Capítulo 4

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-¿Qué que te he hecho?, querrás decir que ¿qué te has hecho tu misma?, porque lo único que yo hice fue acudir a tu rescate - dijo un Castle ya bastante espabilado e incorporándose en el sofá.

-¿A mi rescate?, ¿A rescatarme de que o quien si puede saberse?

-Pues de ti misma inspectora, ya te lo he dicho. Que si no me llega a llamar Brian, probablemente hubieras terminado en urgencias.

-¿Brian? - preguntó Becket aturdida.

-Si, Brian, el camarero de "The Old Haunt", por lo visto fuiste a buscarme después de lo que pasó con Josh y como yo no estaba decidiste ahogar tus penas en alcohol, pero casi eres tú la que te ahogas.

Becket se acercó al sofá y apartando las piernas de Castle se sentó en él.

-¿No te acuerdas de nada? - preguntó Castle.

-La verdad es que no mucho, solo sé que me siento fatal y me duele todo.

-Es la resaca, te prepararé el remedio favorito de mi madre, es un poco repugnante, pero si eres capaz de tomártelo todo te sentirás mucho mejor - dijo él, levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina.

Estaba muy aturdida, recordaba haber llegado a su casa y encontrarse con un Josh indignado, que le reclamaba el no haberle contado lo de la investigación sobre el caso de su madre, también que después de su ataque de llanto había ido a buscar a Castle al bar, pensando que estaría ahí, tal como le dijo, y al no encontrarlo empezó a beber, estaba tan agobiada que no pudo parar. A partir de ahí ya no recordaba nada más hasta que se despertó en la cama de él.

Se levantó del sofá y envuelta en la sábana se dirigió a la cocina donde no pudo evitar esbozar una media sonrisa al ver lo adorable que estaba Castle. Solo vestía unos calzoncillos azules de seda y una camiseta gris jaspeado. Tenía el pelo totalmente revuelto y estaba absolutamente concentrado mientras pelaba frutas, partía unos huevos y echaba a la batidora los ingredientes para el mejunje que iba a tener que tomarse.

Una vez listo este, lo echó en un vaso y se lo dio a tomar.

-Toma, se valiente y de un tirón.

-Gracias - dijo ella mientras fruncía la nariz al percibir el mal olor - ¿sabe tan mal como huele?

-Mucho peor - contestó él - pero es un remedio infalible.

Becket empezó a beber sin poder evitar la expresión de asco. Cuando termino solo acertó a decir:

-¡Puajjj!, ¿qué demonios le has echado a esto Castle?, si no te hubiera visto hacerlo diría que te has meado dentro.

-Sería una justa venganza después de que tú me vomitaste encima toda tu cena de anoche.

-¿Te vomité encima? - dijo con cara de apuro - ¡qué asco!

-Pues la verdad no fue nada agradable.

-¿Y mi ropa?, no me has dicho dónde estás, ¿pasó algo? - preguntó con cierto temor en la voz, había amanecido sola en la cama, pero aunque confiaba en Castle, no sabía si él también bebió o como terminó la cosa - ¿fuiste tú quién me quitó la ropa? ¿y por qué estaba en tu cama?

-Pasaron muchas cosas, y si, la ropa te la quité yo - dijo él con un cierto tono de malicia que se acentuó al ver la cara de susto que se le ponía a ella - y estabas en mi cama porque tenía que acostarte a dormir la mona en algún sitio y el cuarto de invitados no estaba preparado. Prefieres que te las cuente ya o quieres darte una ducha antes y te las cuento mientras desayunas. Yo te aconsejaría la ducha antes, no hueles muy bien que digamos.

Un fin de semana diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora