Dᴇsᴛʀᴏʏɪɴɢ ᴍᴇ (Terminado)

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 13

La clases pasaron lentas, maldecía a cada 5 minutos. Moría de ganas de ver a Amanda. Después de muchas maldiciones salidas de mi boca, el timbre que indicaba el fin del día escolar sonó. Rápidamente, aliste mis cosas y fui rumbo a su casa. Estaba nervioso, no sabia que decirle.

-Pasa – dijo Amanda una vez que llegue a su casa – siéntate.-

Le hice caso, me senté en el sillón de 3 cuerpos, ella se sentó al otro extremo del sofá, me miraba esperando que hable, pero no me salían las palabras de la boca.-

-¿puedes empezar a hablar? – dijo un poco impaciente.-

-¿podemos hacerlo como un juego? – pregunte. Ella frunció el seño – yo te hago 5 preguntas y tu las respondes; luego tu me haces 5 preguntas y yo te respondo.-

-Yo empiezo – suspire aliviado. Había aceptado.-

-De acuerdo – dije – pero mejor hagamos algo una pregunta tu, una yo – ella asintió.-

-¿Por qué te preocupas tanto por mi? – pregunto.-

-No quiero que te mueras – suspire – siempre escuchaba a mi madre llorar por las noches, ella ya no era la misma desde que empezó con todo esto, se estaba destruyendo y eso me dolía y mucho; y yo no quiero que tu pases por lo mismo – respondí - ¿Por qué no me dejas ayudarte?.-

-Porque yo no quiero seguir viviendo, ya te lo había dicho. Hago esto porque soy incapaz de suicidarme, la otra vez no se porque lo hice, pero ya no tengo la misma fuerza de voluntad para hacerlo – respondió - ¿Por qué me defendiste hoy y no a Camila?.-

-El sábado salí con Camila, pero ya no es lo mismo, no se porque, desde el lunes algo cambio en nuestra relación y no se que es. Cuando la vi así encima tuyo primero pensé en ti, rogaba que no te lastime – respondí, ella sonrió - ¿Por qué piensas que yo soy el causante de tus problemas?-

-De los actuales lo eres, mi madre estaría feliz conmigo si no fuera por tu culpa, tu le dijiste de esto y ahora ni me habla por tu culpa – derramo una lagrima, la cual se seco rápido – y creo que me gane el odio de Camila– suspiro - ¿Por qué le dijiste a mi mama?-

-Solo quería ayudarte, en ese momento lo vi sensato, pero creo que no fue lo mejor, perdón, admito que me pase de la raya y que no debí hacerlo, pues ella ya tiene muchas preocupaciones; sin embargo, no me arrepiento de hacerlo, aun sigo pensando que ella es la mas indicada para ayudarte – respondí - ¿dejarías que te ayude a salir de esto?, yo se que quieres hacerlo para morir, pero ¿si yo te ayudo a salir adelante? La muerte no es la única solución.-

-No lo se – respondió después de un rato – igual, a nadie le importaría si muero o no.-

-Claro que si – la interrumpí – tu mama sufriría mucho, yo también.-

-¿tu? -

-Si Amanda, cuando te bese llegue frustrado a mi casa, le conté todo a mi padre, el me dijo que debería hablar contigo, que escuche a mi corazón cuando hable contigo, que me olvide del mundo, y ahora lo estoy haciendo y sabes, tu te equivocaste Amanda, no hago todo esto porque me haces recordar a mi madre, lo hago porque, verdaderamente, te aprecio – respondí, ella solo se me quedo mirando – ahora ¿Qué sentiste cuando te bese? -

-¿Qué sentí? No lo se, estaba confundida, no sabia que hacer, ese era el primer beso que daba – bajo la mirada - ¿Por qué me besaste?

-Esa fue tu ultima pregunta – ella asintió – no lo se, me estabas gritando, vi tu labios y me dieron ganas de besarte – ella rio - ¿me acompañarías a un lugar?- Sonreí-

-¿A dónde? – pregunto confundida

-tu preguntas ya terminaron, ahora solo responde – ella me miro por un rato, pero termino accediendo.-

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Entramos al auto de Bruno, no sabia a donde íbamos, pero me sentía bien, segura. Esta ultima conversación con el me provoco algo en mi, no se con exactitud que sentimiento fue, solo se que fue lindo.

-Amanda - hablo, yo voltee a verlo – aun no te diré donde estamos, solo quiero que sepas que te quiero ayudar y si después de eso aun quieres que me vaya de tu vida, lo haré.-

Bajamos del auto, aun no sabia en donde estábamos, pero yo, simplemente, lo seguía.

Pasen – dijo una señora de unos 45 años aproximadamente.-

Entramos a una especie de habitación, era enorme, había unas 20 personas mas sentadas en sillas, las cuales formaban un circulo.

-Bruno– dijo una señora - ¿Qué te trae por aquí?-

-Ella es Amanda, viene para escuchar .-

-Hola Amanda- saludo.-

-Hola-

-Ven – me llamo la señora. Yo solo vi a Bruno, quien asintió con la cabeza – estas personas tienen problemas como drogas, anorexia, bulimia, autoflagelación; pero también están quienes han salido delante de estos problemas – ahora entendía todo – ven hija, siéntate aquí – indico – hoy si no quieres no hablaras, pero si te animas a seguir viniendo, tendrás que compartir un poco de tu historia – yo solo asentí.-

Empezaron a hablar, primero hablaron las del problema. Drogas, alcohol, anorexia, bulimia, etc.

-Diana – dijo la mujer – tu comienzas.-

-Bueno, mi nombre es Diana Smith, tengo 19 años y soy drogadicta y alcohólica – dijo y derramo una lagrima – un amigo me dio eso para refugiarme, me dijo que era mi amiga que con ella podría sentirme bien .-

-¿y porque te sentías mal, frustrada? -

-Tras la muerte de mi padre, mi mama se caso con Samuel, este era un animal, a los 15 años el – callo por un momento y empezó a derramar mas lagrimas – me violo, Sali embarazada, pero el hizo que aborte...

Así como el caso de ella habían mas, gente en las calles, violaciones, maltratos y de ahí estaba yo, me sentía patética, después de escuchar todos esos testimonios, empezaron a hablar los que ya habían salido de eso

-Hola, me llamo Maritza y tengo 24 años, yo era anoréxica y bulímica, me sentía mal con todo, mi padre falleció cuando era un bebe, mi madre y yo vivíamos en la pobreza, mi mama trabajaba, prácticamente, las 24 horas del día. Sentía que era una carga para todos, pero nunca me atreví a suicidarme. Quien ahora es mi esposo, me ayudo a salir de esto, me hizo entender que yo si valía la pena, que yo podía salir de esto y lo mejor y lo que todo el mundo debería entender, todos merecemos vivir, todos venimos al mundo por algo.....

La chica seguía hablando, la admiraba, me identificaba tanto con ella, su historia era tan similar a la mía. Después de dos horas y media, esta charla termino, para ese tiempo yo estaba llorando. Luego de despedirme de todos, fui donde Bruno, el me vio y se paro, yo solo lo vi y corrí hacia el y lo abracé. Lloraba en su hombro.-

-Si Bruno– dije sollozando – si quiero que me ayudes.-