«Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes» esas palabras no paraban de repetirse en mi cabeza, esas palabras que definían exactamente mi situación, esas palabras que no me gustaban nada recordar.
▸ historia corta.
▸ capítul...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Remember you,
Dos años, dos largos años junto a ti perdidos por una simple tontería que se me ocurrió hacer. Aún pasado el tiempo, solo unos cuantos meses, puedo darme cuenta de lo mucho que estaba equivocada y de lo mucho que te echo en falta.
Desde que me levanto hasta que me acuesto te recuerdo.
La sonrisa que salía de tus labios en cuanto nuestros ojos se reencontraban al despertarnos en la mañana, eras de esos que permanecías despierto mirándome hasta que despertara, no te gustaba molestarme. Buenos días pequeña siempre salía de tus labios haciéndome sonreír. Nuestros labios se juntaban en ese instante en un pequeño y corto beso como saludo para comenzar la mañana. Preparábamos el desayuno entre risas y anécdotas sucedidas en nuestros sueños, siempre tenías sueños impresionantes, situaciones que me encantaba escuchar —aunque puede que realmente te las inventaras para impresionarme— atentamente. Desayunábamos aquellas tortitas con caramelo de las que eras experto cocinero, siempre me daban fuerzas para comenzar el día. Nos deparaba un momento en el que pasaríamos horas sin vernos debido a nuestras responsabilidades por lo que nos dábamos algunos mimos antes de prepararnos.
El día en el trabajo era aburrido sin ti, lo más que deseaba es que el tiempo pasara rápido para poder verte una vez más, ver tu sonrisa tranquila que me provocaba mariposas en el estómago. Durante ese tiempo nos enviábamos fotos o mensajes para recordarnos que a pesar de la distancia pensábamos uno en el otro. Gracias a Dios pasaba el tiempo rápido y volvíamos a vernos.
A veces almorzábamos juntos en un pequeño lugar al que acostumbrábamos ir donde hacían una comida que realmente te gustaba. Nuestras tardes se basaban en muchas cosas aleatorias; hablar del día, comer, bailar, ver películas o series, cantar canciones como locos a punto de quedarnos sin voz, sentarnos en el sofá uno al lado del otro mientras nos dábamos de nuevo mimos, etc. Eran muchas cosas que me traían muy buenos recuerdos.
Nuestro día acababa con una ducha juntos, una cena tranquila en el sofá y volver a la cama a descansar esperando un nuevo día en el que formar nuevos recuerdos.
Todo eso ahora no tenía sentido.
Aquella casa me impedía olvidarte, recordaba tu existencia, tu mirada, tu olor, veía tu ropa e incluso parecía escucharte, a veces sentía que me estaba volviendo loca. No podía evitar eliminar de mi cabeza tu sonrisa, tu risa cuando nos perseguíamos por la casa como unos niños jugando en un patio de recreo o cuando nos hacíamos cosquillas mutuamente. Tus abrazos por detrás mientras cocinaba que me provocaban un fuerte latido en mi corazón. Cómo hacías aquellos masajes que eliminaban mis tensiones del día a día. La textura dulce de tus labios... Todo eran recuerdos que permanecían en mi mente que nunca podría olvidar y nunca podría tener.
Lo siento por ser terriblemente idiota.
se me ocurrió esto de repente, espero que les guste<3.
