Capítulo 2| Infierno

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Jammy se sentó temblando en la esquina del salón, escuchando los gritos de sus padres, unos gritos potentes que le atravesaban el alma

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Jammy se sentó temblando en la esquina del salón, escuchando los gritos de sus padres, unos gritos potentes que le atravesaban el alma. Se sentía un inútil en esos momentos, pues esos gritos tenían que ver con su rendimiento escolar, uno que no era lo suficiente alto.

Aunque fuera solo un niño, sus padres no comprendían eso, cosa que le dañaba bastante. Muchas veces había olvidado a reír, había dejado de quedar con amigos y pasaba todos los días en casa, y todo eso para ser el mejor, para estudiar cosas que se deberían aprender en sexto. Pero así eran sus padres y no podrían cambiar de la nada, nunca cambiarían, ese era su destino, vivir con unos padres que lo obligaban a hacer cosas que no quería hacer, como estar encerrado todo el día.

Suspiró conteniendo sus lágrimas, no quería parecer débil delante de sus padres que no paraban de gritarle lo inútil que era. No, nunca le habían maltratado físicamente, pero sí mentalmente, insultando, diciendo cosas que no eran ciertas pero que acabaron filtrándose en su cerebro, haciendo que el pequeño quisiera mejorar cada vez más, olvidándose de las cosas que todos los niños de su edad deberían hacer. como jugar o simplemente ser felices junto a sus padres.

Él era distinto, era obligado a estudiar las veinticuatro horas del día, sin poder dormir en calma, con gran fatiga a la hora de ir a la escuela, sufriendo dolor de espalda por a veces dormirse en la silla que utilizaba para estudiar junto a su escritorio o simplemente tener dolor de cabeza y mucha hambre por la falta de alimento.

Pero él siempre intentaba ver el lado positivo de las cosas, intentaba sonreír, ser feliz como podía, incluso en esa situación en la que lo obligaban, como si fuera el prisionero de sus padres, pues no lo era, era un niño como los demás, no debía permanecer toda su vida en ese lugar, encerrado sin poder disfrutar su infancia, pero eso era lo que el destino tenía preparado para él.

Los gritos de sus padres se intensificaban cada vez, haciendo temblar más a Jammy, que intentaba cubrir sus orejas, con los ojos llorosos, ya no podía soportar esa presión en el pecho que le hacía la vida imposible.

En esos momentos quería desaparecer, quería que la tierra se lo tragara, pero eso era imposible, estaba atrapado sin poder huir. Parecía un cuento de esos que a veces tenía que leer para 'madurar' según sus padres, pero él quería seguir siendo un niño, no quería ser un adulto con tan temprana edad, no quería vivir en esas condiciones.

Podría vivir en una casa admirable, con bastantes lujos, pero no podía disfrutarlos por tener que vivir prácticamente en su habitación, sin salir al bello jardín que tenía. Él era el orgullo de sus padres, pero ahora... Ahora era un simple boceto en proceso que nunca se terminaría de pintar.

Al fin, sus padres se fueron, no sin antes murmurar unos cuantos insultos dirigidos hacia su hijo y unas palabras que él no pudo escuchar, pero por el tono enojado que utilizaron supo que era algo malo, algo muy pero muy malo que sería mejor no averiguar, pero aunque intentara no saber, pronto lo sabría, pues eso era algo clave en su futuro.

[Papergradient] 'No tenemos lazos de sangre'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora