capitulo 24.

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@palomalexus25 para ti este cap :)

Una sonrisa de a poco comenzaba a iluminar el rostro de Cris, quien seguía mirando al gato con cierta curiosidad e interés. Mama estaba hablando con mi padre, acerca de algo que no podía descifrar muy bien. Sofía miraba fascinada a Cris y al gato, quien tenía los ojos cerrados y ronroneaba a gusto.

-A Sr. Tuko le gustas- sonrió Alexander.

-Supongo que.....si.

Cris le entrego el gato a Sofía. Al instante, este abrió los ojos, pero continúo con su ronroneo.

-¿Por qué no vamos a desayunar?-sugirió mama, mientras se dirigía a la cocina.

-¿No han desayunado?-pregunte, mientras iba con ella.

-Si, nosotros sí. Les prepare algo a Cris y a ti, ¿Bien?

Asentí, mientras besaba su mejilla con cierto cariño y salía de la cocina para ir a lavarme las manos.

-Llamamos a la escuela.

Me menciono ella antes de que yo pudiera desaparecer.

-Los vientos de anoche hicieron que cayera un árbol en la cancha y las clases se retrasaron. Comienza a las once y terminan una hora después de lo habitual.

-Bien. Le diré a Cris que se prepare, entonces.

Sonreí. Camine escalera arriba, donde había escuchado los pasos de Cris hace unos pocos minutos. Ella estaba en su habitación, observando una caja musical que contenía una pequeña bailarina de ballet que se movía en el centro de la caja.

Alrededor de esta, había joyas pertenecientes de mi madre. Golpee la puerta dos veces, ella se sobresalto y cerro la caja lo más rápido que sus manos le permitieron y me miro sonrojada.

-¿Qué hacías?-pregunte en el umbral.

-Yo.... Escuchaba esta caja.

Murmuro, avergonzada.

-No importa verdad....

Negué.

-Oye, mama me aviso que las clases empezaban a las once, será mejor que te comiences a preparar, ¿Vale?

-Vale.

PDV de Cris

¿Se habrá enojado conmigo? No quería que Alexander se enfadara conmigo. Era la única persona que tenía mi confianza ya ganada. El me miro y cerró la puerta cuando salió de la habitación, dejando un silencio espantoso. Camine y, algo nerviosa, abrí el closet.

Cuando llegue del hospital, María lo primero que hizo fue ir al armario y darme mucha ropa que a ella no le entraba.

Mire con atención y curiosidad las prendas colgadas y dobladas. Había de toda clase y de todos los colores. Me acerque y toque una blusa de color beige.

Mire pantalones de buzo, jeans, camisas, blusas, remeras, chalecos y pollerones y abrigos de todo tipo. Tenía diseños juveniles, tenia de todo.

Saque una remera manga larga de color gris, que tenía en negro un dibujo de un ojo con lágrimas. Saque una chaqueta que me pareció realmente hermosa. Era negra, de una gruesa tela que me protegía del frio de la mañana, con varios bolsillos con cremalleras cuellos y puños enastilados. También cogí unos jeans que pretendían parecer los más ajustados del mundo, pero luego de observarlos bien logre deducir que eran enastilados. Para los pies unas botas, las que estaba usando ayer, que eran de piel falsa y peluda en algunas partes.

Por primera vez en mi adolescencia, me sentí bonita.

La habitación tenía un espejo de cuerpo entero ovalado, con un hermoso cuadro de plata con diseño. Me mire allí, sin saber que decir.

¿Qué diría mi madre si me viera así, así de bonita? Toque mi cabello que se encontraba desordenado y algo enredado .Donde habrá un cepillo? Mi cepillo se había quedado en la habitación de mi casa, y no tenía nada más.

Cuando me dirigía a recoger el bolso que María me había dado para la escuela, tocaron la puerta antes de abrirla Maria apareció del otro lado con una bolsa del supermercado.

-Compre algunas cosas para ti cuando veníamos de vuelta.

-No debiste, María.....-comencé a protestar, pero ella me detuvo.

-Ahora eres parte de esta familia, necesitas tus cosas personales, ¿no?

Sonrió. Hizo que me sentara en la cama y ellas se sentaron frente a mí, comenzando a sacar las cosas de la bolsa.

-Te traje un cepillo de dientes y un cepillo d pelo, también un desodorante, zampo y bálsamo, cremas, perfumes, ropa interior nueva y algunas cosas para el cabello.

Mire todos los productos para mí sobre las colchas del final de la cama.

-María.... Gracias, de verdad- sonreí. Ella me devolvió la sonrisa y me abrazo.

-recuerda que si necesitas algo mas, solo pídemelo, ¿si?

Asentí con la cabeza. Ella me aviso que el desayuno estaba abajo esperando por mi y por Alexander, y tenía menos de media hora para terminar para ir a la escuela. Mee dejo para que terminase de hacer lo que tuviera que hacer.

Agarre el cepillo y le quite la aquieta. Mi cabello estaba realmente enredado, más de lo que pensaba, y me demore demasiado solo con desenredarlo.

Las ondas que yo tenía-recordé yo- eran muy parecidas a las imágenes que tenía mi padre sobre el estante que estaban en el pequeño salón de nuestra casa.

Mis cabellos finos algo oscuros y con visos de colores claros, los toque, suspirando complacida por sentirlo así de suave entre mis dedos. Tome mis cosas y baje.

Deje la mochila sobre el sofá y fui a la cocina. Alexander estaba allí, con una chaqueta de cuero, una camisa azul y jeans que hacían juego con su chaqueta y unas botas como las que usaban los motociclistas.

Estaba comiendo una manzana mientras hablaba con su padre acerca del equipo de la escuela hasta que entre yo y se detuvieron, Alexander me miro fijamente y me sonrió.

-Te pareces a mi madre.

Dijo mientras me enseñaba un tazón pequeño con cereales y leche.

-Come para que nos vayamos-dijo.


Help me please!! (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora