Carpe Diem Forever [El club de los poetas muertos]→ En Edición.

Capítulo V

(Narración normal)

El primer día de Lisa en la Academia Welton había sido bastante agitado, se lo había pasado de oficina en oficina llenando los papeles restantes y recibiendo las indicaciones, y listas de reglas restantes.

En este mismo momento se encontraba en la oficina del Sr. Nolan recibiendo las últimas indicaciones.

—....y por último están los baños, tendrás que compartirlos con los estudiantes de tu grado pero tendrás tu propio horario, y el que te moleste será castigado— indicó con seriedad el director.

La peli-negra se limitó a asentir.

Su atención fue distraída cuando oyó la puerta abrirse, se sorprendió bastante. Se trataba de Neil, su compañero de cuarto.

El chico había sido citado por el Sr. Nolan, pero no esperaba encontrarse con Lisa.

—¿Me llamo Sr. Nolan?— preguntó con el tono de respeto que se debía tener ante sus superiores.

—Si, si, quiero solicitarle que le de un tur por el colegio a la Srta. Roberts, ya sabe lo básico, solo quiero que le muestre las instalaciones y la acompañe esta semana— se explicó el director. A pesar de que parecía que se lo pedía era obvio que era una orden.

—Claro— asintió.

El director Nolan sonrió.

—Muy bien Sr. Perry, entonces dejo a la Srta. Roberts en sus manos— dijo y volvió a poner atención a la infinidad de papeles que tenía en su escritorio dando por terminada la conversación.

Ambos salieron de la oficina. Y luego, silencio.

Caminaron un par de metros en silencio y con las cabezas agachadas, tratando de evitar los otros.

Neil rompió el silencio.

—Esa es la biblioteca— dijo señalando una gran puerta color beich con una inscripción plateada "Educación es excelencia"- Esta cerca de la oficina de señor Nolan porque le gusta venir a supervisarnos- explicó.

—Que trillado— comentó Lisa señalando el mensaje grabado en la inscripción plateada.

—Si que lo es— respondió Neil.

Ambos empezaron a reir, y de un momento a otro, la tensión se había ido. Volvió a hacerse presente el silencio, pero ya no era incomodo.

Entonces el castaño la observo, su cabello negro rizado, atada en el moño típico que debían llevar las chicas, dejando caer dos mechones más cortos delante. Su uniforme se le veía espléndido. Y sus ojos......esos ojos azul profundo, eran preciosos.

Estaba tan concentrado mirándole que no se dio cuenta de que ella lo había notado.

—¿Que vez?— preguntó extrañada.

—N-nada— tartamudeó nervioso al haber sido descubierto, y vio la salida más próxima, el salón de escritura.

La tomó de la mano y comenzó a correr hacia haya.

Lisa se dejo llevar, ligeramente sonrojada por el contacto repentino.

Al final, el salón estaba cerrado.

(........)

Luego de recibir un tur completo por la escuela, la peli-negra se dirigió hacia el salón de clases junto a su simpático guía.

Las clases volaban entre la resolución de problemas aritméticos a la gramática, luego al latín, después historia, y por último, venía literatura. Todos estaban intrigados por el nuevo y misterioso profesor.