Jiall Shots (HOT)

4. Hermanastro

Había una vez, en una casa en los suburbios, vivían dos hermanastros, uno de 10 años llamado Justin, y él otro de 23, de nombre Niall. Él mayor de ellos era un chico algo rebelde, fiestero, que le encantaba él alcohol y él sexo, y no soportaba al menor, siempre decía que no era parte de su familia y lo ignoraba, o si tenia ganas, lo molestaba e insultaba.
En cambio él menor, era un chico obediente, listo y bastante agradable, además de inocente, y por alguna extraña razón, adoraba a aquel rubio que tanto lo despreciaba, pensaba que era grandioso, cool, inteligente y... Lindo, ni siquiera él mismo sabia porque pensaba así de él.

Este día, él pequeño Justin se sentía bastante nervioso, hace una semana, sus papás le habían dicho que se quedaría solo con su hermano porque ellos tendrían que salir por unos días, y hoy era ese día. Cuando le dijeron la noticia, se puso feliz porque estaría solo con su querido hermano mayor, pero cuando se lo contaron a Niall, sus esperanzas de estar todo él día con él se vinieron abajo, él mayor planeaba hacer una fiesta en cuanto se fueran, y sus "fiestas" no eran algo que le gustaran al menor, ya que este lo encerraba en su habitación para que "no molestara a los invitados" y tenia que recoger todo él tiradero al día siguiente para que su hermano con resaca no lo molestara.
Se acerco a la ventana y sus padres se despidieron de él, subiendo al taxi y alejándose, soltó un gran suspiro y se dirigió hacia las escaleras para subir a su cuarto, pero Niall se interpuso con los brazos cruzados y una cara de pocos amigos, a pesar de eso, Justin le sonrió.

-¿A donde crees que vas insecto?- preguntó molesto.

-Arriba, a mi cuarto, para no molestarte cuando lleguen tus amiguitos- contesto sonriente él pequeño. En realidad se necesitaba no tener corazón para no amar a este pequeño.

-Oh, veo que has aprendido bien mis reglas- dijo él mayor con aires de orgullo -Todo por eso... Te dejare estar afuera un rato mas-

-¡Si! ¡Eres él mejor!- dio un salto de alegría y se acerco para abrazarlo, pero este lo detuvo poniendo su mano en su cabeza.

-Pero sera para que me ayudes a preparar todo para la party-

Lo soltó y comenzó a ir hacia la cocina, Justin lo siguió contento y obediente. Se detuvieron ante varias cajas de cerveza y él pequeño se impresionó, ¿en realidad se tomaban todo eso?

-Escucha bien lo que tienes que hacer, no quiero que lo arruines como todo lo que haces- él chico nisiquiera se molesto por el comentario, puso mucha atención a su hermano -En estas hieleras, vaciaras él hielo que se encuentra en la cocina, entonces, sacaras las cervezas una por una y las metes entre él hielo ¿entendido?-

Él pequeño asintió y él mayor soltó una suspiro, le advirtió una última vez que no arruinara nada y se marcho, él castaño camino hacia la cocina y abrió él refri, que estaba lleno de bolsas de hielo, ni siquiera había comida, ¿como es que sus papás no se habían dado cuenta? Tomo una y comenzó con su trabajo.
Una hora después y él pobre Justin apenas había acabado, las bolsas estaban pesadas para él, y se le dificultaba hacer su trabajo, inclusive su hermano ya había acabado de arreglar todo, corrió hacia él y con una gran sonrisa, le informo que ya había acabado.

-Wow, no lo arruinaste- dijo sorprendido -Ya me siento un poco menos avergonzado de ti, ahora ve y encierrate- ordeno algo molesto.

Pero entonces, una malvada idea cruzo por la mente del mayor y formo una sonrisa nada confiable, miro al chico y lo tomo del brazo, antes de que pudiera subir, y bajo a su altura para verlo directamente a los ojos, con una falsa sonrisa de buenos amigos.

-Justin, hermanito- los ojos del menor se iluminaron al escucharlo decir eso -Creo que ya estas grande así que... Puedes quedarte en la fiesta-

La sonrisa del pequeño aumento de una manera que ya no podía crecer mas, dio una gran salto y abrazo al mayor, este se dejo porque sabia que disfrutaría lo que pasaría después.