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Luego de la creación de Cupiditatem, el universo comprendido en la dimensión XIII, se formó toda una gama de oportunidades y de ocasiones que darían un nuevo panorama al horizonte del cosmos recién nacido.

Choques interestelares de nubes de hidrógeno, dieron lugar a una peculiar estrella, que desencadenó una ventana de oportunidad al igual que millones de estrellas, una más lejana que la anterior. En el pasado, hace cuatro mil quinientos millones de años, esta estrella, albergó un sistema planetario prematuro, inhóspito y demasiado caliente, cubierto de asteroides y minerales, planetas en desarrollo y gigantes gaseosos, pero, a la vista de ellos, poseía un singular mundo que desde su creación fue seleccionado, ya que era óptimo para reproducir vida orgánica sobre él.

"Los ingredientes están listos, solo hacía falta una pizca de Tiempo" - dijo el rey de Thiera.

Pasados de millones de años, y un parpadeo a los ojos de los superiores, la evolución e intervención de formas extradimensionales, los seres cuyo objetivo era visitar la corteza de ese planeta, decidieron comenzar a poblarlo con nuevas creaciones y experimentar.

Cada segundo que transcurre en el reloj cósmico del Padre Tiempo, conlleva en el desencadenar de millones de sucesos a lo largo de las catorce dimensiones aglomeradas en el reino de Thiera, dimensiones con seres de energía, que poseen figuras y cuerpos extraños donde depositar su presencia. Seres con una capacidad de memorización extraordinaria, o seres cuya edad es mayor que el tiempo transcurrido desde la creación de la dimensión XIII, dimensión donde actualmente los seres humanos viven.

La mayoría de los seres encontrados en las dimensiones externas a esta última, poseen diferentes estilos de vida y de dominio, reinando la manipulación completa de la energía y de los recursos que sus dimensiones les aportan, pues toda la composición de sus dimensiones, se determina por moléculas de energía. La dimensión XIII es la única dimensión en todo el reino que posee una combinación en equilibro de materia y energía.

Las almas son esparcidas por todo el reino de Thiera por el árbol de la vida, donde completarán un ciclo, pudiendo presentarse en cualquiera de las dimensiones, formando un cuerpo donde guardar y proteger su alma, que es la parte más valiosa de cualquier ser. Independientemente de cual sea el cuerpo donde el alma habita, los actos del individuo serán los que escriban en el núcleo del alma.

"Todos los cuerpos nacen en un ciclo vital, brindándoles un viaje completo, pero sin retorno".

Sin embargo, los únicos seres privilegiados de completa libertad, son los llamados "seres humanos" cuya alma enlazada a esta clase de cuerpos en la Tierra, incrementa el porcentaje de escritura en un alma, haciéndolos experimentar la vida y la muerte de una manera diferente. La Tierra es uno de los pocos lugares en la dimensión XIII donde se encuentran porciones de energía semejantes a los de las demás dimensiones del reino.

Hace eónes que los seres superiores no visitan a los individuos humanos, y ya no existe alguien que pueda mostrarles a ellos el verdadero potencial que dentro de su mente y alma existe, el valor que guarda el alma de cada uno, se ha degradado hasta lograr la autodestrucción como especie.

- Nuestra historia y nuestro verdadero destino inició hace unas décadas o quizá algunos años, al llegar a la Tierra como simples seres humanos.

- Nuestro crecimiento fue progresivo, a fin de cuentas, éramos seres humanos normales, ¿no...? A medida que pasaba el tiempo, dentro de nuestros sueños, ellos trataban de darnos señales.

- Detrás de nubes oscuras y relampagueantes sueños, se nos mostró la verdad del todo.

- Parecía extraordinario y escalofriante a la vez. Viajes entre dimensiones. Sin embargo, desde el interior de mi ser, pude percibir una parte oscura que quizá nunca conoceríamos.

- Una bella dama fue quien nos llamó y nos invitó a conocer su mundo. El control y firmeza de sus palabras fácilmente la identificaban como la líder de ese movimiento.

- Tratándose de algo completamente fuera de la realidad para otras personas, debíamos guardar en secreto, todo aquél conocimiento que aprendiéramos, como un tabú.

- Imprescindiblemente, bajo el poder de nuestro entendimiento, y cuerpos cargados con la sabiduría de las dimensiones a las que nuestra alma estaba configurada, luchábamos por un fin común.

- Algo que anheláramos que ocurriese, pasaría. Un deseo a cambio del servicio proporcionado por proteger a toda la dimensión XIII.

- ¿Qué si fue arriesgado? Para nada, casi tan sencillo como sentarte a disfrutar de un atardecer, bebiendo una taza de té y un buen libro.

- Estábamos ahí, fragmentos de nuestros cuerpos y mentes tuvieron que dañarse para poder continuar, se convirtió en nuestra necesidad.

- Nuestras almas, también sufrieron, cada parte de ellas tubo que resonar y perder ante la adversidad, cada segundo fue atroz.

Portada por: @Tieibi. Tatiana Arana.

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