Capítulo 13| Nuevos sentimientos

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¿Cuál era el problema de salir durante la noche a distintos lugares? Pues bueno, según yo, creo que son las consecuencias que vienen después, esas consecuencias que nos queremos ahorrar pero que siempre acabamos sufriendo sin nada que hacer.

A veces, siento que lo que hacemos yo y Gradient no está bien, pero bueno, nunca me eduqué del todo, por lo que no sé lo que está bien y lo que está mal.

A veces me pregunto que pasaría si nada de lo que ha pasado, si mis padres se hubieran preocupado solo de cuidarme, de quererme, de educarme, todo como un niño normal, pero por lo que pienso, eso habría sido imposible por la personalidad egocéntrica de papá y de la personalidad manipuladora de mamá.

Esas palabras habían sido escritas en un cuaderno que Jammy se había encontrado en la calle, llena de garabatos de los chicos de primaria, cosa que él convirtió en una especie de diario en el que contaba distintos secretos o sentimientos que escondía en lo más profundo de su corazón, indispuesto a confesar al mundo por temor a como la gente reaccionara.

Todavía no entendía del todo los sentimientos de los demás monstruos, por lo que él pensaba que no podía apresurarse en confesar lo que sentía, es decir tristeza, ira, temor, alegría, a las demás personas, sobretodo a su mejor amigo Gradient, quien no entendía el carácter misterioso de Jam, que desde hacía tiempo se había encerrado en una burbuja invisible de la cual él no quería salir.

Quizás el problema que tenía el chico de bufanda era que todavía no confiaba en los monstruos, pues su infancia no fue la mejor, aunque él intentaba ignorar eso para continuar con una vida normal, pero parecía no funcionar. No podía hacer nada para volver a tener esa confianza ciega, quizás, simplemente debía rendirse, y resignarse a vivir como un monstruo distinto a los demás, con un pasado oscuro y un futuro por delante.

En la piel del pequeño esqueleto había una quemadura. No fue nada grave según él, pues simplemente se le había caído la poca sopa que había conseguido gracias a su duro esfuerzo de hacer las tareas que le habían encargado. Quizás no sabía la importancia de la comida, pero bueno, por ahora era bueno que viviera en esa ignorancia, pues la realidad era demasiado compleja para un niño como él.

Su cara mostraba una expresión inexplicable, pues no tenía nada que hacer y su aburrimiento crecía por momentos. Quizás debería buscar una forma de entretenerse con algo que le gustara, como estudiar, pero por allí no habían libros, y no conocía otra forma para aprender.

Suspiró mientras se resguardaba en las sabanas de su incómoda cama, viendo la suciedad de estas. No entendía qué era mejor, si ese lugar o su antigua casa. Pero una visión apareció en su mente. Era la persona que le había ayudado a superar (un poco) su trauma con los estudios. Era quien le había ofrecido su amistad, era quien le había ayudado en todo lo que necesitaba. Era él, Gradient, el esqueleto que tanto le había servido para superar su pasado, para poder comenzar una nueva vida.

Notó un calor en su rostro cuando pensó en ese esqueleto, cosa que lo asustó, pues podría ser fiebre, pero esa calor no era molesta. Más bien al contrario. Era un calor agradable, que le hacía reflexionar. ¿Por qué lo sentía? No lo sabía, no tenía educación sobre esas cosas, solo sobre matemáticas, lengua y ciencias.

—¿Qué es lo que siento cada vez que pienso en Gradient?—Expresó con una voz débil a punto de destrozarse. Le dolía el pecho eso de saber que algún día se tendrían que separar, ya sea porque alguien les adoptaría o crecerían y se irían por distintos lugares. ¿A caso así de dolorosa era la amistad? No lo sabía. Necesitaba clases sentimentales. ¿Pero quién le podría enseñar? Quizás Gradient, quizás nadie.

Con la cabeza gacha, se levantó de la cama, con el objetivo de ir al costado de donde descansaba Gradient. Por culpa de las travesuras que habían hecho unas semanas atrás, ellos habían sido mandados a una habitación en la que solo estaban ellos dos, en el fondo de la casa, y muchas veces se les privaba de comer o salir de la habitación. Eran horribles condiciones, pero Jammy ya estaba acostumbrado. Y no se preocupaba. No era como si le importase no comer, pues muchas veces, en su anterior casa, había conseguido llegar a la racha de cuatro días seguidos sin comer casi nada.

Su cabeza daba vueltas, se estaba mareando por esos pensamientos. Quizás en verdad ahora la falta de comida le estaba afectando bastante, no como cuando vivía en su casa con sus padres.Quizás y se estaba acostumbrando a vivir como un humano normal, y eso le afectaría bastante en un futuro, cosa que no le interesaba en lo absoluto, pues no le beneficiaba en nada.

Esos días, el frío era bastante intenso, ya que era de noche, y, encima, en esa habitación no había calefacción, por lo que el frío calaba los huesos de los dos niños, incluso si estaban enterrados bajo las mantas, eso daba igual, pues el tiempo no tenía compasión hacia los monstruos.

—Pst—susurró Jammy mientras se arrastraba lentamente hacia el costado derecho de la cama de Gradient, quien dormía plácido, con un rostro apacible.—Oye, Gradient, despierta.

El silencio volvió a reinar en el lugar, pues Gradient no tenía intenciones de despertar. Jammy suspiró, aburrido, necesitaba contestar las preguntas que se había cuestionado él mismo. ¿Qué era lo que sentía? Quizás, lo que necesitaba, no era aprender sobre matemáticas, ciencias, sino sobre sentimientos. Necesitaba, en verdad, aprender sobre las emociones de los monstruos, pues eso le serviría bastante en un futuro.

—Gradient, por favor, despierta. Te necesito.—Esa última frase la había dicho con la voz baja, intentando de que nadie le escuchara, pero los únicos allí eran él y Gradient. No había que preocuparse, aunque si Gradient despertaba en ese justo momento no sabía cómo lo explicaría.—¿Estoy nervioso? ¿Solo porque no quiero explicarle nada de lo que siento a Gradient?

Jammy suspiró, intentando calmar el nudo que se estaba formando en su garganta. No pensó que los sentimientos fueran tan molestos, y como no tenía experiencia en ellos, no podía deshacer ese nudo.

—¿J-Jammy?—Preguntó adormilado el esqueleto que se hallaba en la cama, intentando acomodarse para hablar con su amigo, quien estaba bastante pálido y su cara mostraba bastante nerviosismo.—¿Te encuentras bien?—Cuestionó.

—¿Eh? Ah, sí, sí. Es que tengo un pequeño problema, Gradient.—Una vez dijo eso, Jammy se quedó pensativo. No sabía si explicarle todo, detalle por detalle, o mentir sobre alguna cosa. Al final, escogió la segunda opción.—¿Sabes? Es que hay una persona en el orfanato que cada vez que pienso en ella siento nervios, siento calores subir a mi cara y no comprendo la razón.

Gradient se quedó estupefacto. ¿En verdad Jammy estaba confesando de que se estaba enamorando de alguien? ¿Pero... de quién? Bueno, Jammy se había hecho bastante popular entre los niños del orfanato por su peculiar personalidad y su curioso pasado, así que quizás se hubiera enamorado de una de sus amigas.

—Eh, Gradient, responde.—Dijo impaciente Jammy a su amigo, mientras le miraba, ansioso de conocer los sentimientos que tanta molestia le estaban provocando, y pensaba que no sería nada tan malo, que solo sería algo natural. No esperaría nada de lo que iba a pasar.

—Yo creo que podría ser amor.

El silencio se formó, el rostro de Jammy se desfiguró y sus nervios empezaron a aumentar, sin saber qué decir, pues no se esperaba esa respuesta, pensaba que iba a ser algo más inofensivo. ¿Cómo iba a intentar solucionar ese gran problema?

Porque, si lo que había dicho Gradient era verdad, significaba que Jammy se había enamorado de su mejor amigo.

CONTINUARÁ

Lo siento  mucho si he pasado mucho tiempo sin actualizar, la inspiración me está abandonando, como podéis comprobar en este capítulo, por lo que ya sabéis la razón de qué me pasa si no puedo actualizar, ya que no quiero hacer un capítulo sin inspiración, y éste me costó más de dos semanas seguidas o más escribiendo cuatro frases por día.

Nos vemos en el siguiente capítulo :D

[Papergradient] 'No tenemos lazos de sangre'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora