Bad time

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Cuando Osomatsu abrió los ojos se encontraba en el futón y por primera vez en mucho tiempo sus hermanos estaban a su lado. Un ataque de alegría se apoderó de él e inmediatamente salto sobre ellos.

—¡Itte! Jyushimatsu-niisan! – Todomatsu se revolvió intentando salir de las cobijas.

—Ow! My little Jyushimatsu! Si querías un poco de atención tan sólo me la hubieras pedido, Your bother te ama demasiado.

— Nee, Jyushimatsu te he dicho que no saltes sobre nosotros. – Choromatsu empujaba el pesado cuerpo fuera de sí.

— Ow! Esta vez no soy yo Choromatsu-niisan. – dijo Jyushimatsu en un triste lloriqueo.

—Eh? - dijeron al unísono todos y Todomatsu cómo pudo prendió la luz, sólo para ver a Osomatsu acurrucarse en todos.

—¿Qué mierda ocurre contigo Osomatsu-niisan? Son las 3 de la mañana. - Choromatsu empujaba al mayor y lo aventaba a la esquina del cuarto.

— ¿No puedo dar a mis hermanos menores un poco de espontáneo amor? - se rascó en su característico tic.

—... Puedo dárselo de comer a mis gatos? O este no es nuestro hermano mayor o debe de haber sido inducido por extraterrestres.

Asintieron con la cabeza e intentan atraparlo, incluso en un momento de tensión Jyushimatsu mordió la oreja de alguien.

—¡¡Itte!! Calmen, calmen. –una vez que lo soltaron pudo respirar. - Sólo quería molestarlos un poco, no se lo tomen personal.

—Eso fue bastante pesado! Incluso Jyushimatsu dormia.

—Si, si. Prometo no volverlo a hacer - dijo restando le importancia con su mano.

Habían pasado los días y la paz había vuelto a las tardes que tanto añoraba. Se encontraban en el cuarto sin mucho que hacer y le pareció un buen momento para molestar a alguno.

—Hey, Choromatsu, ¿Qué haces?

El tercer hermano tenía como siempre una revista de trabajos que leía con gran concentración. Al no tener respuesta el de sudadera roja le aventó una fritura que estaba comiendo.

— ¿Hm? Osomatsu-niisan, deja de aventarme cosas, por favor. – sólo estaba molesto así que no necesitaba una verdadera reprimenda.

— Es porque no me haces caso que debo atraer tu atención – se encimó sobre él, recargando su barbilla en su hombro para ver lo que leía.

— Lo siento, estaba leyendo los requisitos para este trabajo, a lo mejor estoy calificado.

Osomatsu miró el nombre de la compañía y el puesto que requerían y se le heló la sangre.

Y todo regresó a él...

Había olvidado su objetivo por completo ante la comodidad. No estaba dispuesto a entregarle su alma a un demonio y no volvería a pasar por la decepción por segunda vez. Con el tiempo se había convertido en un muy buen jugador.

Choromatsu había sido el primero en irse. De no ser por la iniciativa – y una pisca de suerte- no hubiera conseguido aquél trabajo y la cadena de despedidas no hubiera seguido sin fin. Tenía que detenerlo antes de que fuera tarde.

— ¿Realmente piensas que eres bueno? – Las palabras salieron de su boca más ácidas de lo que quería pero en ese punto ya no podía detenerse. – Habiendo tanta gente que puede estar capacitada para ello, ¿Tú? Sólo eres un nini bueno para nada que gasta su tiempo en pajearse y acosar a ídols que nunca se fijarán en ti.

Por fin había sacado las palabras que en aquella cena había querido decirle pero fue en el tiempo equivocado, ahora ni siquiera podía excusarse, parecía un idiota. Con miedo miró al menor; este lo empujó y se levantó encolerizado.

— ¿Crees que no lo sé? No he hecho nada que haga sentir orgulloso, pero por una vez en mi vida quería pagarle a nuestros padres lo que han hecho, quería demostrarme que no sólo era por mi ego... pero gracias por tu apoyo "hermano mayor", ahora sé que realmente puedo hacerlo.

Con paso decidido salió dejando tras de sí sólo el sonido de la puerta corrediza.

— Nii-san... creo que te pasaste. Deberías pedirle perdón. - Todomatsu que había estado en su celular, al escuchar los gritos había levantado la mirada, al igual que los demás, y ahora sentía la tensión.

— Fuiste muy cruel. ¿Realmente piensas así? – Jyushimatsu miraba al suelo sin dejar de sonreír raramente por la tensión.

— Brother... ¿Quieres hablar de ello? — Karamatsu se arrodillo junto a él y tocó su hombro pero fue rechazado con enojo.

— Estoy bien, no le pediré perdón. Es su culpa de todos modos.

Se miraron unos a otros, sabían que no podían hacer nada, en primer lugar no era su batalla y segundo, el orgullo de Osomatsu no lo dejaría pedir perdón.

La situación no hizo más que empeorar pues tras ese incidente Choromatsu había estado tan herido que había evitado estar con Osomatsu, incluso le había cambiado el lugar unos días a Jyushimatsu pero como esté no se acostumbraba a dormir donde su hermano mayor, regresaron a sus puestos con la excepción de que el tercer hijo prefirió darle la espalda.

— ¡Ya no puedo más con esto! – Todomatsu rompió el silencio - Osomatsu- niisan, Choromatsu-niisan, ¿Quieren realmente seguir así? – Al no tener respuesta suspiró con dolor y asintió- Bien, si es así como seguirán las cosas debo anunciarles algo: Me mudaré de casa.

— T-Totty, ¿Lo dices en serio?, ¿no crees que es muy precipitado? – Choromatsu no sonaba muy convencido.

— Lo pensé mucho pero, al ver a nuestros hermanos pelear me hizo darme cuenta que Choromatsu-niisan tenía razón ,creo que estoy preparado, si no trabajar a tiempo completo, al menos comenzaré poco a poco, y que mejor que viviendo sólo.

Osomatsu sintió su temperatura bajar, ahora no era Choromatsu, era el menor de todos el que se iba, debió haberlo imaginado, siempre había sido el más independiente.

Totty tomó su bolso y sonrió con melancolía. — No se preocupen por nuestros padres, ellos ya lo sabían, platiqué con ellos antes. Si alguna vez quieren visitarme aquí está mi dirección. — Sacó un sobre naranja y lo dejó en la mesita.

Los hermanos se levantaron y con lágrimas de cocodrilo abrazaron con mucha fuerza al menor hasta tirarlo. – ¡Totty! Te vamos a extrañar.

— ¿Seguro que estarás bien? ¿No quieres algo de tu querido hermano mayor como una camiseta con su cara para que nunca lo olvides?

— ¡Duele! – gritó para después reír- ¡No quiero nada tan doloroso como eso!

— ¿Por qué no? De ese modo no tendrías miedo en la noche ¿No?

— Ichimatsu- niisan, no digas cosas tan extrañas.

— ¿¡Eh!? ¡Totty ama a Karamatsu-niisan! Je, je.

Todo era risas. Todo era tan familiar que la cólera volvió a surgir en su pecho. Quitó a todos de su camino y golpeó justo en el ojo al menor. Karamatsu intervino antes de que un segundo llegará y lo sacó de la habitación. Todo el ciclo volvía a repetirse pero ahora, el orden cambiaba.

No faltó mucho para que a Choromatsu le llegará la carta de aceptación y se fuera de la casa; luego Jyushimatsu que por una recomendación consiguió una capacitación y a lo mejor un trabajo, donde tenían dormitorios por lo tanto se fue de casa.

Para este tiempo Osomatsu se había vuelto irritable y difícil de tratar, ya no soportaban estar cerca de él por lo que en un acuerdo Ichimatsu y Karamatsu se fueron de casa a la vez.

— ¿Por qué? No creí que fueran tan difícil de convencer.– Se recargó en el frío suelo de madera, ido.

— ¿A eso le llamas jugar? – se bufó Devil al ver a Osomatsu con las sudaderas de colores de sus hermanos.- Todo lo que has hecho es alejarlos o es que Realmente no conoces a tus hermanos?, a este paso tu alma será mía.

— Calla, me dejé llevar... es todo.

— Si sigues tan emocional no me divertirás, vamos, en el pasado has hecho cosas más sucias para ganar, o, ¿Acaso te has vuelto un jugador justo?

[-1 mordida, quedan 5]

Rotten Apple [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora