capitulo 8.

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-¿Que?- pregunte confundida.

Suspiro, mientras se pasaba una mano por su cabellovdesordenandolo por completo.

-Es que te veo..... No lo se. ¿Rara? No de la forma que tu crees. Es que en tus ojos logro ver tu miedo, tambien tu inseguridad. Era solo una pregunta de curiosidad. No importa.

Desvie la mirada para ver asia mis pies. No le diria mi reputacion como la "rarita" en el instituto, ni tampoco el tipo de relacion que tenia con mi padre.

Era obio que cuando fueramos nuevamente a la EW el se daria cuenta de como todos me trataban; se daria cuenta de que el golpe que el vio cuando se sento a mi lado en la clase lo habia provocado Aime por haber intentado protegerme.

¿se notara el golpe? Inconcientemente me lleve la mano hasta el pomulo de mi mejilla.
No senti el mismo dolor como el de esta tarde, pero aun asi senti unas ligeras punzadas en ella.

No, no le responderia a aquella pregunta con la verdad.

-Bueno, apenas y se t-tu nombre...- diablos, debo dejar de tartamudear.

El rio. Notaba la divercion detras de aquella sonrisa.

-Eso ess obio. Yo tampoco te conozco, pero tampoco podia dejarte ahi para que mueras de frio.

Asenti, entendiendo su punto de vista y por un momento, logre sentirme querida, aunque no fuera un cariño que se pudiera notar.

-¿tuviste piedad de mi?- pregunte con la mayor inocencia del mundo.

El me miro realmente extrañado. Sonrio de lado mientras negaba con la cabeza.

-No senti piedad de ti, Criss. Solo te vi y me dije que debia ayudarte. ¿que si no? Estabas palida y mas helada que un hielo. Aun no logro entender como pudistes haberte perdido.

-No siempre fui buena con los caminos.

Asintio, mientras sonreia.

(......)

Lueo de la conversacion, la madre de alexander me llevo hasta la habitacion para ivitados que era del porte de mi habitacion multiplicada por diez. ¡era enorme! Tenia una cama matrimonial cubierta por colchas de carmesi.

Las paredes eran rojas y los pisos de una tierna madera. Las cortinas de un color marron, mientras que unos visillos transparentes me separaban de la hermosa vista que se lograba apresiar desde alli.

Tenia varios muebles con cajones y otros para dejar cosas. Como habia dicho ella anteriormente, tenia una pequeña chimenea en una esquina que el papa se habia tomado la molestia de encenderla para temperar la habitacion.

Maria me presto un camison que era de ella. Me habia dicho que ya no le quedaba y que si queria me lo podia quedar sin problemas, y yo acepte.

Estuve despierta hasta las dos de la madrugada aprox. Pensaba en la hospitalidad de esta familia. Ellos me habian dado alimento sin ninguna condicion o golpe de por medio.

Me dejaron en una comoda habitacion, mi espalda contra un suave y blanco colchon, las colchas me abrigaban tanto que ya no tenia frio. La chimenea estaba ensendida, pero el fuego se extingia de a poco, alumbrando cada vez menos.

Estaba fijamente viendo el fuego que de a poco desaparecia cuando unos pasos irrumpieron en mis pensamientos. Habia alguien el el pasillo de afuera. Me levante para caminar y abrir con lentitud la puerta

Alli, caminando completamente de negro estaba alexander. Al verme se detuvo y puso su dedo indice sobre sus labios, procurando con ese gesto que hisiera silencio.

Solo asenti mientras el comenzaba a entrar nuevamente a la habitacion donde estaba y, cuando estaba apunto de cerrar la puerta con cuidado, alexander me lo impidio y entro, bloqueando la salida y haciendo que retrocediera.

-Tranquila. Criss, no le puedes decir a nadie que sali ahora-susurro.

La mire extrañada, mientras corria mi cabello temporalmente rizado desde la nuca hasta a un lado, sobre mi hombro derecho y jugueteaba con el entre mis dedos.

-¿Donde vas? Claro.... si es que no te importa responder.-susurre.

Nego mientras me dedicaba una leve sonrisa de lado, alzando la comisura izquierda de sus gruesos labios.

-No, no puedes saber.

Asenti, mientras bajaba la mirada.

-Yo...... creo que intentare dormir algo....-murmure. Alce nuevamente la vista para ver como asentia y retrocedia.

-buenas noches, bebe.....-sonrio y salio de la habitacion.

Bebe..... mi madre me decia. Cuando murio, pense que jamas lo volveria a escuchar.
Recuerdos de ella llenaron mi mente de una forma instantanea, provocando que mis ojos se llenaran de lagrimas y mi vision se volviera borrosa por ellas.

Sorbi mi nariz mientras secaba las esquinas de mis ojos y volvia a la cama para enterrarme profundamente bajo las colchas e intentar reconciliar el sueño luego de un terrible primer dia.

Help me please!! (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora