El camino era sinuoso, traicionero, lento y algo melancólico. Todos en el station vagon iban apretados ya que la costumbre y la informalidad hacían ganar unos centavos más a los conductores -acomódense un poquito atrás dan cuatro; profe pégate más a mi lado para que entre la profesora, aquí adelante damos los tres- les decía el chofer para hacer más espacio en el ya aglomerado auto el paisaje era parco sólo lo adornaban pequeñas plantas conocidas como Ichus y algunos cactus resecos por el calor del verano. De pronto el cielo se cerró y con ello empezaron a caer las primeras gotas de lluvia; poco a poco la llovizna se volvió en tormenta, el auto derrapaba por el barro arcilloso haciendo patinar las llantas en un constante el vaivén. Los pasajeros iban asustados, todos menos Darlo que iba en el maletero - sube chibolo aquí 'atrasito' vas a ir cómodo, dale asiento a los profes- le dijo el conductor.
De pronto como si la vida misma entendiera que cada ser tiene su momento y que la vida misma quisiera que este momento no le llegara justo ahora a estos desgraciados. el auto se atascó en el lodo, nadie se bajó y el conductor casi obligó a Darlo a bajarse y buscar piedras para poder salir del atasco. El chico diligentemente obedeció, aunque tenía las piernas adormecidas bajó y buscó las mejores rocas para que salgan de aquella zanja de lodo; salieron bien librados pero Darlo quedo todo empapado y con lodo y encima viajaba pegado al cristal posterior ya que con sus fachas iba a ensuciar la ropa de los "profes" así le había increpado el conductor y Darlo más paciente que obediente le hizo caso.
Transcurrieron por el camino entre la lluvia, el vaivén del auto y el lodo; de pronto pasaron a lado de una pared de roca que estaba al borde de la carretera y como a unos 20 metros el cerro empezó a temblar... Una a una las rocas se fueron desprendiendo.La profesora que iba en la parte de adelante empezó a gritar y su desesperación algo lógica, estaba atrapada; abrir la puerta en ese momento era caer al abismo profundo sobre el que estaba la carretera que media unas 250 yardas. Las enormes rocas, una a una empezaron a rodar cuesta abajo; una mano colosal emergió de las entrañas de la montaña; los dedos, las articulaciones, los retazos de músculo estaban abrazados a rocas de múltiples vértices; trozos de piel y musculo sobresalían de las rocas como si estas hubiesen sido labras a fuego y violencia. Y lo hizo...
El enorme brazo se extendió y de repente la enorme palma extendida aplastó el auto, los gritos se callaron de golpe, sólo barro, mugre y sangre rodeaban todo, pero él no estaba ahí...
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Yo No Soy Tu Salvador
Ficção CientíficaPrimera vista a un mundo desolador en donde los protagonistas son sus antagonistas; la figura de un niño que traerá la salvación al mundo y el mundo que no quiere ser salvado. La ironía del la tecnología y la contaminación como arma eficaz contra un...