3 Años después...
Así es, habían pasado 3 años desde que aquello paso, Marceline había quedado devastada desde que Cristal se fue de su vida. Era completamente distinta, Gemma hacía de todo para mantenerla viva, porque desde que aquello paso, Marceline comenzó a enfermar casi diario, si no eran dolores de cabeza, eran fiebres de varios días, eran días en lo que su corazón parecía detenerse en cualquier momento, incluso, empezaba a perder la memoria. Extraño, eso era.
Gemma
Gemma: Vamos Marceline, linda, debes comer algo...-le dije con la cuchara de sopa cerca de sus labios
Marceline: Uhm...-giro su cabeza ligeramente a la izquierda, quedo mirando a la ventana
Gemma: Marcy...
Marceline: La extraño...
Así es, tenía que aceptar que Marceline había quedado enamorada de Cristal, quizá dolía pero, no debía reclamarle que volviera a amarme, sería algo muy estúpido de mi parte, me salvo de casarme con un idiota, aunque bien, si hubiese sido más inteligente, yo misma pude haberlo detenido, pero estaba asustada en ese entonces.
Gemma: Sé que lo haces...
Marceline: ¿Qué hare ahora sin ella?
Gemma: Hacer lo mismo que hacías cuando te separaste de ella hace años.
Marceline: ¿Qué?
Gemma: Seguir adelante, Marceline.
Con eso dicho salí de la habitación y la deje para que pensara lo que tuviera que pensar.
Marceline
3 años desde que aquello ocurrió.
3 años desde que me he sentido una completa imbécil por no poder rescatar a quien quería al final de todo.
3 años de no aceptar lo que sentía por ella.
3 años desde que la perdí.
Los segundos pasaban como si fueran años, todo lo veía en tonos de gris, no podía encontrar una motivación para levantarme de la cama y hacer algo de provecho. Solo me la pasaba acostada encerrada en mi habitación, con la esperanza de que ella entrara por la puerta a lanzarse a mí y así poder volver a sentir el calor de su cuerpo, volver a sentir el calor que se alejó de mi cuerpo desde que ella se fue.
Y es que si, así es el amor, un día te encuentras sintiéndote todopoderoso y de un momento a otro te sientes desnudo en el inmenso frío de la nada, solo.
Le pedí permiso a Gemma para salir de casa, ella accedió sin reclamos, sabía que a veces necesitaba tiempo a solas o lejos de casa hacía ya varios meses que no salía de casa, y si salía era solo para acompañar a Gemma al supermercado o para comprar ropa. En cierta parte me siento culpable, siento que arruine la vida de Gemma, ella dejo de ver a su familia desde que huimos de su propia boda, no sabe nada realmente de ellos, ni ella los volvió a buscar y ni ellos buscaron de ella.
Perdóname Gemma.
Conduje 1 hora a una playa que quedaba por la ciudad, eran las 7:00 aún, llegue a una buena hora, o al menos una hora considerable para mí, aún estaba el sol ahí.
La playa.
La playa siempre había sido uno de mis lugares favoritos, desde que era pequeña a decir verdad, solía venir mucho con mis hermanos. Mis tontos hermanos, Zack, Antony, Peter, Albert, Nick...
Al final lograron dar conmigo de nuevo hace unos meses, yo no tuve las agallas para contarle todo lo que paso en su ausencia, Gemma lo hizo. Las expresiones en sus caras no eran de odio o desprecio, eran más bien de tristeza, ya que no pudieron ayudarme en todo ese tiempo, pero está bien, termine perdonándolos, después de todo la familia es la familia y tarde o temprano terminan apoyándote o comprendiéndote.
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-Enamorada De Mi Peor Enemiga-
Romance¿Por qué se dice que lo opuesto se atrae? ¿Por qué es tan tentador querer jugar con tu propio destino al conocer a alguien? Pero sobre todo..¿por qué el amor te hace las jugarretas mas sucias y crueles? Cristal. Marceline. Dos chicas completamente d...