Capítulo 5

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¡Espinas sin rosas!

Tranquilízate SooGun
—Cómo quieres que me tranquilice RyeoWook, si mi vida se ha ido a la mierda.
—Nuestra madre y yo no tenemos la culpa de eso.
—Claro que la tienen. Seguramente ustedes planearon el accidente, por su maldita culpa la única persona a la que amaba está muerta, y mi hija inválida.
—Te dijimos que te quedaras SooGun, pero siempre haces tu voluntad. Estaba lloviendo, obviamente la carretera sería más peligrosa y no te importó.
—Tu y mi madre se alegran de esto.
—Jamás. Por mucho que estuviésemos en contra de esa unión, nunca dejaría de ser el hermano de mamá, tú su hija y mi hermana.
—Debieron dejar que abortara, después de todo, no iba a ser la primera vez —su confesión heló mi sangre y el llanto de mamá acrecentó. —Los odio, los odio a todos.

La puerta de su habitación fue azotada con brusquedad, mamá cayó de rodillas al piso y NohMi comenzó a llorar ante los gritos. Me acerqué a mamá, la ayudé a sentarse en el sillón y besé su frente
—Todo estará bien mamá. Mañana será mejor que hoy —traté de confortarla para luego dirigirme a NohMi para calmarla también.

La noche era fría, el viento silbaba desolador, el llanto de NohMi no cesaba, la llevé a la habitación de mi madre, donde ella dormía cuando mi hermana caía en crisis depresiva.

—Iré a hablar con tu hermana.
—Está bien, iré en cuanto NohMi duerma.
—De acuerdo.

Escuché los pasos de mamá alejarse y detenerse en la habitación de mi hermana, llamó con dulce voz de madre intentando obtener respuesta.

No habíamos aprobado su relación por obvias razones, estaba actuando de la manera menos razonable y denigrante que pudiese. Tenía una relación sentimental y carnal con mi tío, hermano de mi madre, NohMi era producto de esa unión. Acaricie sus cabellos mientras la escuchaba suspirar y veía sus ojitos cerrar. Tuvieron un accidente en una noche lluviosa, mi princesa con apenas dos años de vida había sufrido una severa quebradura en su columna vertebral causándole paraplejia que le impediría caminar a menos que se sometiera a una costosa operación. Mi tío perdió la vida en ese accidente, mi hermana atravesó el vidrio delantero desfigurando su rostro, sumiéndola en la más terrible de las depresiones.

Me puse de pie con cuidado, mamá no dejaba de hablarle a mi hermana sin tener respuesta, iría a ver qué sucedía, aprecié el rostro regordete de mi pequeña sobrina, su pequeña mano se aferraba con fuerza a mi dedo índice, y susurré en su oído con la más fuerte convicción “Te juro por mi vida, que volverás a caminar, el logro de tus primeros pasos no sera en vano”. Entonces escuché el grito desgarrador de mi madre, NohMi dio un pequeño salto en la cama y comenzó a llorar, la tomé en brazos y me dirigí con prisa a ver a mi madre, la puerta de la habitación de mi hermana estaba abierta, al entrar, vi el cuerpo de mi hermana en el piso y a mi madre llorando sobre ella, moviéndola tratando de despertarla, entre esos bruscos movimientos, su rostro giró, sus ojos fríos y sin vida quedaron justo frente a mí, como si estuviese viéndome, de su boca salía sangre, demasiada. Las lágrimas caían de mis ojos mientras veía la terrorífica escena y estrujaba el cuerpo de mi sobrina sin dejarla caer. Vi un frasco de vidrio cerca de su mano, lejía, ¿de dónde demonios sacó eso?

Y como eco escuché el último grito desgarrador de mi madre.


Me senté agitado, con el cuerpo empapado en sudor, vi por la ventana de mi habitación, el cielo aún continuaba oscuro, de nuevo volví a recostarme en mi cama con la mente revuelta. ¿Por qué había soñado eso? Solo era una reminiscencia, mi subconsciente estaba alterado, quizá porque volvería a Seúl.


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