Cuentos que cuentar

Del otro lado del espejo

Nunca (ni siquiera ahora) entendí por qué había sido tan estúpido. ¿Por qué le habré hablado? Bueno, mejor lo explico desde el principio:

Me llamo Felipe y mi historia comienza una noche cerca de las dos de la mañana cuando, al cepillarme los dientes y gracias al aburrimiento, me puse a hablar con el espejo como si estuviera hablando conmigo mismo.

Lo raro sucedió cuando al decirle chau, mi reflejo movió la mano para despedirme; sin que yo lo hubiese hecho. Ésto me puso los pelos de punta, porque siempre había escuchado historias de "si repetís su nombre tres veces frente al espejo, aparece", pero nunca había escuchado que TU REFLEJO tuviera vida propia.

Traté de comunicarme, pero como el espejo sólo refleja imágenes, y no sonidos, no sirvió de nada. Al poco tiempo se me ocurrió una idea: empañar el vidrio para que "él" pudiera escribir. Obviamente, el texto estaba "al espejo", así que miré el reflejo en mi celular para ver que decía (no quise usar un espejo más chico porque no quería llevarme la sorpresa de que en que éste también hubiera un reflejo viviente).

El mensaje decía "Hola. Te veo siempre que mirás un espejo, pero nunca me atreví a dar el paso de comunicarme, solamente te imitaba. Por favor, sacame de este lugar horrendo. Para hacerlo tocame la mano y tirá para tu lado". Lo hice, y nunca me arrepentí tanto por algo que por lo que sucedió después.

Era igual a mí, pero también a mi mamá, a mi papá, incluso a todos los que conozco: podía cambiar de forma para imitar cualquier cosa. Largó una risa macabra que me heló los huesos, luego me empujó al espejo, y un segundo antes de que lo hiciera grité lo más fuerte que pude. Pero no sirvió. Había sido un plan para que yo tomara su lugar en ese horrible sitio. Logré ver que mis papás fueron al baño pocos segundos después de que yo entrara al espejo. Dijeron que escucharon un grito y que se preocuparon, pero lo que nunca olvidaré es lo que dijo ese maldito ser: "No es nada, fue una pesadilla que me causó mucho miedo; pero ya estoy bien, después de todo, sigo siendo el mismo".