27. CAN I KISS YOU?

1.7K 102 8
                                    

Llevábamos media hora de "guardia", ya que, como todo el mundo estaba dormido, no teníamos que vigilar mucho. Nos pusimos a jugar al mentiroso con dos barajas de cartas que nos encontramos por ahí.

- Tres ochos...- dijo Daryl colocando las tres cartas encima de las otras dos que había puesto yo.

- Bien... Dos ochos.

- Mientes. Yo tengo los otros tres que faltaban. Y... Gané. De nuevo.- dijo riendo.

- Agh, este juego es una basura. ¿Quién lo inventó?

-No lo sé. Pero tengo la certeza de que fue algún mentiroso.

- Ja, ja, ja. Te crees muy gracioso, ¿verd...?- paré de hablar cuando escuché unos gruñidos que provenían de fuera. Daryl también se dio cuenta, ya que se había levantado y ya tenía la ballesta y el cuchillo preparados. Yo también me levanté y le hice un gesto con la cabeza, indicándole que yo iría primero. Abrí la puerta del porche y, al salir, nos encontramos a diez caminantes dirigiéndose hacia nosotros.

- Oh, joder. Mierda. Bien, yo los atraeré y tú te los vas cargando por detrás, ¿vale? Te ayudaré si veo que tienes problemas.- ordenó. Yo asentí y empezó a ir hacia ellos.- ¡Eh, vosotros! ¡Venid hacia mí!

Todos los caminantes cambiaron el rumbo y se dirigieron hacia Daryl. Yo aproveché la oportunidad y me coloqué detrás de ellos, cargándomelos uno a uno con mi navaja. Cuando maté al sexto caminante, los cuatro restantes se abalanzaron sobre mí, haciendo que cayera de espaldas al suelo. Empecé a forcejear con ellos para que no me mordieran, pero se me estaba haciendo imposible. Justo cuando ya no me quedaban fuerzas y estaba a punto de ceder, uno a uno fueron cayendo a mi lado. Una vez todos muertos, Daryl me ayudó a levantarme.

- ¿Estás bien? ¿Te han mordido?

- No, no me han mordido. Gracias a ti. Me has vuelto a salvar el culo.

- Bueno, no hay de qué. Te lo debía, de todas formas. Tú me salvaste aquella noche y me hiciste reflexionar sobre lo de marcharme. Gracias a ti estoy aquí, así que... Estamos en paz, supongo.

Yo sonreí ante eso y le abracé. Al separarnos, volvimos a entrar a la granja y nos sentamos en el sofá. Nos miramos en silencio durante unos segundos y después estallamos en risas.

- Como en los viejos tiempos.

- Sí... Me alegra haber podido reconciliarme contigo.- dijo.

- Y a mí. Sinceramente, durante el tiempo en el que estuvimos enfadados me sentía perdida. Nunca sabía qué hacer y siempre acababa recurriendo a ir a cazar o a buscar suministros con Abe...

- Veo que no era el único.- dijo riendo.

Seguimos hablando durante un rato y poco a poco me iba quedando dormida. Bostecé y me recosté en el hombro de Daryl. Este, algo sorprendido, me rodeó la cintura con su brazo y me atrajo más a él.

- Puedes dormir, pequeñaja.- susurró en mi oreja.

- Gracias, Daryl. Buenas noches...

- Buenas noches.- me dio un beso en la frente y sonreí. Esa fue la última acción que realicé antes de quedarme dormida.

Al despertar, noté que no había nadie en el sofá. Busqué a Daryl en silencio por toda la casa. Pero no aparecía. Salí de la granja muy alarmada, pensando que Daryl se había ido sin mí. Una vez fuera, vi que no había nadie y, deprimida, me apoyé en la valla del porche.

- ¿Me buscabas, princesa?- alguien me susurró y me abrazó por detrás. Yo me estremecí al notar el contacto con esa persona, pero me relajé una vez supe que era Daryl.

- Serás capullo... Eso no se hace.- dije suspirando.

- Solo quería ir avanzando la faena. He preparado las mochilas y Adam me ha cedido una de sus tiendas. Todo está listo para cuando quieras ponerte en marcha.

- Gracias, eres todo un caballero. Vamos, avisemos a Jack y a Glenn de que nos vamos.

Nos dirigimos al otro lado de la granja, donde Jack y Glenn hacían guardia ahora mismo, y les dijimos que nos pondríamos en marcha ya y que avisaran a Rick. Tras eso, nos desplazamos hacia el establo, nos pusimos las mochilas, preparamos las armas y partimos. Llevábamos andando unas siete u ocho horas, charlando sobre temas totalmente aleatorios y matando a varios caminantes que se cruzaban en nuestro camino. Todo sin ningún tipo de problema. De vez en cuando parábamos a descansar y a analizar el suelo en busca de rastros de personas, caminantes y/o animales. Pero no encontrábamos nada. Tras otra hora más sin encontrar nada, decidimos parar y sentarnos un rato. Daryl me ofreció una barrita de chocolate que había encontrado en la granja.

- No, no. Quédatela tú. Dudo que hayas dormido esta noche por mi culpa. La necesitas más que yo.

- No la necesito, estoy bien.- respondió aún con la mano estirada, ofreciéndome la barrita.

- Insisto. Tómatela tú.

- Que no la quiero.

- Bien.- acto seguido, cogí la barrita, la partí por la mitad, me quedé con una mitad y le dí a Daryl la otra.- Es mi última oferta. O los dos, o ninguno.
Daryl me me miró fijamente a los ojos por unos segundos, los cuales me parecieron eternos, y finalmente sonrió, lo que hizo que me relajara.

- Siempre eres demasiado buena conmigo. No entiendo el porqué.

- Porque me importas y te aprecio. ¿No es suficiente motivo?

- No sé...- dijo comiéndose su mitad de la barrita. Yo hice lo mismo y me encogí de hombros.- Deberíamos parar por hoy. Busquemos un refugio o algún sitio escondido donde podamos acampar sin llamar mucho la atención.

- Me parece correcto. Vamos.

Al cabo de diez minutos andando, encontramos una pequeña caseta de madera con una cama bastante desgastada, pero bastante cómoda. Decidimos que ese era un buen sitio para quedarnos. Una vez comprobamos que no había ningún caminante ahí dentro, nos sentamos en el suelo y suspiramos. Estábamos muy cansados y no llevábamos ni la mitad de todo el recorrido.

- Joyce...- habló de repente Daryl.- Mientras andábamos, he pensado sobre lo que me has dicho antes, y... Yo... También te aprecio, Joyce. Pero no de la manera que tú piensas.

- ¿Qué quieres decir con eso?- pregunté extrañada, mirando sus ojos azules.

- ¿Puedo besarte?

Sonreí ante esa pregunta.

- Creí que nunca lo preguntarías.
------
¡Hola, buenas! Lo siento muchísimo, de veras. Este último mes he estado muy liada con el baloncesto y no encontraba ni tiempo ni inspiración suficientes como para acabar el capítulo. Espero que os guste el episodio y que me perdonéis por haber tardado tanto. ¡Gracias por leer y nos vemos pronto!

The End {Daryl Dixon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora