Unas Vacaciones Sin Padres (Editando)

Capitulo 22.

DESASTRE EN LA MANSIÓN.

L

a ama de llaves nos despertó y a juzgar por la poca luz que entra a la habitación es temprano, volví y puse la sabana en mi cara y me voltee del otro lado. Ella volvió y nos llamo pero esta vez abrió las cortina y así entro mas claridad, abrí los ojos con fuerza volviendo a cerrarlo por la luz que invadió mi vista rápidamente, Rowan aun seguía dormida y Daysi se ve algo fastidiada. Como me gusta molestar a Rowan me levante de mi cama, pase una mano por mi rostro y le hice señas para que pare, pretendía utilizar uno de los métodos que usamos Matt y yo para despertarnos en la mañana.

Busque una de mis almohada y le comencé a dar en la cara, cuando escuche su grito pare. Se bajo de la cama y me miro amenazante, nos quedamos varios minutos así hasta que escuchamos a Daysi toser para llamar nuestra atención, le saque el dedo de en medio y luego mire a Daysi y le sonrei con toda amabilidad posible— los señores Steedman saldrán temprano y deben cuidar a los niños, vistanse las esperare en una hora en el pasillo— dijo desde que llamo nuestra atención y luego salio de allí.

Bufé malhumorada, ¿por qué todo esto me pasaba a mi?.
—“ Que chistosa Hil sabes muy bien lo que has hecho”— bien, bien no hace falta que me riñas puñetera conciencia— dije, probablemente alto porque Rowan me mira muy raro— si hablo de vez en cuando. Necesito de consejos profesionales— le dike como si eso era lo mas normal.

— Eres muy rara, aveces creo que a ti te encontraron en algún basurero.

— Mira como es la vida, no sabia que pensamos igual. Porque eres tan... Tan idiota— dije y reí con hipocresía y luego entre al baño.

Termine metida en la ducha tardandome mas de lo que debería y cantaba como loca la canción de “blurred lines de Robert Ticke ft Pharrell, Ti”. Si, si lo se muy típico pero todo lo bueno acaba ya que resbale al salir y me pegue en la cabeza con baldosas— ¡Ay mi mamá!— chillé y me quede ahí por un buen rato— ¿nadie?— pregunte, pero claro que nadie se adivinaría e iría al baño para saber que me ha pasado así que no me quedo más que recoger mi dignidad y levantarme, cambiarme y salir como si nada silbando y de vez en cuando pasarme los dedos en el pelotón que se formo en la parte de atrás de la cabeza. Como la puntualidad no es lo mio llegue como la reina de Inglaterra y  me tire al sofá en eso escuche una canción en mi cabeza y comencé a tararearla un poco, todo era hermoso y tranquilo, juraría que podía dormir aquí todo el día, al momento de cerrar los ojos escuche una voz de demonio.

— Bajate de ahí, es el sofá caro de mamá.

— Obligame— dije retando a la chiquilla que parece de algunos nueve años.

— Si así quieres— escucho que dijo y luego silbo.

— Aah— grite al ver dos niños venir y agarrarme por los pies luego me dejaron caer al suelo.

— Maldición— mascullé y me puse en pie, mire a los pequeños con cara de demonios, los dos niños ríen como locos y la niña solo me mira con la mano en cintura y conteniéndose una gran carcajada, luego vi como le hizo seña a los otros dos para que pararan y fruncio el ceño.

— ¿Quién eres?.

— ¿Qué ves, a una persona o una marciana?.

— Ash, tarada— bufo poniendo sus ojos en blanco.

— Tarada tu abuela— le conteste de mala gana.

— Señorita Ryan— voltee para ver quien tenia tan linda voz, me quede mirándolo y mordi mi labio inferior ya que el chico que esta en frente mio esta de madre, tiene el cabello color castaño, unos hermosos ojos celestes y un poco chiquitos, tez blanca, tiene el labio superior mas fino que el inferior y rosados que daban ganas de besarlos, morderlos y ¡mamasita!. Mordi tan fuerte mi labio que creo que me he lastimado— hey— escuche que gritaron provocando así que saliera de mi embobado sueño despierta. Vi como él me miraba y tal vez se sentía incomodo por como lo estaba mirando— ¡chica!— escuche que volvieron a llamar y esta vez si fue él.