Historias Cruzadas »Alan Navarro.

Capítulo 36

Caminé hasta la puerta por donde abordaríamos.

-OYE. -Escuché a mis espaldas-

Volteé.

-No pensabas irte sin despedirte. ¿No? -Sonrió-

MIS OJOS NO CREÍAN LO QUE TENÍAN AL FRENTE.

Fernanda, Bryan, Jos, Karla, Ángel, Mía, Freddy, Alonso, Valeria y Alan estaban aquí.

Escuché una risita por parte de mí madre.

Ella los había llamado.

Volví a mirarlos, no pude y lágrimas salieron.

Todos ellos se acercaron y me abrazaron.

Me sentí muy mal por no haberles dicho que me iría.

-¿Qué hacen aquí? -Pregunté aún con lágrimas en los ojos-

-No te librarías de nosotros tan fácil. -Mía sonrió-

-¿Por qué no te despediste? -Habló Bryan, cada palabra que pronunciaba demostraba tristeza.-

-No quería hacerlo de nuevo, no quiero seguir despidiéndome. -Dije con la voz quebrada.-

-Tranquila, perdonada. -Jos sonrió nostálgico-

-Entonces... Te vas. -Freddy trató de sonreír. Asentí-

-¿A dónde? -Preguntó Karla-

-España. -Les sonreí un poco-

-¡ESPAÑA! -Emocionó Valeria-

-Después de todo podrás usar ese acento sin que te miren como loquita. -Fernanda rió, la acompañé-

-Te voy a extrañar. -Ángel me abrazó- Espero que allá tengas a un profesor de inglés tan guapo como yo. -Bromeó-

Escuché que sonaron su garganta, había sido Alonso.

-_______, ¿Podemos hablar? -Pidió el rubio nervioso-

Accedí.

Caminamos unos metros para alejarnos de los chicos.

-Pues, seré breve. -Rió nervioso- Jamás he sido bueno despidiéndome, y menos con personas tan importantes. -Suspiró- Sólo ten. -Entregó un sobre blanco-

Lo tomé y miré extrañada.

Hizo un gesto con su cabeza para que lo abriera.

Lo hice.

"Hola, castaña.

Sé que te dije que no seguiría enviándote cartas luego de lo que sucedió en la fiesta, pero ésta es necesaria.

Quiero que sepas que te extrañaré. Mucho, en realidad.

Me hará falta quien me cuente cosas de Alan, a quien consolar cuando esté triste, a quien... Querer en secreto.

Me despido por aquí, porque no soy bueno con las palabras.

Espero que podamos vernos de nuevo algún día.

Te quiero.

—A."

Sentí que el aire me faltaba.

Mí boca estaba abierta completamente.

Tenía frente a mis ojos al chico de las cartas, a "A", a mí admirador secreto.

Todo este tiempo fue él. Alonso.

-Yo... Lo sient...

Lo abracé, impidiéndole que siguiera, él correspondió el abrazo.

-No tienes que lamentar nada. Después de todo... Hiciste lo que tú corazón sentía. -Me encogí de hombros- No pasa nada. -Reí-

-Te extrañaré, castaña. -Me sonrió-

-También te extrañaré, rubio. -Lo abracé de nuevo-

-Siento interrumpir. -Mí madre apareció- Pero debemos irnos. -Informó-

Le dediqué una sonrisa rápida a Alonso, para luego ir con mi madre.

-Creo que te falta despedirte de mí.

Volteé.

De él no quería despedirme.

Sí lo hacía, no querría irme.

Lo abracé, mojando su hombro, ya que algunas lágrimas habían caído.

-No llores. -Limpió con su pulgar-

-Te voy a extrañar, Alan. -Miré sus ojos-

-También te extrañaré, honey. -Sonrió-

-Quiero que por favor sigas tus sueños, que los cumplas... Quiero que seas un gran cantante y tengas mucho dinero gracias a las niñas que vayan a tus conciertos. -Reímos- Pero sobre todo... Quiero que no me olvides. -Pedí-

-Jamás lo haría, además, serás mí fan número uno, no podría olvidarte. -Sonrió-

Siendo egocéntrico desde tiempos memorables

Último llamado, vuelo número 624 con destino a la ciudad de Madrid favor abordar por la puerta 15, último llamado.

Era hora, debía irme.

Lo miré, estaba allí con sus ojos cristalizados.

Lo tomé del cuello y besé sus labios.

Él tomó mí cintura, correspondió enseguida.

Nuestras mejillas estaban mojadas, pues ambos soltamos algunas lágrimas.

Fue un beso rápido, pero puedo asegurarles que fue el mejor, a pesar de que haya sido el último.

Miré de nuevo a los chicos, se despidieron con sus manos, hice lo mismo.

Caminé hasta la puerta, entregué mí boleto y abordé el avión.

España, allá voy.

๑Fin๑