendo su mano con una sonrisa encantadora.
-Es un placer Cameron, mi nombre es Samantha.
-Comemos juntos? -Preguntó.
Observé alrededor y al no ver a Mary acepté.
Cameron me llevó a una mesa que estaba en una esquina de la cafetería, habían varios chicos y chicas ahí pero no pareció que mi presencia los sorprendiera o les importara mucho.
Al rato llegó una chica hermosa, de piernas largas, cabellos ondulado y ojos verdes que saludó a Cameron de una manera muy coqueta, sentandose en medio de nosotros.
-Hola Cam- Dijo sonriendo y envolviendo el cabellos en su dedo.
Cameron me miró en forma de discula y le dijo:
-Ahora no Andrea, estoy acompañado.
Ella sólo me miró con cara de odio y se fue.