Capítulo 3

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—Deja que la ayude señorita Hart... —Negué con la cabeza, tomé mi bolso y salí del coche.

—Bill... —Comencé cuando lo tuve cara a cara.

—No diga nada señorita. — Me sonrió. — Tenga. — Me tendió una caja. Cuando la tomé vi que pesaba algo.

—¿Qué es esto Bill? — Pregunté sorprendida.

—Abralo señorita. — Asentí y lentamente destape la caja.

—Oh Dios...— dije atónita.

—Sé que su padre iba a quitarle todos sus aparatos... Pero no se lo merece... Es el viejo ordenador de mi hija. — Mis ojos no podían abrirse más. La hija de Bill estaba muerta.

—Bill... Esto es demasiado...

—No señorita, me da pena darlo a la beneficencia, creí que estaría mejor con usted. — Tragué saliva y negué con frenesí. — También tengo algo de ropa... Puede que usted no quiera ponérsela por que a nadie le gusta ponerse ropa de alguien muerto... — Una lágrima tramposa le resbaló por la mejilla.

—Bill... — Dije con pena.

—No señorita Hart, déjeme acabar... Quiero darle esto por que confío en usted. Estudie y aproveche el verano, pero sobretodo. Disfruta.

Dicho eso se acercó al coche y empezó a sacar mis maletas.

—Muchas gracias por todo Bill.

—No hace falta que las de señorita. — Dejó las maletas en el suelo y tocó el timbre de la casa.

—Que calor hace aquí... ¿No crees? — Él asintió y yo sonreí.

—¡Lilian! — Escuché la voz aguda de mi tía Loren.

—¡Loren! — Ella se lanza a mis brazos.

—Vaya... Estás guapísima... — Miro mi atuendo sin entender a que se refería.— Ven te presentaré a los chicos. Toma mi mano y tira de ella dejando a Bill en la puerta.

—Loren, ya conozco a tus hijos... — Digo riendo.

—No todos son mis hijos... — Dice ella antes de empezar a carcajearse de igual forma.

—¡Mamá! ¿Era Den? — La vos de mi primo es la que se hace ahora presente.

—Oh no, era Lil que... — antes de que acabe me tiro a los brazos de mi primo.

—¡Mich! — Grito abrazándome a su cintura.

—¡Lil! — Dice él de igual forma que yo agarrándome fuerte.

—¡Te eché mucho de menos! — Sentía las lágrimas correr por mi rostro.

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