-Mírame y dime que me admiras-ordenaba mientras me sacudía del cabello
-Te admiro-musite
-no te escucho-Rompió una cacheta en mi mejilla
-TE ADMIRO-escupí con furia. Siempre me hacía eso cada vez que le iba mal.
Halo de mi cabello por última vez y mientras gritaba con frustración me aventó el plato con un poco de pan y frijoles. Mire la bajilla y no podía creer lo que en ella había, nunca habían hecho un gesto como este. Estire mi brazo y tome el pan, estaba suave, recién calentado crujiente.
No sé si ya estoy en tan malas condiciones que ya deliro, que es lo más probable.
-Dejare la puerta abierta, tienes solo una oportunidad para largarte y morir en otra parte ¿entendido?-se acercó insistente al no encontrar respuesta alguna-¿entendido?-espeto de nuevo y con más impetuosidad.
Asentí con la cabeza.
-y cuando digo lejos, me refiero a lo suficiente como para que nadie se entere de ti, lo más lejos que tus inútiles piernas puedan, ¿entendido?
-como sea-musite débil
Comenzó desatando los lazos
- no quiero que Katherine se entere-agrego.
Se levantó después de desatar todos los nudos-cuando termines de comer tomas la manta y te largas-abrió la puerta-espero jamás volverte a ver-solto como despedida y salió del frio sótano.
Comí tratando de disfrutar algo apacible por última vez. No tenía prisa, la muerte puede esperar una horas más. Me levante débil, casi arrastrándome, seguí caminando hasta tomar la manta. Subí lentamente las escaleras, podía notar como la puerta estaba abierta.
La misma motivación de salir de aquí y saber que no tendrán la satisfacción de verme en mi último aliento me impulsaba y me daba un poco de fuerzas para largarme por fin de este lugar.
Por supuesto que era de noche, Lilian no permitiría que hubiese escapado de día como para que todo el pueblo me vea.
Como las odio.
No le encuentro la noción al tiempo como para dar un aproximado de hora, ese sentido lo había perdido desde hace ya mucho tiempo.
Específicamente la puerta de este sótano daba hacia el patio trasero de la casa, salió ansiosa de mirar el cielo por última vez, por mirar todo por última vez. Cubrí mi cabeza con el manto tratando de evitar que los copos cayeran en mi enredado cabello.
Abrí la reja que daba hacia el bosque, todo se miraba diferente. Por lo menos aun podía divisar todo con exactitud, aun estando todo oscuro.
Escuche el chillido de la reja y sin inmutarme seguí caminando hacia los adentro de ese hermoso bosque.
Los tobillos y las muñecas me ardían, sin mencionar lo mucho que las plantas de mis pies dolían.
Ya todo me era totalmente indiferente a estas alturas.
Y así fue esta larga noche, merodear por todo el bosque hasta sentir mis piernas o mejor dicho no sentirlas, caí para después arrastrarme hasta en tronco.
|….|
La insistente luz en mi rostro y unos susurros cercanos me hicieron tomar un poco de lucidez. Escuchaba sonidos raros y fue allí cuando abrí los ojos y me encontré con el peculiar rostro de una anciana, trate de incorporarme y mire a mí alrededor.
-¿Dónde rayos estoy?-dije mientras frotaba mis ojos. Me encontraba en una clase de cuartito con una puerta y pequeñas ventanas, veía como todo avanzaba en el exterior.
-¿Qué es esto? ¿Dónde me tienen?
-¡Paul, Paul!-llamo la señora preocupada-¡ya despertó!-exclamo sorprendida
-¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí?-insistí con las preguntas, estaba comenzando a alarmarme
-Tranquila pequeña, no te haremos daño-se acercó a lo que yo reaccione de mala manera-Queremos ayudarte-dijo en tono dulce.
-No, gracias-trate de relajarme-quiero salir de aquí-la mire con alteración. Voltee de nuevo por la ventana y podía notar la claridad que expulsaba, me asome y mire un pedazo de cielo.
-¿Qué te sucedió?-cuestiono la anciana tratando de llamar mi atención-Tus muñecas….tus tobillos. ¿Qué te hicieron?-musito preocupada de mi aspecto
-Le agradezco su interés pero ayudar, pero no lo necesito
-Vaya que si estas mal, ¿Cómo se te ocurre decir eso?-se acercó-no te dejaremos bajar de la carrosa hasta verte mejor, no te podemos dejar así-acaricio mi brazo y la mire ofuscada.
-No haga eso-dije pesada-No es necesaria su ayuda, tengo que permanecer en el bosque-suplique.
-No te dejaremos allí, mírate cariño-me señalo con susto en su mirada-Puedes morir si permaneces un día más allí
<<Si ella supiera>>
-Pero-me interrumpió decidida.
-vendrás con nosotros y es lo último que diré.
|….|
Mire por la ventanita y me encontré con un gran, gran palacio. Era majestuosamente impresionante.
-llegamos-sonrió, tomo su canasta.-le diré a Paul que ayude…-y fue lo último que pude escuchar antes de desvanecer por completo, solo pude sentir ese punzante dolor en la cabeza al momento de azotar contra el piso y mis ojos se cerraron profundamente.
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These are not flowers
Romance"Tu necesidad de amar me hizo creer que realmente merecía ser amada" No contaba con ninguna razón o impulso por luchar en este mundo. ¿Ya para qué?. Sin desearlo, estas personas me acogieron, sin imaginarse que al llevarme, me atarían más a esta vid...