Un extraño encuentro en la Ruta 6.

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Estaba en pleno llanto mientras estaba frente a la tumba de mi antiguo Pokémon. De pronto sentí una mano sobre mi hombro, como si alguien quisiese consolarme.
Giré mi cabeza hacia la derecha y ahí estaba él; un anciano que irradiaba un aura de tranquilidad, el Sr. Fuji.

Sr. Fuji: Eres el Entrenador del accidente de hace cinco años, ¿cierto?
(-me quedé en silencio.-)
... Lo siento, no quería recordarte malos momentos.

"No, está bien", contesté mientras limpiaba mis lágrimas. "Me hará bien hablar con alguien".

Sr. Fuji: Tu nombre era Bright, ¿verdad?, es difícil olvidar ese nombre cuando estuviste en boca de todas las regiones durante dos meses hace unos años.
Bright: ¿Usted cree? Ha pasado mucho tiempo desde entonces.
Sr. Fuji: Ciertamente.
Ese incidente fue catalogado como "poco común", al estar involucrado el Team Rocket, banda que se creía disuelta desde que Gold y Red unieron fuerzas para derrotar a Giovanni y a su mano derecha.
(-apreté mis puños.-)
Bright: Sí, el Team Rocket. La imagen de esos reclutas asesinando a mi pobre Quilava viene a mi mente cuando pienso en ellos.
Sr. Fuji: Tranquilo, hijo. Comprendo tu dolor, hace mucho tiempo también estuvieron involucrados con un pequeño Cubone.
*ring, ring*
(Mi Videomisor empezó a sonar. Era mi madre.)
Bright: Disculpe. -Hola, ¿Bright? -¿Sí, mamá? -¿Puedes venir a Ciudad Olivo? -¿Qué? ¿Por qué? ¿Mamá? ¿Sigues ahí?
(Ella había colgado de manera sospechosa.)
Bright: Sr. Fuji, debe perdonarme, pero necesito volver a mi casa. Agradezco su compañía.
Sr. Fuji: No, gracias a ti por venir a visitar a los Pokémon que han partido.
Buen viaje, joven Entrenador.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude para tomar el próximo ferry en Ciudad Carmín con destino a Ciudad Olivo.
Corrí por la Ruta 8 y por Ciudad Azafrán hasta llegar a la Ruta 6, donde un suceso extraordinario sucedería.

(*uff, uff*) (¿Eh? ¿Qué es eso de entre la hierba?, pensé.) Me adentré en la hierba ignorando una de las máximas del Entrenador: no entrar en la hierba alta sin algún Pokémon en tu haber.
De manera casi instantánea un Oddish se abalanzó sobre mí preparando un potente Paralizador.
La sorpresa me impedía moverme, pero cuando el Oddish había lanzado su ataque, una silueta que no había visto antes se interpuso entre los polvos y yo. El pequeño ser chocó contra mí tras recibir el ataque, haciéndome caer al suelo. El pequeño temblor que ocasionó mi caída había asustado al pobre Oddish, quien huyó despavorido.
Me senté sobre mis piernas, tratando de descifrar qué especie de Pokémon era el pequeño.
Parecía lastimado, así que dejé de intentar descubrir qué era ese Pokémon para levantarme y correr hacia el Centro Pokémon más cercano, siendo éste el de Ciudad Carmín.

|Y aquí termina el inicio de mi primera historia. ¿Qué les está pareciendo? Trataré de actualizar cada dos o tres días, pero no es seguro.
Sin más, me despido.
Esta historia continuará.|

Gardevoir, mi guardián.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora