No tenia cabeza para pensar en una mentira creíble para llegar a casa temprano así que decidí irme caminando para no llegar tan deprisa y toparme con Marcus y su cinturón, pasee por las calles observando todo a mi alrededor.

La sede de Verdad me parecía demasiado extravagante y un tanto sobre evaluada, como las oficinas administrativas de una importante empresa de lame suelas, los Verdad no tenían filtro de ideas, siempre decían lo primero que pensaban. No podía ser de su facción, eso estaba claro.

La de Erudición tenia la firme apariencia de una costosa academia de ciencias de tontos intelectuales egocéntricos que solo piensas en si mismos y se creen superiores por ser unos cerebritos . En cierta parte, me agrada no haber quedado en esa facción.
Decidí trepar a uno de los edificios abandonados de Verdad, se habían cambiado cuando los Eruditos les construyeron una nueva sede y los edificios estaban totalmente vacíos, escale hasta el ultimo piso y pude sentir el fresco viento en la cara, amaba eso, me sentía tan libre y tan emocionada cuando eso pasaba que desearía quedarme así siempre.

Desde mi perspectiva podía ver los campos de la sede de Cordialidad, los campos eran amplios con mucho color y sin barreras que te limitaran, esa facción me agradaba eran muy pacíficos y amables con todos. Estaban dispuestos a ayudar a los demás cuando les era posible.

Por ultimo estaba la sede de Osadía solo la vi una vez por dentro, el ultimo día de visitas que se me fue permitido ver a Tobias, era algo así como un poso sin fondo, la típica cárcel penitenciaria para reos peligrosos, solo que con una sala de tatuajes y un bar. Oh si, Osadía era genial, para cualquier otro estoy segura que seria horrible pero para mi es la clara imagen de la fortaleza y la rudeza en toda su ilusión, eso era lo que yo mas necesitaba ahora.
Comprobé la hora, tenia el tiempo preciso para llegar a abnegación con el resto de los chicos que estaban realizando su prueba hoy. Agarre mi bolso con fuerza hasta que me di cuenta que no había probado bocado de mi comida, eso se vería sospechoso así que me comí mi sándwich con rapidez pero el jugo y la fruta seca no me apetecían así que tome la iniciativa de dársela a unos abandonados que pasaban por allí.

YO: (a un abandonado) Tengan esto, cómanlo, les sentara bien (dándole la fruta a un hombre).
Inmediatamente me dio las gracias y lo compartió con otros abandonados que estaban a su alrededor, los cuales comieron con gusto, esto era lo único que me agradaba de ser abnegada, la alegría de las personas que ayudábamos.
MUJER ABANDONADA: Eres igual a tu madre (tono simpático).
Me voltee hacia ella rápidamente sin ser amenazante pero muy sorprendida, esa mujer había hablado de mi madre.
YO: ¿Discúlpeme? (sorprendida).
MUJER ABANDONADA: Ella también nos ayudaba mucho, en lo que podía (sonríe gentilmente) tienes su bondad y su belleza.
YO: Gracias (saco el jugo de mi bolso) tómelo, es para usted.
MUJER ABANDONADA: (lo agarra) gracias (desaparece entre la gente).
Eso fue muy extraño pero me había subido el animo, así sin mas, me dirigí a abnegación y justo a tiempo pues los chicos empezaban a bajar del autobús, me mezcle entre ellos rápidamente fingiendo que venia con ellos desde un principio.
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La hermana de Cuatro
FanfictionEn un mundo donde la tiranía de una imposición sobre la fuerza bruta a la complaciencia y sin libre albedrío al pensamiento aparca que todo aquel que no se adapte a alguna facción debe ser abandonando o eliminado (el ser sin facción o el ser diverge...