Mis días solían ser tranquilos. Viajaba solo, de casa al instituto. Prestaba atención a las clases y tomaba apuntes, luego, regresaba solo a casa. Mis únicas preocupaciones variaban entre actividades y tareas a entregar al día siguiente, de repente, alguna que otra prueba, todas cosas que ocupaban mi tiempo libre al regresar del instituto, cenaba y me iba a dormir. Esa era mi rutina básica hace unos meses; pero un solo detalle lo ha cambiado todo.
Rubén Doblas.
El chico popular de la escuela. De ser un instituto mixto, tendría a todas las chicas locas por él; y es que, ¡Vamos! ¡La pinta si que la tiene! Es muy alto, esbelto, su piel pálida y delicada, además, el tio tiene un par de brillantes ojos pardos que llaman la atención de cualquiera. Y ese acento tan curioso por su mitad noruega.
Habría que estar ciego para no notarle.
Aún sigo sin entender cómo ese chico tan guay se ha fijado en alguien tan... soso y empollón. En mi, un chico.
Rubén es el tipo de chico del que trataba de alejarme en la primaria. Sus calificaciones dan mucho que desear y los profesores le conocen por su actitud despreocupada hacia sus asignaturas. De hecho, Rubén debería estar cursando ya el último año.
A pesar de nuestras abismales diferencias, me atrevo a decir que hemos llegado a congeniar bastante bien, Rubén es el lado divertido y relajado que necesito en mi vida. Y es que a él poco le importa la opinión ajena, no sabe de discreción y es un atolondrado profesional. Recién hace unas horas, en literatura, se la ha pasado todo el rato mirándome; y sin vergüenza alguna. ¿Qué de interesante encuentra en mirar a alguien como yo? O a lo mejor es diversión, quizás le entretiene mirar como un empollón toma apuntes y trata de concentrarse. Igual, le he devuelto la mirada de vez en vez, porque a diferencia mía, Rubén si que es interesante. Una combinación de chico delicado con un intento bien logrado de chico rebelde, ese es Rubén Doblas.
Ahora mismo salgo de gimnasia. No es mi asignatura favorita; pero lo intento. Camino directo al salón, sin ninguna compañía. A tan solo unos pasos de llegar al aula, noté como la puerta no estaba cerrada del todo y se escuchaba a dos personas conversar ahí dentro. Me pareció de mala educación interrumpirles, por lo que me decidí a regresar por donde vine; pero entonces, me pareció que la voz de una de esas personas, era la de Rubén. Como ya dije antes, Rubén posee un timbre de voz y un acento muy curiosos, que hacen fácil distinguirlo del resto. Me quedé escuchando un poco más tras la puerta, sólo para saber si en realidad se trataba de él. Aunque no le he visto salirse de la clase en ningún momento... a lo mejor se ha escaqueado y no me extrañaría.
—Escucha, tío, no es que me incumba... ¿Sabes? Pero... a ver, Rubius, ¿Ustedes son "Eso"?
Ha dicho Rubius. Mi Rubén es el único "Rubius" de la clase, según sé. No hay error. Vale, siendo así, supongo que no habría problema si simplemente entro a cambiarme y ya, que no me agrada quedarme en ropas de gimnasia por mucho tiempo.
Coloqué mi mano sobre el pasador de la puerta, dispuesto a entrar; y el chico de hace un rato, continuó, haciéndome parar.
—Mira, que salir con Miguel... él es de un "genero" diferente, o sea, no hablamos de una tia, ¿Sabes?
—¿Genero? —repitió Rubén, como confundido.
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Classmates ||RUBELANGEL||
FanfictionUn chico conoce a otro chico. Justo en la flor de su juventud. Su amor se sentía como un sueño, Como un burbujeante refresco. Miguel Ángel Rogel, un destacado estudiante que sacó una nota perfecta en el examen de ingreso al instituto; Rubén Dobla...