Habían pasado seis meses desde el Gran Deshielo en Arendelle y Elsa no podía sentirse más feliz. Había recuperado la relación con su hermana Anna y ella también había encontrado el amor verdadero en Kristoff, la reina les había dado su bendición pero a cambio de que esta vez Anna fuese un poco más precavida con el tema del matrimonio; Olaf se había quedado con las hermanas a vivir en el castillo y llenaba sus días de alegría y finalmente Elsa había aprendido a usar sus poderes y sus súbditos los habían aceptado y era muy querida por ellos.
El invierno se había instaurado en el reino hace no mucho y con él también había llegado las primeras nevadas. Cuando la reina observaba caer los copos a través de la ventana de su habitación no pudo evitar recordar el primer invierno que pasó encerrada en su dormitorio tras el incidente de Anna, y como ella llamaba todos los días a su puerta para que le hiciera un muñeco de nieve y Elsa siempre se negaba ya que no quería volver hacerle daño con su magia. Volvió a recordar la soledad que vivió,pero también empezó a recordar que un día un chico llegó; era mayor que Elsa, tenía el pelo alborotado y era de color blanco como la nieve recién caída, sus ojos eran de un bello azul como el cielo, llevaba puesto una sudadera azul con capucha con escarcha sobre los hombros y un pantalón marrón, no tenía zapatos y siempre portaba un extraño bastón. Este chico se presentó ante Elsa como Jack Frost el espíritu del invierno, resultaba que él era el encargado de llevar la nieve durante el invierno al mundo y gracias a su bastón poseía la habilidad de crear hielo y nieve.
Elsa y Jack rápidamente se hicieron amigos debido a que tenían cosas en común, y no solo que los dos poseían los mismos poderes sino que también ambos tenían como única amiga la soledad. En el caso de Elsa era por sus poderes para no hacerle daño a nadie y menos a su hermana y en el caso de Jack al ser un espíritu nadie podía verlo a menos que creyesen en él, pero en ella era distinto ya que podía verle incluso sin necesidad de creer en Jack. Con la llegada del espíritu del invierno los días dela pequeña princesa se llenaron de juegos y diversión y lo mejor de todo es que Jack le dijo que si ella quería él podía ayudarla a controlar sus poderes, la pequeña se alegró al escucharlo porque si llegaba a controlarlos podría volver a estar con Anna.
Elsa no podía ser más feliz había encontrado un amigo que la acompañaba en sus días de soledad y lo mejor de todo es que le estaba ayudando a dominar su magia, el cariño que Elsa sentía hacia Jack aumentaba cada día más y es que la princesa ya no sentía amistad por él sino algo más aunque eso era algo que ella aún no entendía porque era una niña. Aquella felicidad que sentía Elsa pronto acabaría con el final del invierno. Jack le dijo a Elsa que con la llegada de la primavera él tendría que marcharse para llevar la nieve a otros lugares cuando la princesa escuchó esto sintió cómo algo dentro de ello se rompía y se echó a llorar, el espíritu del invierno no soportaba verla así y le prometió que al siguiente invierno volvería y terminaría de enseñarle a manejar sus poderes la princesita se alegró mucho al oír aquello. Se despidieron, se abrazaron y Jack se fue, Elsa por una parte estaba triste porque él se había ido y más ahora que ella ya empezaba a controlar sus poderes aunque por otra estaba contenta porque al siguiente invierno volvería a ver su querido amigo.
Hasta la llegada del siguiente invierno Elsa siguió practicando con su magia pero le resultaba difícil hacerlo sin Jack ya que conforme ella iba creciendo sus poderes también lo hacían, cada vez tenía menos control sobre ellos y lo único que la princesa podía hacer era rogar para que el invierno llegara pronto y que con su vuelta también regresara su amigo el espíritu del invierno para seguir practicando sus poderes y también para que su vida volviera la diversión que tanto escaseaba debido a su encierro. Cuando la princesa vio desde su ventana los primeros copos de nieve su corazón volvió a llenarse de ilusión y esperanza, porque esos copos significaban el regreso de su estación favorita y de su único y mejor amigo Jack Frost. Cada mañana Elsa lo primero que hacía era asomarse por la ventana para ver si Jack llegaba, hacía esto todos los días hasta que terminó el invierno.La esperanza y la ilusión que albergaba poco a poco iban desapareciendo y se convertían en desolación y frustración porque Jack había roto su promesa y no había regresado a su lado, por culpa de esto Elsa perdió completamente el poco control que aún tenía sobre su magia y desde entonces jamás pudo controlarla.
Al tercer invierno desde su encierroElsa ya no era tan pequeña y se hizo a la idea de que jamásllegaría a dominar sus poderes y mucho menos de que volviera a ver aAnna, durante ese invierno la princesa no esperó el retorno de Jackya que se convenció de que él era un producto de su imaginacióninfantil debido a lo sola que se sentía, además pensaba que eralógico que su mente se inventase alguien como Jack Frost un chicoalegre,divertido y especialmente con poderes como los suyo que podíaayudarla a controlarlos ya que eso era justo lo que ella deseaba ynecesitaba. La princesa no pensó más en él y con el tiempo seolvidó de Jack y de sus sentimientos hacia el espíritu delinvierno.
La joven reina se preguntaba porque había vuelto a su mente la imagen de aquel chico si sólo fue un espejismo en medio de la desesperación y angustia, aunque también tenía que reconocer que a pesar de que Jack no hubiera sido real la única esperanza y alegría que sintió durante aquella terrible época fue gracias a él, Elsa no pudo evitar sonreír ante este pensamiento. Decidió dejar de pensar en el pasado y ponerse atrabajar ya que tenía papeleo pendiente debido a que el día anterior lo había dejado de lado para pasarlo con Anna, Kristoff y Olaf, la reina de Arendelle abandonó sus aposentos para dirigirse a su despacho para dedicarse a sus obligaciones aunque aún tenía en su mente el nombre de Jack Frost.
Por mucho que Elsa intentara concentrarse en sus quehaceres no lo lograba y es que por más que intentara quitárselo de la cabeza no podía dejar de pensar en Jack y en lo feliz que la hizo el poco tiempo que estuvieron juntos y también en lo guapo que era y se puso roja por ello, se preguntaba cómo podía pensar de eso de alguien que no existía. Como Elsa veía que no podía trabajar en condiciones y se estaba haciendo tarde decidió dejar el papeleo e irse a cenar junto a su hermana y luego acostarse temprano y con suerte ya se olvidaría de su antiguo amigo imaginario.
Los días pasaban y Elsa no podía quitarse a Jack Frost de su cabeza, incluso por las noches soñaba con los momentos que pasó con él cuando era una niña. La reina estaba ya desesperada porque no sabía qué hacer para olvidarse de él ya que la desconcentraba de su trabajo y no le dejaba disfrutar de los ratos que pasaba con su familia, incluso Anna le preguntaba qué le ocurría y Elsa le decía que se encontraba un poco agobiada por asuntos del reino odiaba mentirle a su hermana menor sin embargo lo hacía porque le avergonzaba contarle que cuando era pequeña tuvo un amigo imaginario. La reina ya había intentado de todo para olvidarse de él y pensó que la única solución sería retirarse aun sitio alejado y que estuviera sola, un lugar donde no tuviera preocupaciones y sin que nadie la distrajese y Elsa sabía que solo había un sitio así donde ella pudiera acudir: su Palacio de Hielo.
Y hasta aquí el primer capítulo, todos los capítulos serán subidos de manera semanal cada viernes y si os ha gustado dejad vuestros comentarios por favor.
Besos
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Recuerdos del primer invierno(Jelsa)
RomanceEn el reino de Arendelle habían pasado seis meses desde el Gran Deshielo y Elsa por fin tenía todo aquello que deseaba. Hacía poco que el invierno había llegado y la joven reina no pudo evitar recordar el primer invierno que pasó encerrada tras el a...