El principio del Fin I

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- El dolor no será nada nuevo para mí, aunque esta vez será por amor –dijo casi a susurros – me beso atrayendo mi cuerpo a ella, volví a maniobrar ella abrió un poco más sus piernas bese su cuello mientas aferraba sus manos en mi cabeza y brazo, volví a su entrada dándole una sola embestida mientras veía como una lagrimas rodaba por su mejilla, era un dolor apenas soportable, estimulaba acariciando sus senos para que el dolor disminuyera, de a poco empecé con movimientos suaves y muchos besos, movimientos un poco más fuertes, pero con mas estímulos, su respiración iba en aumento , sus gemidos era cada vez más incontrolables , casi sentía que podíamos incendiar el sillón del fogaje que nuestros cuerpos desprendían , el ritmo de mis embestida aumentaban deseaba que ese momento fuera eterno, que jamás acabara, le brindaba felicidad y eso era todo para mí, no quería que terminara allí, de un rápido movimiento me senté aun sujetándola y aun dentro de ella, estaba sentada sobre mí con sus manos en su cadera marcaba un ritmo luego ella lo hacía tomando fuerza de sus piernas, sus manos me rodeaban tomando apoyo de mis hombros, algunas veces me besaba otras veces dirigía mi boca a sus hechos que quedaba aún el lugar perfecto para pasear mi lengua por ellos, el momento del éxtasis había llegado, ella lanzo un último grito ahogado que fue acompañado por un gemido de mi parte, nunca había llorado eso con ninguna otra chica, Jade era especial, era única, y ahora era mí, un lazo de amor que jamás nunca nadie podría romper, repose mi espada sobre los cojines y ella encima de mí , su respiración estaba agitada, bese su cabeza mientras la abrazaba .

- - Te amo –susurro, casi no podía creerlo, mi corazón se aceleró un poco más de lo que ya estaba, busque su cara con mis manos y ella sonreía como nunca antes la había visto sonreír-

- ¿escuche bien?

- Si, Te amo Alan Thompson, Te amo y jamás dejare de hacerlo.

- Ni yo respondí, serás mía para siempre – bese sus labios y quedamos agotados en el sofá, cerré mis ojos para soñar con un futuro en el que ella y yo juntos siempre estuviéramos

Miércoles, jueves y viernes de sonrisas los chicos habían notado algo especial en ella un brillo descomunal, y en mí una nueva forma de ver la vida, Jade era la chica con la que pasaría el resto de mi vida, la amaría siempre y ella a mí, de eso estaba seguro, algunas veces pasaba por mi mente el poderla perder pero cuando respiraba su perfume en las noches podía saber que eso era imposible, madre llegaba el lunes en la tarde, por lo que el domingo la pasamos pintando la casa donde ella estaría hasta final de la escuela, o hasta que decidiera que era hora de partir en busca de su madre como menciono un par de veces , habíamos llevado algunas cosas al sitio para llevarla a ella luego que llegara madre, el lunes de es cual fue normal, habíamos entregado nuestro segundo ensayo de trabajo y esta vez fue ella quien con una sonrisa en la cara le entrego a la profesora, camino a casa, la puerta estaba abierta, me adelante un poco para entrar había un par de maletas en la sala corrí a la cocina Madre estaba sentada tomando un jugo al verle se levantó Jade espero en la sala.

- No te esperaba hasta la tarde – dije emocionado de ver a mi madre, aunque había sido una semana, y la pude disfrutar con Jade ella me hacía mucha falta, eche un ojo a la sala y sonreí aún más.

- Madre –tome aire- quiero presentarte a mi novia, a la chica que amare por el resto de mi vida – tome a Madre de la mano y la conduje a la sala, ella estaba tan sorprendida de mis palabras, al final ella era quien siempre insistía en que debía buscar una buena chica para amar y ser correspondido, y ella estaba ahí, ambas se dieron la mano luego de una corta presentación , le di un jugo a Jade mientras yo subía a mi habitación a empacar lo poco que dejo, al bajar ella y Madre estaban abarcadas, no corazón se estremeció de alguna manera, al bajar habían lágrimas en los ojos de ambas, me acerque, madre se levantó y puso su mano en mi hombro.

- Es ella Alan- dijo sonrió corto y se fue nuevamente, me senté al lado de Jade y limpie un poco sus lágrimas – ¿Qué fue lo que sucedió? – pregunte preocupado.

- Tu madre, siempre quise que alguien me hablara como ella lo hizo, que acariciar mi cabello como ella lo hizo – sus lágrimas salían fluida, bese su frente y luego sus labios, tome su mano y grite a madre que regresaría en la noche, me puse la mochila al hombro y caminamos a casa de la tía de Dann donde ella estaría el tiempo que fuera.

Había pasado un mes desde entonces, Jade siempre era bien recibida en mi casa, Madre le encantaba cocinar para todos ms amigos, inventábamos parrilladas, tareas en grupo y demás para pasar tiempo de calidad juntos, Jade no había vuelto a tener heridas en ninguna parte de su cuerpo, y anhelaba que las heridas de su corazón ya estuvieran sanas.

La graduación se acercaba, aunque faltara un mes, un mes se iba en un beso y Jade aún seguía en casa de la tía de Dann hecho que me facilitaba quedarme algunas noches con ella amándola , el lunes se avecino, debíamos llevar el trabajo final para que fuera calificado, ella había trabajado duro para que así fuera, llegada la hora, su rostro empezó a palidecer, y tenía ligeros temblores, ambos fuimos a enfermería, donde fue atendida de inmediato, quizás podría ser un refriado, porque hambre no estaba pasado, siempre nos ocupábamos de que tuviera mucha comida en casa, la hora del trabajo llego, en contra de mi voluntad se presentó, ambos tuvimos las notas que queríamos, eso solo significaba que el grado ahora era una realidad, había soñado muchas noches que la hora de estar juntos pedirá llegar, había ahorrado casi todo lo que ganaba en un trabajo de medio tiempo para poder irme con ella en búsqueda de su madre, ya que sabía no podría vivir un día sin sus besos, pero ese era una sorpresa que tendría para ese día, a la hora del descanso estuvo muy callada y pensativa, apenas tomo el jugo que le había regalado Bastian , nuevamente llevaba el abrigo negro que la caracterizaba, atribuí a los temblores que tenía, una vez en la salida ella se había adelantado en la verja que divide la escuela de la calle, tome su brazo a lo que exclamo sonoramente, aunque había debatido mucho en ello, su gesto lo confirmaba, sus brazos estaban heridos, baje mi mano a la suya la entrelace y cerré los ojos.

- Dime que no es lo que pienso- Murmure  mientras subía su abrigo por su brazo, ella intentaba zafar su brazo de mi mano pero era inútil, con lo débil que estaba no pudo.

- Lo siento, debo irme- decía con desespero.

- ¿Por qué? –detuve mi marcha solo con ver una herida no imaginaba el resto, sus ojos se llenaron de lagrimas me abrazo rápidamente.

- Lo siento, te dije que no te acercaras a mí-me soltó y corrió dirección contraria a la casa de la tía de Dann, mire a un lado y Bastian estaba sentado con las manos en la cabeza y cabizbajo, la vi perderse en el horizonte, tome asiento al lado de Bastian esta vez .

- ¿Qué pasa? – pregunte intentando reír.

- Alan, su padre fue a buscarla anoche. – dijo mirándome fijo, mi corazón se heló no podía creer aquello que recién escuchaba, mi corazon dejo de latir de solo escucharlo , me levante de prisa, su mano me detuvo.

- Si la amas, déjala ir, aunque sea hasta el grado, sé que ella planea irse esa noche a buscar a su madre – dijo con voz apagad, Bastian y Jade se habían vuelto muy cercanos, pero aun así la idea de no poder verla todo el tiempo besarle, y aun mas saber que lastimaría su cuerpo nuevamente era algo que no aceptaba, zafe mi mano de la contraria.

- Y si es tarde para ella- dije, en esa frase se me escapo el alma, no podía imaginar una vida sin ella.

- No pasara, solo espera, y reza para que ella este bien.

Bastian me acompaño a casa donde le conté todo a madre, incluyendo mis planes de irme con ella, aunque fue duro y un poco triste para ella lo acepto con la condición que le escribiera seguido y no me olvidara de ella, suplica tonta, ya que ella era la primera mujer a la que había amado, subí a mi habitación y saque la mochila que tenía el dinero de mi trabajo, saque cuentas y un plan de viaje, faltaba un mes pero eso se iba en un solo sueño.


Hermosas MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora