Capítulo 1

677 61 21
                                    

ㅡMnh

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ㅡMnh... Ahh!! Mngh no... no puedo... más...



Era tan doloroso, absorber su gran pene en mi pequeña y desgarrada entrada, cuanto duele, cuanto daña no solo física sino emocionalmente, cuanto me destruye hasta volverme polvo.



ㅡ¡Mngh! A... Amo, allí, por favor, amo...



"¿Cuándo te convertiste en lo que eres ahora?" Mi conciencia pregunta. La necesidad, la enfermedad de un ser amado y la maldita hambre que me estaba matando fue quien me orillo a convertirme en el amante de un sujeto "excepcional" para todo aquel que no conoce sus demonios.



Termino ensuciando mi abdomen, cerrando los ojos, empuñando mis manos y estirando los dedos de mis pies al sentirlo explotar en grandes cantidades de semen dentro de mi cuerpo, más bien, dentro de un condón. Respiro agitadamente, cada noche que esto sucede termino muerto, sin ganas de moverme. Él sale de mí tan brusco como entró, se dirige al baño y pronto escucho el sonido del agua al caer de la ducha. Veo el techo blanco de la habitación de mi apartamento y pienso en el día que tuve hoy, pesado, cargado de tareas y completamente frustrante. Mamá me llamó por la tarde diciéndome que NohMi necesita otra operación. Es mi sobrina quien carga con una Cruz que no merece. Me pongo mis boxers nuevamente y me siento en mi escritorio a hacer mis deberes. Todo sea por ella y por mamá.



Escucho la puerta del baño abrirse y veo a ese sujeto salir con una toalla alrededor de su cintura, sus cabellos negros descansan desordenados sobre su cabeza completamente empapados, dejando caer gotas de agua sobre sus anchos hombros para deslizarse por su firme pecho y seguir su camino por su duro abdomen y vientre, perdiéndose en la toalla que cubre aquella parte enorme de su anatomía que me causa pavor y a la ves me parece fascinante. Pero es tan atractivo y tan mayor para mí.



ㅡNo vendré mañana.


ㅡEstá bien amo. ¿Quiere que lo espere el sábado?


ㅡNo ㅡmordí mi labio y lo vi tomar su ropa del piso. Iba a tener por fin horas de descanso, pues desde lunes hasta hoy jueves, había venido todas las noches.


ㅡ¿El domingo?


ㅡNo.


ㅡ¿Cuándo mi señor?


ㅡNo lo sé.


ㅡLo esperaré el tiempo que lo requiera, amo mío.


ㅡMañana pasa a la oficina por el cheque, SiWon te lo entregará.


ㅡMuchas gracias señor ㅡestaba terminando de atar el cordón de sus elegantes zapatos negros, me acerqué y tomé la corbata que se hallaba aún en el piso, sintiéndome nervioso me acerque a él, quien ahora permanecía sentado solo observándomeㅡ. Yo, quería preguntarle si podía...


ㅡNo, no puedes.


ㅡNi siquiera ha escuchado lo que...


ㅡDije que no ㅡelevó la voz sin alcanzar a gritar, mordí mi labio y asentí con la cabeza mientras pasaba mis brazos por su cuello para colocar su corbata.

¡Espinas Sin Rosas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora