Capítulo 4

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Despedirme de NohMi fue lo peor que pude hacer, lloró tanto al grado de terminar ahogándose, los doctores dijeron que el esfuerzo podría empeorar su salud, así que tuvieron que sedarla y yo me vi obligado por mi amante a volver. En todo el camino lo único que se escuchaba eran mis constantes sollozos, a él poco le importaron y es que no podía dejar de pensar en mi pequeña sobrina. Al llegar a Seúl me dejó en el departamento y se fue, sin decir adiós, sin un beso.

Los días pasaron, llamaba a mamá para saber el estado de NohMi, ella está mejorando y eso me alegraba, pero mi felicidad no estaba completa, él no ha venido ni una sola vez.

ㅡEntonces el sábado está hecho  ㅡhabló DongHae mientras picaba la comida de mi almuerzo.
ㅡSupongo que sí.
ㅡA las ocho, ¿te parece?
ㅡDe acuerdo.
ㅡEstás distraído ㅡhabló esta vez EunHyuk tomando mi mano.
ㅡEstoy bien. Solo un poco estresado por la universidad, la recuperación de NohMi y los gastos que esta ha dejado.
ㅡWook, si necesitas ayuda económica, sabes que puedes venir a nosotros ㅡdijo DongHae, EunHyuk asintió.
ㅡGracias chicos, pero no puedo abusar de su amistad.
ㅡ¿Cual abuso? RyeoWook, te queremos y hay confianza entre nosotros ¿verdad? ㅡlas palabras de DongHae fueron una fuerte bofetada en la cara.
ㅡLa hay ㅡaseguré. Me siento falso, un mal amigo, pero de vedad, no puedo decirles que soy amante de un hombre casado y que es padre de tres pequeños.

******************************"

Era un ambiente agradable, EunHyuk y DongHae no dejaban de bailar mientras que a mí, me habían dejado con Park HyungSik, un amigo suyo que querían que conociera.

ㅡ¿Entonces llevas dos años viviendo aquí? ㅡme preguntó.
ㅡSí, un poco más de dos años ㅡrespondí sintiendo una opresión en el pecho. Quizá era un mal presentimiento, NohMi, mamá o JongWoon.

Si a NohMi le llegase a suceder algo, mamá estaría llamándome a los cinco minutos, si fuese mamá, obviamente ya lo sabría, pero si es JongWoon, estamos por cumplir una semana de no vernos, quizá sea eso, la necesidad que siento de estar a su lado.

ㅡ¿Quieres otra bebida? ㅡme ofreció amablemente.
ㅡNo gracias ㅡle respondí.
ㅡ¿Quieres bailar?
ㅡDe acuerdo ㅡaunque lo que verdaderamente quería era saber de JongWoon, mi sobrina y mi madre.

Park HyungSik  era alguien sumamente agradable, un chico emprendedor, altruista alguien que te inspira a ser como él.  Se ofreció a llevarme a casa, no pude negarme ya que ésta quedaba bastante lejos del bar donde estábamos. Al estacionarse frente a la edificación, se bajó del auto y lo rodeó a velocidad de correcaminos para abrirme la puerta.

ㅡQue amable. Gracias.
ㅡCuando quieras. Ha sido un enorme placer conocerte ㅡme dijo regalándome una sonrisa que bien podía matar de encanto.
ㅡLo mismo digo. Debo entrar.
ㅡClaro, hasta pronto.

Él me tomó del brazo acercándome a su cuerpo para darme un amable beso en la mejilla de despedida, le sonreí y agité mi mano para despedirme al ver su auto perderse en las calles de Seúl. Suspiré, JongWoon, ¿por qué no sé nada de ti?

Subí, por las escaleras, no me apetecía llegar a mi solitario departamento para torturarme pensando en él, sin embargo, después de diez minutos, lo inevitable sucedió. Una opresión en el pecho me hizo detenerme frente a la puerta, algo en mi cabeza me decía que debía irme, que no debía entrar. ¿Acaso era un mal presentimiento? ¿Pero por qué? La puerta se abrió y me quedé patidifuso en mi sitio, sin saber que hacer, si lanzarme a sus brazos para besarlo hasta morir o salir corriendo, huir de esa mirada de bestia rabiosa que solo me aseguraba una terrible noche donde quizá de igual manera moriría.

ㅡ¿No piensas entrar? ㅡsu voz cargada de ira me hizo estremecer.
ㅡS... Sí a... amo... ㅡabrió más la puerta para que yo entrara, sin embargo, mis pies parecían estar adheridos al piso.

Lo vi fruncir el ceño al ver que no me movía, me tomó bruscamente del brazo y me lanzó dentro del departamento. Fue tanta la fuerza que ejerció al tirar de mí que no pude controlar mis movimientos ni coordinar mis manos para evitar un golpe y precisamente, mi frente fue a dar justo a una punta de la pequeña mesa de la sala. El golpe fue duro y el dolor bastante aturdidor, me intenté poner de pie pero resbalé al instante.

ㅡ¿En dónde estuviste?
ㅡCo... con Do... DongHae y Eun... Hyuk...
ㅡ¡¿Crees que soy estúpido?! ㅡgritó mientras me tomaba con fuerza del cabello y azotaba mi cabeza contra la mesa de maderaㅡ. Estoy harto de ti maldito estúpido bueno para nada.
ㅡMi señor, no es así, lo que está pensando está mal. ¡Se equivoca! ㅡgrité intentando hacerlo entrar en razón.
ㅡClaro, es que yo ya me estoy quedando ciego, ¿DongHae creció demasiado en tan pocos días verdad?
ㅡEl chico que me vino a dejar...
ㅡ¡Te acostaste con él! ㅡgritó colérico mientras me golpeaba con su puño insistentemente en la cara, ya no soportaba másㅡ. Eres la puta más asquerosa del mundo. ¿Por qué me dices que me amas si no es así?, ¿por qué mejor no solo cierras tu maldita boca?
ㅡA... Amo... lo... lo... lo siento.... tan... to... lo malinterpreta.
ㅡ¡Claro! Ahora llámame loco.

Empezó a caminar de un lado hacia otro. Con la manga de mi sudadero intenté limpiar la sangre de mi rostro, sentía la cara hinchada y no sentía mi ojo derecho, levanté el rostro para verlo, él seguía caminando como si fuese una bestia rabiosa enjaulada, se detuvo al ver mi rostro, le sonreí para que no se preocupara por mí, sin embargo, ese fue mi mayor error.

Gritó furioso y comenzó a golpearme insistentemente, a patearme con afán, me puse en posición fetal y cerré los ojos sintiendo aquellos golpes furiosos sobre mí.

ㅡ¿Por qué eres tan estúpido? —Se avalanzó contra mi cuello y lo estrujó en sus manos, definitivamente iba a matarme. —Entiende RyeoWook, la vida no es color rosa, la vida es una porquería, está llena de mierda, no puedes ir feliz por la vida, ¡No tiene sentido! 
ㅡAmo, eso yo... lo sé —estaba seguro que mi rostro tenía un terrible color azul— me... mejor que na... die... Yo soy fe... feli... —No pude terminar a que la falta de aire me dejó casi inconsciente, al ver esto el me soltó o fue porque quizá se cansó de ahorcarme. Y empecé a recuperar aire a bocanadas
ㅡDesearía que estuvieras muerto, deseo matarte con mis propias manos porque eres un jodido imbécil, pero hay un maldito problema y es que no puedo a pesar que te odio tanto.
ㅡEntiendo... ㅡSentía que iba a morir, el dolor era insoportable, de hecho, me sentía ya sin vidaㅡ. Entonces, yo... yo quiero que... que me mate, así usted, será feliz.

Él sonrió de lado, me tomó de los cabellos y acercó su boca a la mía

ㅡPequeño imbécil, no lo entiendes verdad.

Dejó caer mi cabeza lastimándome contra el piso, se puso de pie y avanzó hacia la puerta, tomó su saco del perchador y se lo colocó. Se giró para verme y con dificultad pude observarlo sacar algo dentro de la solapa del saco. Una rosa, era una hermosa rosa roja.

ㅡCuanto más se ama a un amante, más se odia.

Dijo dejando caer la rosa a sus pies, para luego, marcharse, dejándome sangrando, llorando, adolorido y sobre todo, destruido.
******************************

Mis párpados pesaban y el dolor en mi cabeza se volvía insoportable, poco a poco mi vista se comenzó a empañar y no era por las lágrimas, simplemente todo se volvió negro en un instante.

La nada, estaba en medio de la nada inexorable, todo era color negro y aun así sentía que daba vueltas interminables, parecía no haber oxígeno, bueno, hacía falta todo, pronto vi algo de luz, claridad artificial, entonces comprendí que habían sido mis ojos que anteriormente estuvieron cerrados. Comencé a realizar ese típico acto involuntario, que esta vez sería contrario, de parpadeo incansable para poder enfocar mi vista y saber dónde diablos estaba, el techo blanco, el hedor a mierda, cloro y medicina me indicaba que estaba en un hospital, de pronto sentí nausea insaciable.

—Por fin despertó —escuché la voz de una mujer decirme como quien no quiere la cosa.
Poco tiempo después entró un hombre joven con bata blanca y anteojos grandes, puso una luz en mis ojos la cual seguí por inercia, abrió mi boca y colocó una especie de paleta de madera en ella, la cual comenzó a mover entre mi boca, quizá buscando algún imperfecto. Tomó mi muñeca y quizá midió mi pulso luego marcó el ritmo de mi palpitar y me sonrió.

—Estás hecho mierda RyeoWook —entonces caí en cuenta que conocía a ese doctor o mejor  dicho genio, a sus escasos veintiséis años ya era merecedor de su digno título: Park HyungSik, el chico al que conocí apenas ayer y que hoy salvaba mi vida. —Tienes la boca destrozada y severos daños en la faringe y laringe, no podrás hablar por unos días. Tienes tres costillas rotas, tu rostro es un asco en este momento, no sufriste daños severos en la cabeza, tendrás un dolor constante pero nada que el tiempo y la medicina  no puedan sanar —guardó silencio por un momento para luego sonreírme— Tuviste suerte —de pronto su mirada reconfortante pareció entristecida, se quitó los anteojos pareciéndose más a un niño jugando a ser médico —Me cagué de miedo cuando te vi tirado en tu apartamento sangrando, al menos los ladrones ya no estaban cuando llegué. Supongo que tienes muchas dudas, verás… regresé porque dejaste tu billetera en mi auto, estaba por llegar a mi casa cuando lo noté y pensé que te serviría así que… Debes estar cansado, DongHae y EunHyuk están fuera, les diré que tienen unos minutos para verte y que no te inciten a hablar.

Salió dejándome completamente solo, respiré con fuerza y sentí que destrozaban mi cuerpo por dentro, seguramente así estoy. Intenté girar la cabeza pero un dolor agonizante en el cuello me lo impidió, hubiese gritado de no ser porque mi garganta me ardió en llamas al intentar emitir sonido. La puerta se abrió de golpe y vi a DongHae y EunHyuk quedarse enteleridos en el marco de la puerta, cerré los ojos pese al dolor en mis cansados párpados y suspiré.

—Estoy harto, me vas a decir ahora mismo el nombre del hijo de puta que te hizo esto ahora mismo.
—Calmate DongHae.
—No me pidas que me calme EunHyuk, cuando estoy viendo a mi amigo postrado en una maldita cama de hospital muriendo, mientras que ese hijo de perra debe estarse rascando la polla de aburrimiento —sonreí internamente porque por fuera no podía mover un sólo músculo. —Yo no me trago ese cuento basura de un posible robo, sé que no puedes hablar ni mover tu cuerpo, pero juro por mi vida que esto lo voy a vengar.

HyungSik informó que debían irse, apenas pude rogar para que DongHae no le avisara a mi madre, ¿para qué preocuparla más? Estaba hasta la mierda, esto me suponía más gastos, iba quedar más pobre y endeudado que la miseria. Morir hubiese sido preferible, pero no, no podía ser un desconsiderado con mi madre, debía ser fuerte, los golpes sanarían e iba a trabajar duro para sacar a mi familia adelante, esto no es nada, solo es… “el estúpido RyeoWook recibiendo la paliza de su vida” estoy listo para más, nadie me detendrá, lágrimas silenciosas recorrieron mis mejillas las cuales me ardieron por los golpes que seguramente tenía, me sentía acabado, sin fuerzas pero con ganas de vivir.

En el transcurso de la tarde HyungSik y otros doctores me atendieron, vendaron partes de mi cuerpo y cubrieron de gasas otras, colocaron en mi cuello un collarín cervical y me informaron que sería sometido a una operación sin embargo seré sincero, no puse atención a lo que vino después, mis pensamientos se perdieron en su recuerdo, en todo lo que él me hizo vivir, en lo bueno y malo, más malo que bueno, en las caricias, pocas pero hubieron, en esos momentos de placer que compartimos; seis meses y enloquecí por él, soy un estúpido, un jodido imbécil.
No sabía que hora era, pero sabía que debía ser tarde, pues una enfermera me había dado la cena, ahora que lo pensaba, ¿cómo haría para ir al baño? ¡Maldito JongWoon!
La puerta se abrió y pude ver al causante de mis desgracias y satisfacciones en el marco de la puerta viéndome con una mirada indescifrable.

—¿Cómo te sientes? —como si no me estuviera viendo para deducirlo —Quería disculparme contigo, por todo lo que te he hecho pasar —¡Vaya gran novedad¡ él disculpándose, debe ser una mala broma.

Desearía poder hablar y enviarlo al mismísimo infierno, pero no podía, supongo que ni hablando lo lograría, el corazón es idiota, es débil y estúpido, más el mío que se le ocurrió enamorarse de un trozo de hielo impenetrable.

—Deseo que te recuperes pronto—¿para volverme a joder? —Adiós RyeoWook.

¿Adiós? ¡¿ADIÓS?! ¿y qué esperabas Wook? Que se lanzara a tus pies rogandote que no lo dejarás después de esto? Qué idiota eres Wook, ¿eres libre y te pones a pensar en tanta mierda? Deseo gritar mientras lloro, por tanto dolor, por tanta soledad, por tanto amor y sigo siendo un imbécil bueno para nada. “Lo superarás Wook” repito en mi mente tratando de convencerme de ello “lo superarás, lo olvidarás y serás feliz.” ¿Pero cuánto tiempo llevará eso? ¿Cuántos tormentos he de pasar para superar mi primer amor? ¿por qué tuve que enamorarme de él? ¿y por qué siempre me hago la misma maldita pregunta?

FlashBack
ㅡAcepto ㅡel abrió la puerta desde adentro y sin un gesto de emoción me respondió...
ㅡSube.

Puso el auto en marcha, de pronto palidecí del miedo, estaba en el auto de un desconocido, próximamente iríamos a un lugar igualmente desconocido, tendría que besar a ese desconocido y peor aún entregarle mi virginidad, estoy jodido, literalmente jodido ¿Qué diría mi madre de saber esto? Me odiaría estoy seguro, pero las amo tanto que no puedo negarme, mis piernas temblaban con nerviosismo, puse mis manos en ambas rodillas para tratar que no se notase demasiado, sin embargo mi menudo cuerpo temblaba descaradamente. Giré el rostro para ver si él lo había notado pero sus ojos no se despegaban de la autopista, eso sería bueno, traté de relajarme pensé en dormir un rato, estaba cansado y seguidamente el acto posterior iba a requerir suficientes energías.
Recorrímos varios kilometros hasta llegar a un hotel a la orilla de la playa,  el bajó del auto y yo no supe que hacer…

—¿Qué esperas? ¡Baja! —dijo con tono fastidiado
—¿A dónde vamos? —pregunté pero fui vilmente ignorado.

La entrada del hotel era fascinante, desprendía lujos por doquier, no entendía ¿por qué un hombre tan apuesto y con tanto dinero le hacía semejante propuesta a un pobre imbécil universitario? Estoy seguro que cualquier súper modelo mataría por esta oportunidad… ¿qué tengo yo que no tienen las chicas que se le están acercando? Quizá ingenuidad, docilidad, estupidez.

—Señor JongWoon es un placer volver a verlo

Las mujeres le coqueteaban sin pudor, inclusive, el escote lo hacían aún más notorio deseando hecharsele encima, ¿por qué yo? ¡maldita sea! ¿por qué? Entramos al ascensor y subimos a la suite principal. Él caminó frente a mí todo el trayecto, yo cual perro faldero lo seguí. Entramos a la habitación e igualmente me maravillé con todo dentro de ella, los cristales relucientes despampanaban mis ojos, jamás había visto tanta belleza en un solo lugar.

—Hay ciertas reglas que debes cumplir al pie de la letra he...
—RyeoWook, mi nombre es Kim RyeoWook.
—Mnh RyeoWook —Tomó dos copas del minibar y las llenó de alguna bebida alcohólica, cabe decir que no sé el nombre de la bebida, pues era la primera vez que bebería. —Soy tu amo, deberás dirigirte a mí siempre con ese apelativo. Debes estar disponible cada vez que quiera cogerte, no acepto lloriqueos estúpidos, no tienes permitido buscar otro trabajo, no te acostarás con nadie que no sea yo hasta que me haya aburrido de ti y sobre todo, no te metas en mis asuntos, ¿entendido?
—Claro que sí.
—toma una ducha, en quince minutos te quiero desnudo en mi cama.

EndFlashBack

Cerré los ojos, era lo único que podía mover, agregando que me ardían como el infierno.

Abrí los ojos y pude ver la claridad del día, escuché la voz de dos enfermeras murmurar “Y no solo pagó todos los gastos, pidió el traslado al hospital más caro de Corea y se supone que pagará las operaciones y la completa recuperación del chico”

—¡Vaya despertaste! —la voz de HyungSik asustó a las dos enfermeras y a mí —Oye, te irás hoy mismo, serás trasladado al hospital SM

No podía moverme ni hablar, no pude negarme y tampoco pude preguntar nada, sin embargo HyungSik sabía que lo necesitaba saber.

—Vino un hombre, dijo que estabas bajo su cuidado, que te conocía de hace mucho tiempo, pagó los gastos médicos y demandó que se te trasladase hoy mismo a SM. Su nombre es Kim JongWoon, no sabía que eras el protegido de tan honorable eminencia.

No soy el protegido de nadie ni él es una eminencia digna de honores, solo es un animal que es capaz de esto y más. No me conmovía el hecho que estuviera pagando por los daños, solo era su puerca  conciencia tratando de no joderse tanto. Solo es un tallo de espinas que no puede tocar sin destruir.

Fui trasladado, DongHae y EunHyuk me hicieron mil preguntas, no pude responder, odiaba este estado vegetal en el que me encontraba, pero debía pasar.

La noche cayó, para mañana estaba programada la operación que me realizarían en la laringe y faringe, esta vez, la cama tenía vista a la ventana, podía apreciar la luz de la luna, nada más, la puerta se abrió, supuse que era una enfermera, pero en ningún momento se adentró a la habitación, comencé a desesperarme, no me gustaba esta sensación de vulnerabilidad, pero no podía demostrar de ninguna forma mi inconformidad.

—Hola —escuchar su voz hizo vibrar mi cuerpo muerto —Espero estés cómodo —la sangre me hirvió por dentro, ¿cree que con pagar todo, volverán las cosas a ser como antes? —Debes estar odiándome y maldiciéndome, lo sé y lo acepto... Estuve pensando ayer en lo mucho y poco que te he conocido, en lo torpe que eres y en lo bien que te mueves sobre mí, sabes que tus malditas sonrisas me enferman pero lo que no sabes, es que me encantan…

Puedo jurar que mis mejillas se sonrojaron cruelmente, sentía la cara arder, nunca antes me imaginé en esta situación, mucho menos escucharlo a él decir algo semejante.

—Por mi culpa estás aquí, por los celos que carcomieron mi calma, por la inestabilidad emocional de la que padezco, por el miedo que siempre tuve de perderte, eres el único que me ha soportado, que me ha amado tal como soy pero estoy podrido Wook, junto a mí seguirás sufriendo.

Aunque el dolor en mi cara sea demasiado y desee no hacerlo, las lágrimas abandonan mis ojos para humillarme lo que faltaba, pero ya no me importa, con él me he humillado tantas veces que no temo mostrarme ya como soy.

—No llores por favor, ya no llores por mi causa —sus suaves y fríos dedos limpiaron las lágrimas con delicadeza, esos dedos que una vez exploraron mi interior, que me intentaron quitar la vida, los amo. —Me enseñaste muchas cosas, una de ellas fue  que se puede sonreír en medio de tristes lágrimas, me enseñaste que hasta el tallo de espinas más cruel, puede tener una hermosa rosa y RyeoWook, tú lo dijiste una vez, fui tu tallo de espinas, siempre te consideré la rosa que pintaba mi vida pero jamás te lo dije, hoy lo hago porque puede ser que no te vuelva a ver y no te culpo si al recuperarte decides marcharte, pero vete sabiendo que solo soy un loco que te adora con el alma y no supo expresartelo, un loco que hoy está rompiendo cadenas, prejuicios y estereotipos por solo el deseo de poder retenerte, no sé que será mi vida sin ti. Amame u odiame, yo lo aceptaré.
Y sin más se fue.
Mereces que te odie, pero no maldita sea JongWoon, a pesar de todo sigo siendo el imbécil de hace tres días, sigo siendo el imbécil de ayer que no puede odiarte y que te perdonará cuanta mierda le causes, pero es hora de tomar una decisión, creo que ambos estamos listos para eso.

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Falta un capítulo, espero poder subirlo la próxima semana.
Feliz semana.

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