La hermana de Cuatro

El día de la prueba (parte 1)

Con lentitud fui abriendo mis ojos notando como se sentían pesados por la falta de sueño, no había conseguido dormir casi nada pues mi cabeza estaba llena de preguntas por el día que era hoy, hoy haría la prueba para saber que facción debo elegir y mañana seria mi elección de facción; tenia mucho en que pensar y Macus no ah ayudado en nada, aun recuerdo su voz en la charla de anoche.
Flash-Back........
MARCUS: Madelein (me estremesi ante su tono helado) sabes lo que va a pasar mañana ¿no es así?.
YO: Si.......padre (agacho la mirada como siempre que me habla).
MARCUS: No importa cual sea tu resultado elegiras abnegación (su voz empieza a tornarse a cada segundo mas dura mientras yo rezo mentalmente para que no agarre el cinturón) no soportar e otro hijo traidor (termina de comer y se levanta a lavar el plato) termina y ve a arreglar la habitación de tu hermano.
Esa orden no me costo en lo mas mínimo cumplir, amaba ese cuarto, era el único cuarto que me traía buenos recuerdos de esa casa. No tenia nada de especial, solo el a quien pertenecía, me pintaba una sonrisa en el rostro pensar que este cuarto perteneció a la única familia que tuve a Toby mi hermano mayor, antes de que se transfiriera a Osadía.
Aun recuerdo las noches frías en las que me pasaba a su cama para tener un poco de calor a su lado o las veces que yo cuidaba de sus heridas cuando Marcus lo golpeaba y el de las mías o si quiera las tranquilas tardes en las que Marcus estaba en alguna reunion importante y nos dejaba solos mientras nos limitabamos a recostarnos en esta misma cama a dormitar mientras le cantaba al oído o inventaba historias tontas para hacerlo reír.
Nuestro tiempo juntos era lo único que nos ayudaba a sobre llevar nuestra horrible vida pero desde que el se fue todo se ha vuelto gris eh insípido para mi, en las noches frías debo conformarme con mi áspera manta y mi propio calor, después de las golpizas de Marcus debía curar sola mis heridas y algunas no quedaban del todo bien curadas pues había sitios a los que no llegaba con el medicamento y en las tardes en la que Marcus de iba simplemente preparaba su cena y la dejaba caliente servida en la mesa antes de acostarme a dormir.
Me agradaba la idea de salir de aquí eh irme para no volver pero para eso debía elegir una nueva facción y no estaba segura a cual podría pertenecer o en cual podría encajar por eso mi prueba era tan importante , ella me diría que debo hacer y a donde pertenezco.
Fin del Flash-Back.......
Ahora iría por mi prueba a la cede central, inmediatamente me levante y me duche lavando bien mis ojeras, arregle mi cabello en un rollo sensillo y me puse un vestido gris de manga larga y valetas, mi ropa normal de abnegación y baje a preparar el desayuno para Marcus, en cuanto término de freír los huevos y los sirvo en la mesa, agarro mi pequeño y sensillo bolso para dirigirme a la puerta, estaba punto de salir cuando una voz me llamo.......
MARCUS: Madelein..........(me dirigió una mirada de "no me decepciones" a la que me limite a asentir antes de cerrar la puerta).
Me acerque a tomar el autobús con todos lo chicos de abnegación que también tomaran la prueba hoy, todos se veían nerviosos pero atentos.
YO: Buenos días Beatrice, Buenos días Caleb (salude a los hijos de Andrew Prior, un colega de Marcus).
CALEB: Buenos días Madelein (al ver que su hermana no respondía le dio suavemente con el codo en las costillas) lo siento Beatrice esta algo nerviosa y distraída por la prueba de hoy.
YO: No ahí problema Caleb (sonrió amigable) me sorprendería muchísimo si no lo estuviera, hola Beatrice.
BEATRICE: Hola Madelein (respondió levemente).
Fue entonces que el autobús llegó y subimos, el camino hasta el lugar de prueba fue relativamente corto, en el transcurso del viaje pude ver que Caleb le ofreció con todo gusto su silla a un grosero anciano veraz que no le dio ni las gracias. Cuando fue el momento todos los abnegados bajamos eh hicimos una fila frente a la puerta con el símbolo de nuestra facción entre los eruditos y los cordiales fue entonces que se escucho el sonido del tren que se acercaba y los Osados empezaron a saltar de el, sonreí para mis adentros, esos chicos estaban locos pero eran geniales, estaba tan concentrada viendo a los osados que lo único que me hizo voltear fue el hecho de que un Erudito molestaba a un chico de Abnegación.
ERUDITO: Ah si que toda la comida que no nos dan se la dan a los abandonados ¿no es así? (Lo empuja) responde.
ABNEGADO: Eh........si (agacha la mirada amedrentado).
ERUDITO: ¿Por que me mientes? No me mientas, todos aquí sabemos que ustedes se la quedan toda (lo empuja de nuevo).
Beatrice estuvo apunto de intervenir pero Caleb no la dejo, aun así nadie me detenía a mi .
YO: Dejalo en paz traga libros (firme).
Varios ojos impactados de ambas facciones se dirigieron hacia mi, una Estirada acababa de enfrentarse a un Erudito.
ERUDITO: ¿Que dices? (Medio indignado) ¿como te atreves si quiera a mirarme Estirada?.
YO: Como......como lo oyes biblioteca (me tiembla ligeramente la voz pero me mantengo firme).
Vi el puño del Erudito ser levantado y apuntado directo a mi cara por lo tanto cerré mis ojos esperando el golpe que nunca llego pues un Osado había detenido el puño del Erudito manteniéndolo en alto.
OSADO: Tocala y no volverás a usar este brazo, computadora (firme).
El Erudito asintió temblorosamente y en cuanto el Osado lo soltó salio huyendo de allí, reí levemente por la escena, era demasiado divertido verlo huir.
OSADO: Ya estas a salvo bonita (tono suave) ya no debes preocuparte.
Como buena abnegada que soy me ruborise bastante y busque entre mi bolso con manos temblorosas una pulsera de cuero un tanto masculina que yo misma había hecho y se la mostré al Osado.
YO: Gra...gracias por tu ayuda (sonrojada) por favor acepta esto de mi parte.
OSADO: (sonríe aceptándola) gracias y no dejes que te molesten, no valen la pena, soy Uriah por cierto bonita (se pone la pulsera).
YO: Soy Madelein (sonrojada).
URIAH: Está bien Madelein (deja ver unos tiernos hoyuelos en su sonrisa) ¿te veré en clase?.
YO: (asiento un poco sonrojada, acompañándolo por un suspiro).
Bueno, los osados estaban muy locos pero, al parecer, a mi me gustaba de uno de ellos.