Desde su regreso a Hogwarts había intentado mantenerse ocupada para no pensar, para no dedicar ni un instante a rememorar lo sucedido en el viaje de regreso a Hogsmeade y lo que había sucedido después de eso.
La nada misma.
Y todo a la vez.
Draco la había ignorado desde el instante en que estuvo a punto de ser besada por Cedric.
-Él quiso hacerlo -se repetía como un mantra mientras dejaba que los elfos llevaran los libros hacia los estantes indicados- yo no podía imaginar que Cedric tendría esa intención...no es que yo iba a dejar que me besara -el elfo tras ella asentía- por supuesto que no....si hubiera sido unos meses antes quizás...pero no ahora.
Dejó caer su carpeta con violencia sobre el escritorio - gárgolas galopantes...¿Por qué estoy tan molesta?
-¿quizás porque no la besó Srta. Granger?- preguntó su acompañante.
-nooooo....no es por eso - suspiró, tomó asiento y apoyó la frente sobre el escritorio- no es esa la razón-hablaba para ella contra la antigua pero lustrosa madera.
La puerta de la biblioteca se abrió lentamente, solo un tenue sonido de campanilla delataba a quien llegaba. Cedric Diggory ingresó con una sonrisa pintada en su rostro, ritual que repetía a diario desde que habían regresado a Hogwarts.
-te traje caramelos....como cada día -dejó la bolsa junto a la mata de rizos castaños pues ella no había levantado la cabeza, sabía que se trataba de Cedric.
-gracias -respiró profundo y se incorporó, tomó la bolsa de Honeydukes y la guardó en el primer cajón de su escritorio- cuando termine los degustaré... como cada día- le sonrió agradecida.
- ¿falta mucho para que tengas todo listo? la visita del comité de padres es en días -Apoyó sus manos en el borde del escritorio- sabes que puedes contar conmigo Hermione.
-lo sé y te lo agradezco Cedric pero puedo con todo, además no estoy sola -los elfos entusiasmados asentían mientras tomaban más libros y se encaminaban a ordenarlos- en un par de días ya tendré todo lo suficientemente aceptable.
El profesor tomó aire - ¿cenas conmigo hoy? - Antes que ella tratara de responder continuó- sé que no tienes compromisos Hermione, cada día te has negado y no entiendo el motivo.
La castaña se pasó una mano por la frente- sabes perfectamente los motivos de mi negativa Cedfric, eres un hombre casado, tienes una familia a la que debes respetar...
-el proceso de divorcio está encaminado -la interrumpió y se apoyó en la mesa para acercarse a ella- eres tú con quién yo quiero estar...
-ese tema ya está zanjado profesor -trataba de poner distancia entre ellos- lo nuestro caducó, se terminó -se puso de pie y tomó unos sobres de papel madera- ahora si me disculpa debo organizar estas revistas de divulgación científica.
-yo puedo ayudarte...-se resistía a su alejamiento.
- no profesor Diggory, puede pero yo no lo permitiré -inspiró con un poco de cansancio- no quiero ser descortés con Usted porque no se lo merece-lo miró a los ojos resignada- fuíste muy importante para mí, no terminó como quise pero lo acepté...
-yo no Hermione, nunca terminaré de arrepentirme...
- no hables así, tienes una hija hermosa - sonrió -valió la pena el sacrificio y además nunca es mucho tiempo.
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Demasiado herida
RomantikHermione estuvo ausente de su país por diez años, había estado con sus padres intentando sanar heridas físicas y emocionales. A su regreso deberá enfrentar un destino que la persigue. Draco está en busca del suyo y la encuentra a mitad del camino.