Dientes de leche *[ChanBaek/ SeXing]

Conoce a Park ChanYeol

ChanYeol era un niño alto para su edad y eso a veces no le gustaba mucho. Se tropezaba por su poca coordinación y otros los niños pensaban que era mucho más grande.

SeHun era uno de los pocos amigos que tenía junto con su hermano mayor JongIn. El niño de gestos serios era también alto para su edad pero no tanto como el propio ChanYeol. Ambos se llevaban bien y se soportaban en la mayoría de las ocasiones.

Por eso cuando ChanYeol lo fue a saludar en su primer día dejo que el niño solo le respondieran con monosílabos. Así era SeHun.

El niño con grandes orejas y fascinación por los hurones, jugaba a trazar círculos en la tierra con un palito mientras esperaba a que sus maestros los formaran y los llamaran. Escucho un llanto y se volteo preocupado, a él no le gustaba que los niños lloraran y no porque le molestara, sino porque no le gustaba ver a nadie triste. Se giró y encontró a su amigo enfrente de otros dos más bajitos, uno de ellos se limpiaba las lágrimas y el otro, un poco más alto, señalaba a SeHun y le reclamaba algo.

Suspiro pensando que su amigo había hecho llorar a otro niño más. Su amigo no era muy amable y tenía mucha fuerza.

Se sacudió su short cuando la profesora los llamo y corrió para llamar a su amigo y que no lo regañaran. No conto con ver al niño más bonito que había visto en sus cuatro años. Tenía piel bonita, cabello lindo y sus ojitos eran de un bonito café.

Parecía una mama acomodando el cabello y la ropa del niño que había estado llorando. Quiso saludarlos pero la profesora los estaba llamando y debía obedecer como niño bueno.

Para su suerte, el niño bonito se formó en su fila y termino en su salón. Abrazo a su hurón y le susurro feliz que quería ser amigo del niño bonito.

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Tan pronto comenzaron a elegir lugares, el pequeño Yeol se seguro de que le tocara con el niño bonito y salto cuando lo sentaron a su lado.

—h-hola. — fue la primera vez que le dio pena hablarle a una persona.

El niño bonito le sonrió y el pequeño ChanYeol se sintió muy feliz.

— ¡hola! Me llamo BaekHyun. — y entonces le extendió su mano como un adulto y el pequeño fanatico de los hurones se sintió mucho más feliz.