Just a kiss [Rubelangel]

CUATRO

Al abrir la puerta Mangel pudo ver a Rubius, bueno a lo que quedaba de él, sus alegres ojos se encontraban rojos y con ojeras, su piel blanca se había tornado pálida y triste, y su bonita voz eran ahora sollozos.
Al percatarse de una presencia en su casa Rubius habló.

-Dejame en Paz Alex, ya te dije que estoy bien- Mangel sintió cómo su corazón se encogía y dolía.
Sin pronunciar palabra aún cerró la puerta y caminó hacia el, se agachó a su lado y acarició su mejilla.

-Rubiuh, por que estás así?- al escuchar el mencionado que esa no era la voz de su amigo más pequeño si no la de su mejor amigo limpió sus lágrimas e intento sonreír.

-N-nada, yo estoy b-bien- seguido a eso volvió a sonreír, sintiendo como poco a poco esta acción se deformaba para convertirse en una mueca, sin poder contenerlo comenzó a llorar.

Mangel tomó a su mejor amigo y lo sentó en su regazo, lo rodeó con sus brazos atrayéndolo así en un abrazo, pasaron en esa posición mucho tiempo, tanto que ni el mismo Mangel supo cuando se había hecho de noche.
La respiración del castaño se calmó dándole a entender que ya no lloraba más.
Entonces Mangel cuidadosamente habló, buscando no causar más llanto.

-¿Qué te pasa Rubiuh?- pudo sentir como el nombrado respiraba profundamente

-Estoy asustado y mucho, no se que pasa conmigo, un día yo estaba bien pero luego yo... tu... tu- el mayor pausó sus palabras, no quería arruinar su amistad

-¿Yo Qué?- preguntó pacientemente Mangel.
Rubius entonces sacó el rostro del cuello del menor y, enterró su cara en sus manos

-Yo soy heterosexual Mangel, siempre lo he sido pero...- Rubius respiro tomando valor -tumeatraes

Rubius habló tan rápidamente que Mangel casi no le entiende, el mayor al no recibir recibir respuesta continuó

-No quiero arruinar esta amistad Miguel, de verdad no quiero, no puedo dejar que esto se arruine por mi culpa

Mangel sonrió enternecido y apartó las manos de la cara de su mejor amigo.

-A mi también me atraes si esa es tu manera de decir que te gusto, me gustas tanto que creo que más que un gusto es un enamoramiento.

Rubius se sonrojó tanto que parecía un tomate, sin poder evitarlo cubrió su cara de nuevo, pero esta vez Mangel rápidamente tomó sus muñecas.

-No te cubras, me gusta ver cómo te sonrojas y más si es por mi.

Rubius se sonrojó un poco más y observó en silencio los ojos del menor, poco después los dos jóvenes comenzaron a acercarse para fusionarse en un beso, sintiendo por segunda vez los labios ajenos en los propios.
Segundos después de disfrutar el beso se separaron pero no a su totalidad pues dejaron sus frentes juntas.

-Quiero decir que siento todas esas cosas que tu dices sentir por mi,pero necesito tiempo para asimilarlo,¿si? Nunca me imagine que esto me pasaria,y tu sabes ahora se que soy...homosexual,o lo que sea que soy,pero quiero que seas paciente y que me entiendas,es lo que quiero y que no te separes de mi...

El pelinegro sonrió y simplemente junto sus labios de nuevo.

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