Gardevoir, mi guardián.

La familia Brown.

El viento soplaba fuerte. La hierba alta se movía al son de la ventolina.

Bright: Hace un poco de fresco, ¿no?

Alice: Un poco. Es tarde, debe ser por eso.

(Saqué el Videomisor de mi bolsillo.)

Bright: Anda, si son casi las 10 de la noche. ¿Tus abuelos no se molestarán contigo por llegar a esta hora?

Alice: Suelo llegar sobre esta hora a mi casa cuando termino de trabajar en Ciudad Carmín, es normal para ellos.

Bright: Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?

Alice: ¿Si tengo novio? Sí, y es mucho más guapo que tú. -Dijo entre risas.-

Bright: Eh... no. No se trata de eso. -Repliqué mientras me rascaba la cabeza.-

Alice: Tranquilo, solo bromeo. Pregúntame.

Bright: ¿Por qué trabajas en Kanto? Es decir, seguro que en Johto también hay vacantes para enfermeras, así no tendrías que pagar gastos extra por el boleto del ferry.

Alice: Ah, se trata de eso.

No tiene mucho misterio, soy empleada en ese Centro Pokémon porque mi abuela era la anterior enfermera, al retirarse yo me ofrecí a seguir su trabajo.

Ella le tiene aprecio a ese edificio porque fue ahí donde conoció al abuelo cuando eran jóvenes. Mi abuelo era Entrenador e iba muy seguido, con el tiempo se enamoraron y decidieron casarse, y bueno, ya ves.

Bright: ¿En serio? Es una historia muy bonita.

Y así continuamos, hablando sobre pequeñeces. El camino se volvió más ameno.

Sin darnos cuenta, habíamos llegado a Ciudad Iris. Las farolas de la ciudad iluminaban las calles, las ventanas de algunas casas dejaban salir la tenue luz que había en su interior. Tanto la Tienda Pokémon como el Centro Pokémon eran los únicos locales que permanecían abiertos.

Bright: ¿Y bien? ¿Cuál es tu casa? -Pregunté curioso.-

Alice: Es aquella de allá, frente a la fuente. -Afirmó mientras apuntaba con su dedo.-

*knock, knock* -Tocó la puerta con una fuerza tan grande que casi parecía que quería despertar a toda la ciudad.-

¡Abuelo, soy yo, Alice!

???: Ya voy, ya voy... -Dijo una voz apagada y temblorosa.-

(La puerta se abrió frente a nosotros, dejando ver una figura encorvada que sostenía un bastón.)

Alice: ¿Qué tal, abuelo? ¿Te desperté?

???: No, estaba preparándome un té. Es un alivio que hayas llegado sana.

Veo que bienes acompañada, ¿no vas a presentarnos?

Alice: Ah, sí. Perdón.

Bright, éste es mi abuelo: el señor Brown. Abuelo, él es Bright Stray; un chico que conocí hoy en el trabajo, se ofreció a acompañarme.

Sr. Brown: Un gusto conocerte, joven Stray.

Bright: El gusto es mío, señor.

Sr. Brown: Te agradezco el gesto de haber traído a Alicia a casa.

Bright: No fue nada, ella me ayudó antes y es lo menos que podía hacer. Además, me quedaba de paso, me dirijo a Pueblo Primavera, tengo un asunto pendiente allí. -Dije preparándome para despedirme.-

Sr. Brown: Ya veo. Sin embargo, ya es muy tarde, hijo, y Pueblo Primavera queda muy lejos de aquí. ¿No quieres pasar la noche con nosotros? Tenemos una habitación extra.