Cap.2
Cada noche, cada pesadilla me hacía revivir el momento en el que los perdí. Era un retroceso que agobiaba todas mis noches.
Los sueños son siempre esos momentos donde vuelas e imaginas las mejores fantasías y momentos que te encantaría cumplir; pero en mi caso solo podía mirar aquella escena sin poder cerrar los ojos y escapar de esa dolorosa realidad.
Sentí mi rostro empapado y gracias a eso logre regresar a la realidad, casi igual de miserable que mis pesadillas.
Aun me sentía mareada pero a lo lejos podía escuchar una conversación, trataba de aclarar más mi oído para escuchar con la mayor definición posible.
-Charlotte, ¿ya enteraste al joven Harry de la estancia de la joven?
-Pero claro que si-respondió la anciana al instante-el mismo la cargo hasta la habitación, lo cual me sorprende de su parte, nunca me imaginé que se atreviera a sostener a una joven en esas condiciones.
-Entonces es verdad-contesto la voz masculina asegurando-¿y que dijo al respecto?-agrego con curiosidad aquel hombre
-Que la mantengamos en el palacio hasta su definitiva recuperación-contesto con voz relajada
-No me hubiese esperado tal reacción del joven.
-Nadie.
Me sentía aturdida y mi cuerpo se sentía adolorido, tal como un envaramiento general.
Mire a mi alrededor y me topé con una gran habitación, lujos por doquier, todo absolutamente impecable. <<vaya, era del tamaño de la casa del pueblo>> pensé.
Levante la gran y elegante colcha color marrón con detalles dorados que me cubría. Mire mis muñecas las cuales estaban vendadas al igual que varias partes de mi cuerpo, principalmente las más heridas, habiendo relajar un poco el ardor al cual estaba un poco acostumbrada.
Me analicé unos segundos más, no lo podía creer, ya hacía mucho que no miraba mi tez de su color natural, la mugre siempre la cubría y la hacía ver desagradable, tome mi cabello y pude disfrutar lo suave y sedoso que se sentía. Tome una gran bocanada de aire llenando mis pulmones profundamente.
-Vaya, ¡despertó!-exclamo entusiasmada la anciana. Me hizo dar un salto gracias a su grito el cual reboto por toda mi cabeza taladrando hasta la más pequeña parte.
Se adentró por completo a la habitación y se acercó a la cama.
-¿Cómo te sientes, cariño?-cuestiono en tono dulce
-Mejor, gracias-conteste confundida aun.
De cierta manera, nunca nadie recoge a una chica moribunda de un bosque y la lleva a un palacio para darle hospitalidad. Estas personas no se ven con malas intenciones y no me gustaría ser mal agradecida, sus acciones son buenas y lo mínimo que puedo brindar es un poco de amabilidad y agradecimiento.
Aun que tal vez no era lo que deseaba, tal vez lo último que quería era morir y al fin ser libre.
-Disculpe, ¿quién es el joven Harry?-si hablamos de personas curiosas yo derrocaría a cualquiera, jamás podrías ser más insistente en cuanto a esperar respuestas agiles y concretas que yo.
-oh, claro-me miro con seriedad-Es el príncipe Harry, poseedor de todo lo que nos rodea y de mas allá-mis ojos se abrieron de par en par.-ah, por cierto. Mi nombre es Charlotte, la ama de llaves y él es el señor James, el cocinero-presento señalando al señor que se encontraba detrás de la piecera.
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These are not flowers
Romansa"Tu necesidad de amar me hizo creer que realmente merecía ser amada" No contaba con ninguna razón o impulso por luchar en este mundo. ¿Ya para qué?. Sin desearlo, estas personas me acogieron, sin imaginarse que al llevarme, me atarían más a esta vid...