He Is My King, I'm He's Queen.

Capítulo 7: Defendiendo el Campamento.

Helena

El Inframundo era un lugar increíble, sus gobernantes son amables y no eran lo que esperaba. El viaje sombra dejo a Nico agotado, por lo que lo llevé a la Cabaña 13. En el camino, nos reímos de las estupideces que habíamos hecho en algún momento de nuestra vida. De un pronto a otro noté una chispa juguetona en sus ojos y fue entonces donde Hazel abrió la puerta. Traía una ceja alzada mientras su mano estaba apoyada en el marco de la puerta. Me despedí y fui a mi Cabaña. Unos chicos que se sentaron en el sillón terciopelo me miraron pero desviaron la vista

-¿Y Piper?- pregunté

-En los campos con Jason- me respondió uno

-¡Helly, cariño, volviste!- dijo Drew con un canturreo

-Si, volví, yupi- dije sin ánimo porque sabía que venía

-Vamos a tu habitación, hay algo esperándote ahí, me lo debes contar todo- eso era lo que venía, una chismosa sin duda.

Subimos las escaleras pasando antes por un espejo para que Drew se arreglará un poco su cabello, luego a mi habitación. Ella se sentó en el centro de mi cama, cruzando sus piernas expuestas y abrazando una de mis almohadas, posando su barbilla en esta. Yo me siento en la orilla, aliso mi vestido rojo para poder contar. Empiezo por los campos de fresas, el como el entrelazo sus dedos con los míos, ella da un suspiró soñador. Continuó con la pequeña confesión de Will y él, Tanaka frunce el ceño lo cuál hace que me ría. Luego, doy una pausa, dándome cuenta de lo que hay en una silla de madera frente a mi escritorio, una cajita, pero le resto importancia y sigo. Le describo el castillo de Hades, y el como le agrade a el y a su esposa y suegra. Ja. Concluyó el chisme

-Ay, querida, ¿es que acaso no lo ves?- preguntó Drew

-¿Qué cosa?

-Le gustas, y mucho

-¿A Nico? Ñah, no creo...

-No estúpida, a Leo

-¿¡QUÉ COSA?!

-Claro, hasta te vino a dejar esa caja- señala la caja que antes había visto

-Ajá, claro, seguro

-Dioses, de verdad te vas a quedar con todos los hombres de Campamento, Nico te ama y de eso no cabe duda, Leo no te va a expresar sus sentimientos pero le gustas, deja nos un poco de mercadería.

-No te creo, Drew, él es solo un amigo mío y ya, ¿si?- oí la puerta de la cabaña abrirse y a una chica llorando. Drew y yo intercambiamos miradas mientras nos apresuramos a ver que pasa.

Vemos a la pobre de Piper llorando sobre el hombro de Colette, una hermana, desconsoladamente. Nos acercamos cautelosamente y yo posó una mano en su hombro

-¿Qué sucede?- preguntó

-Jason, no me quiere, no se como me pude fiar. ¡Me cortó!

-Ah, eso no es razón para llorar, nadie te quiere de todo modo- comentó Drew.

-¡Drew! No seas grosera, dioses...

-Helena tiene razón, no le deberías ser tan ruda- le dijo Isaac, un hermano.

Por la puerta entró corriendo Nyssa, pálida como nieve. Se le veía cansada, así que decidí invitarle a pasar. Ella negó

-No hay tiempo. Mitchell, Lacy, Romeo, Danielle, Rachel y Tyson han vuelto de la misión secreta y Quirón nos quiere inmediatamente en la Casa Grande- todos caminamos a la puerta pero nos detuvo Jake

-Momento, no todos, solo a Helena- Jake me miró

-Está bien, solo un momento ¿sí?- me retiré rápidamente sin esperar respuesta de él. No me pude contener, me mataba la curiosidad de ver el contenido de la caja de Leo. Aunque la curiosidad mató al gato, pero es solo un decir.
Me apresure a mi habitación, la tomé en mis manos, listones naranja en una caja de cartón pequeña. Retiré uno de los listones, tomé la tapa y lo pude ver, debajo de una nota.