Cayena

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Fuerte, exuberante y sensual, así es Cayena,

Ella que entre llamas baila hasta que cenizas quedan.


Es el sol del oriente de mi alma,

La brújula en medio del mar,

Que entre tanta arrogancia,

Es mi único y ardiente solaz.


Cuanta lágrima cae de tus castañas mejillas va de la mano siempre con una sonrisa.

Cayena,

Roja, amarga y dulce.

¿Sabes que eres el latido que mi corazón infunde?


Es que siendo justos.

¿Quién puede culparte por ser del Caribe la diosa?

Si Afrodita, aún primorosa,

No tiene nada que envidiarte,

De tus encantos y versos no se escuchan lamentos,

Cayena de sueños e ideales.


Tu sabor es salado y picante,

Como el mar y el anís,

Constante, certera, impactante,

Cayena eres cuanto pedí.


Mas tus ojos negras cuencas,

De abismos manantiales,

Al verlos el infierno se hiela,

Del cielo mana cae.


Cayena,

De espinos y palmeras,

De playas, arenas y sol,

Tienes corazón de fiera,

Y la voz de un ruiseñor.


El tambor suena y retumba,

Junto con tu corazón,

Tus caderas se balancean en la lumbre,

El arrobo, el frenesí y la pasión.


Cayena,

Color del carmín,

Eres tú mi más eterna obsesión.

PoetisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora