Un Golpe Duro 2.

Capítulo 4.

Por primera vez en mi vida tiempo faltaba a clase a propósito.

Una cosa era faltar al instituto porque estabas malo, y otra por que quieres.

Pero para acabar esta tontería tendría que hacerlo.

Iba hacia atrás donde Cameron me guiaba y veía un corillo de gente.

Había gente de color rapeando.

Americanos pegados en el capo de un coche.

Latinas bailando ese baile que yo tanto odio.

Me quedaba al margen con los brazos cruzados junto a Cameron y miraba todo el circo montado.

Esta gente...

¿Hace esto de verdad?

Veía como los tíos le decían a las tias de todo.

Guarra.

Zorra.

Puta.

Viéndolo desde mi punto de vista también lo pienso.

¿Por que las tías hacen ese tipo de baile meneando su culo?

Sólo ganan mala reputación pero allá ellas.

Y los tíos.

Con esas cadenas grandes y de oro falso...

¿Pero que se creen?

No lo se pero hacen mucho el ridículo.

Cameron me daba un pequeño codazo. Le miré y me señalaba con los ojos.

Empezaban a pelearse los latinos contra los americanos.

Se pegaban a puñetazos.

Peleaban muy agresivos.

Como asesinos.

Yo veía esto absurdo, pelearse por pelear, sin ningún motivo...

Esto sólo traía problemas.

Veía como cada banda era compuesto por veinte personas.

Pero solo habría tres peleas.

Miraba como Dominguez le decía algo al oído a ese tal Rata.

Y me miraba.

Entre cerraba mis ojos mirándole fijamente. 

No se lo que quiere pero no me está gustando esto nada de nada.

De repente Rata paraba la pelea que había y los separaban.

Se ponían en el.medio hacer el tonto.

—¡Ahora Dominguez y Alex!—

Todos empezaban a decir nuestros nombres.

Cameron me miraba.

Sin embargo, sólo me quedaba mirando al espacio que habría para nuestra pelea.

Pasaba entre la gente hasta ponerme en medio de todo ellos.

Dominguez sonreía victorioso por que le estaban aclamando.

Se quitaba la camiseta de repente y los aplausos aumentaban al igual que los gritos.

Me quedaba mirándole sin causarme nada.

Ni miedo ni repugnancia.

Aún seguía pensando que esto era innecesario.

Dominguez estaba fuerte, estaba en buena forma, comparado conmigo.