Los dulces no saben bien si no tienen arsénico

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Despertó de golpe y comenzó a toser durante un rato. Suspiro y miró a Jyushimatsu y los recuerdos del anterior mundo se mezclaron en su cabeza, ahora no podría regresar a dormir.






— ¡Jyushimatsu! – Osomatsu pasó su brazo alrededor del cuello del menor, esté se sobresaltó y trató de sonreír.

— ¿S-si Osomatsu- niisan?— volteó a verlo a los ojos e inmediatamente cambió la dirección de su mirada.

— ¡Vamos al Pachinko!- se rascó la nariz y puso una sonrisa boba en su cara.

— ¡Sí! Vamos- miró por última vez a la habitación y se fueron juntos, sin ningún momento despegarse.


Abrieron la puerta de la habitación y entró Osomatsu con el cuerpo encorvado y se aventó al suelo junto a Karamatsu y Choromatsu.

— No ganamos, mi suerte es bastante mala últimamente, Karamatsu, dame mimos para sentirme mejor.

— Ya, ya, brother, deberías comportarte un poco a tu edad. – acariciaba lentamente su cabeza, dejando a un lado su espejo.

— ... Osomatsu-niisan, ¿Dónde está Jyushimatsu?- Ichimatsu se levantó del sillón y dejó ir al gato libre.

— ¿Eh?- Se separó de Karamatsu y sonrió- Se quedó en el parque a jugar.

— ¿Tan tarde? – Choromatsu dejó sus discos y se levantó.- Iré por él, pronto cenaremos.

— ...No es necesario, iré yo por él.- Osomatsu se quitó de las piernas de su hermano y se levantó con las manos en los bolsillos.- Tengo ganas de frituras, así que aprovecharé. Choromatsu ¿Me das dinero?

Ichimatsu miró a su hermano mayor por unos segundos, examinandolo con bastante intensidad hasta que Karamatsu tocó su hombro y lo sacó de sus pensamientos.

— ¿Ocurre algo, Ichimatsu? Si tienes un problema puedes contárselo a tu querido hermano mayor y haré lo que sea para lograr que una beautiful smile se muestre en tu rostro.

— No es asunto tuyo, Kakamatsu – quitó su brazo y se volvió al sillón.

Regresaron a mitad de la cena, Jyushimatsu tomó su lugar y comenzó a comer muy lentamente, parecía en otro mundo. Todos los hermanos estaban tan concentrados en la comida, su madre había cocinado camarones fritos y todos querían la porción más grande que sin querer sirvió para ellos.

— ¿Pueden guardar silencio? – Jyushimatsu azotó los palillos contra la mesa y se levantó. Guardaron silencio y lo miraron con preocupación.- He perdido el apetito, iré a dormir ahora.

Una vez su hermano subió las escaleras volvieron a comer animados, o al menos hasta donde pudieron.

— ¿Qué le habrá pasado a Jyushimatsu? Normalmente atacaría con su técnica secreta de palillos pero apenas tocó su comida.

— No lo sé pero debe ser realmente malo si es que Jyushimatsu nii-san se ha puesto de tan mal humor – Todomatsu se abrazó como si tuviera frío.- Es mejor no molestarlo ahora.


Osomatsu esperó a que todos se quedarán dormidos para comenzar a fumar, el olor a cigarrillo inundó sus pulmones y sonrió. Pasó encima de todos sus hermanos hasta llegar a Jyushimatsu y se sentó en su cabecera mirándolo fijamente hasta que despertó.

— Es hora de castigarte, Jyu-shi-mat-su~

Lo sacó a la terraza y cerró con fuerza para que los demás no escucharán nada. Jyushimatsu temblaba con fuerza arrinconándose en la esquina más alejada balbuceando.

Rotten Apple [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora