TU ERES MI ÚNICA EXCEPCIÓN

Capítulo 13

EMMA'S POV

No entiendo porque se comportaba así, cuando me llamó parecía desesperado, me hablaba con voz grave e incluso parecía que estaba enfadado conmigo, como si yo fuera la culpable de tener que irme. Acaso esperaba que fuera a buscarlo por toda la casa para avisarle?ni siquiera tenia su número para mandarle un mensaje, y a saber como el habrá sacado el mio.

Después de las clases me dirijí a la entrada del instituto donde se encontraba parado Nicolás con el coche de Isabelle. Note como me observava mientras me acomodaba en el asiento del copiloto.
Tras cinco minutos acompañados de un incomodo silencio,  Nicolás decidió hablar.
- No vuelvas a hacer eso
-hacer que?
-irte de casa sin avisar
-no me dejaste otra, me iba a explotar el cerebro.
- Me podías haber avisado
-acaso esperabas a que vaya a buscarte por toda la casa, mientras tu estabas con alguna guarra?-le dije con incredulidad. Nicolás volteó para mirarme desconcertado.
- A que a venido eso? Que sabrás tu?
- pues bastantes más cosas de las que sabes tu sobre mi. Te creías que no sabia que eres un mujeriego, y que te tiras a cualquiera que se te pase por delante?
- y a ti que coño te importa mi vida, y lo que hago con ella?
- A mi no me importa tu vida, a no ser que me moleste vivir la mía. Me han contado muchas cosas sobre ti Nicolás, y si cuando llegué e casa y te pusiste a ponerme normas y reglas, yo también quiero las mías.-Nicolás sonrió con frialdad.
- si piensas prohibirme hacer fiestas en casa, lo tienes claro, porque las fiestas seguirán, siempre que nuestros padres estén fuera, y créeme, ellos siempre están fuera.
- solo quiero no tener que encontrarme escenas en medio del salón.-Nicolás me miró de reojo.-ya sabes a lo que me refiero.
-esta bien, entonces. ... todo arreglado? -emm.....si? Supongo- wow! Jamás creí terminar una discusión así, eso es algo así como que estamos en paz? Nicolás pareció aceptar la "condición" , solo falta que la cumpla.
Ya en el garaje, saliendo del coche me di cuenta de una cosa.
-porque no me llevas al colegio en moto?
- no te da miedo?
- miedo? Por favor!
- es que  en realidad no llevo a nadie en MI moto.- Dijo destacando la palabra "mi" . Me acerque a ella y comencé a deslizar la mano por el manillar de su yamaja negra, Nicolás al percatarse de ello, me apartó de la moto con un ligero movimiento de brazos, agarrandome por la cintura.
- verás, es que mi moto.... es sagrada. Nadie la toca, nadie la monta, y si la miran, es para envidiar me.- no me di cuenta de lo cerca que estábamos el uno del otro, y Nicolás se acercaba todavía más.
Mierda.
Necesito mi espacio, joder.
Nicolás se dio cuenta de lo incomoda que estaba y dejo de acercarse, cuando su rostro estaba a centímetros del mio.
Esto es muy raro, hace un rato nos estábamos peleando, y ahora que mosca le ha picado?
De repente empezó a reírse en mi cara, como si nada
-te pongo incomoda niñata?-dijo con voz arrogante, y seductora. Negué con la cabeza.
No se lo que estaba a punto de hacer, pero doy gracias a ese teléfono que comenzó a sonar, era el mio. Nicolás al oirlo se alejó bruscamente y salio por la puerta del garaje. A este tío lo que le pasa es que es bipolar. Le seguí mientras descolgaba el teléfono. Era mi hermana.
- Isabelle?
- Hola. Emma, escucha, esta tarde a las cinco vendrá Javier, necesito que estés en casa para abrirle.
- vale, pero si me dijeras quien es, seria estupendo.
- pues.... es tu profesor de piano.
- isa yo no tengo profesor de piano
-ahora si.
- pues yo no quiero.
- Emma se que quieres. Mama me dijo que antes ibas a clases de piano, y se te daba bien.
- tu lo has dicho, iba. Lo deje hace tiempo.
-pero era algo que te gustaba hacer, además no se porque lo dejaste, tenias talento.
- eso ya es agua pasada, llevo tiempo sin tocar el piano, Ya prácticamente no me acuerdo de nada.
-pues por eso! Tienes la oportunidad de volver a dedicarte a algo que te gusta. Venga Emma, dale una oportunidad al piano, a Javier y a ti.
-esta bien, pero si me cansa lo dejo.
- eso ya lo veremos.- colgué y di la vuelta para dejar el móvil en la mesa de la cocina, cuando vi a Nicolás observandome con una sonrisa en el rostro.
- no digas ni una palabra.
- solo te iba a decir que yo toco el piano. Por si necesitabas ayuda.