Innocent - Sehun y Chanyeol (CHANHUN)

VIII

Desperté con mi cabeza latiendo. Las imágenes de la madrugada anterior vinieron rápido a mi cabeza y mi somnolencia quedó olvidada. Miré alrededor, estaba en el sofá con una manta cubriéndome. Tenía frío y mi espalda dolía, por no hablar sobre el dolor de mi pecho. Suspiré cuando me levanté, sintiendo los huesos de mi cuerpo crujir. Gemí viendo la hora en el reloj de la pared. Eran solo las seis, y debíamos estar en la empresa a las nueve. Me puse de pie, dispuesto a ir a mi habitación, pero cuando intenté moverme, un bulto me lo impidió. Chanyeol hyung estaba en el piso, durmiendo con su mano estirada al sofá. Fruncí el ceño mirándolo, ¿qué hacía ahí?

—¿Hyung? —llamé, y lo moví con mi mano.

—¡¿Qué?! —se despertó de golpe. Me miró extrañado mientras ponía mi trasero en el sofá a mi espalda.

—¿Qué haces aquí?

—Yo... Sehun, no soportaba verte aquí solo.

—Pero... dijiste... tú...

—Sé lo que dije, Sehun, pero eso no impide que me preocupes.

—No puedes decir eso, y luego romper mi corazón, ¿sabes? Es malo.

Él suspiró y se sentí a mi lado. Por un impulso, llevé mi cabeza a su hombro; me sentí feliz cuando el brazo de hyung pasó por mi espalda y me abrazó. Sentí su nariz inhalar en mi pelo.

—No hagas eso, hyung. Necesito una ducha —alargué las palabras, intentando aligerar el ambiente.

—Te quiero tanto, Sehun —gimió el a su vez. Me separé rápido para verlo, pero él tenía sus ojos cerrados.

—¿Hyung?

Negó con la cabeza, y aunque me había separado de él, su brazo se aferraba a mi cintura. Lo que sucedió después no puedo explicarlo. Actué por instinto, algo básico me guiaba a él. Cerré la distancia entre nosotros, y rocé sus labios con los míos. Escuché el cambio de su respiración, lo observé mientras movía mis labios sobre los suyos, pero él no abrió sus ojos. Cerré los míos e hice presión en la boca de hyung, simplemente así, un ligero toque.

Me separé de él, desconfiando. Me iba a rendir, solo necesitaba algo que me recordara a él y sus sentimientos, pero él rápido movió su mano a mi cabeza, me sostuvo y apretó los labios a los míos, los movía ligeramente al principio, fuimos algo torpes, pero con el paso de los segundos nos adaptamos a un ritmo constante. Nuestros alientos se mezclaban cuando nos separamos, pero volvimos a unirnos cuando recuperamos el aliento. En ningún momento el beso cambió, se mantuvo tierno, calmado e inocente, como nuestro amor. Llevé mi mano a su camiseta, arrugándola mientras él se separaba rápido y así como se retiró, volvió a besarme de manera fugaz.

—No puedo dejarte —susurró juntando nuestras frentes.

—No me dejes, hyung. Te quiero...

Vi la primera lágrima caer de sus ojos y me rompió mi maltrecho corazón.

—Te quiero mucho más. No sabes cuánto —me miraba fijamente, y cambió su expresión. Me sonreía, tomó mis mejillas entre sus manos y besó mi nariz.

—¿Qué...? —intenté preguntar, pero sus labios silenciaron los míos.

—Debemos ser cuidadosos, ¿sí? Nadie puede saberlo, siempre hemos sido cercanos, pero esto será llevar las cosas a otro nivel. Seremos como siempre, amigos... solo tú y yo... solo nosotros sabremos lo que ocurre, ¿está bien?

—¿Entre... entre nosotros?

—Seamos algo más, veamos a donde nos lleva. No quiero hacerte daño, pero soy egoísta para intentar algo que lo más probable es que te lastime.